Capítulo 5: Raro

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Está ahí parado, y no hace nada más que... Estar ahí parado. Me mira de arriba a abajo con una sonrisa que me da unas ganas terribles de pegarle, pero al mismo tiempo de tomarle de las mejillas y apretarselas, porque tiene unas pecas tan tiernas... Igualmente vuelvo a recordar lo estúpido que está siendo y que encima esta actuando raro y se me pasa

Sus ojos brillan...

Mierda...¿Está borracho? Pero parece responder bien a los movimientos, y no se tambalea, ni arrastra la lengua. Supongo que está cansado, por eso le brillan... Se ve lindo el muy idiota. Yo estoy cansada y parezco pasa de uva.

-¿Estás bien?- muevo mi mano delante de sus ojos y se le borra la sonrisa.

¿En serio? Me está mirando raro... ¡A mí! Él es el de las ocurrencias que te dice "Eres linda" con esa voz toda gruesa y se queda esperando a... ¡No sé a que! ¿A que una le responda "Sí, es el nuevo shampoo me deja genial el cabello"? No. Aunque supongo que esperaba más bien un "Tu tampoco estás mal", viendo como es...

-¿Te resulta raro?- levanta una ceja, cómo si fuera muy normal su frasecita.

-Em... Sí- aprieto los labios.

-Bueno en realidad era solo para que te sintieras bien, y nos permitieras hacer las pases- sonríe orgulloso de su súper plan.

Eso significa que fue una frase al azar, como un intento de ablandarme antes de hablarme, sabiendo que muy seguramente me dedicaría a ignorarlo. No estaba muy equivocado... Eso ayudo, al menos puede intentar ser agradable, podría funcionar su bellisíma idea. Pero no puedo dejar de sentirme un tanto ofendida, cómo si él creyera que soy una clase de incibilizada que ataca a todo aquel que intente hablarme. Sé escuchar y perdonar, por Dios...

Con tu actitud de criticona pareces una perfecta niña berrinchuda... Es de esperar...

Sí, tengo que dejar de auto atacarme, si mi autoestima está por el suelo, muy seguramente a la primera de cambio resulte que me pasaron por encima y no tengo nada que hacer al respecto más que quedarme sola en mi habitación.

Vuelvo a mirar al chico que está frente a mí, esperando una respuesta a la defensiva, así que actuó como si no me hubiera afectado un poco su comentario. Tampoco eso como si todo aquel que comente algo me dañara...

Pero casi...

Obligo a mi consciencia a callarse, a veces me hago más daño yo que otras personas. Es ahí cuando deseo irme y tomar unas vacaciones de mi persona. A veces puedo ser muy autodestructiva... Esa es una de las razones por las que me cuesta confiar en otras personas, por lo que las críticas me salen fácilmente, porque ni siquiera confío en mi... Menos en alguien externo...

Mi inseguridad es un tema del que odio hablar, pero que sé que está allí. Pero hacia el resto del mundo me he encargado de mostrar una personalidad fuerte, de la que en realidad carezco.

-Lo supuse- mentira, me lo había creído enterito- Es una buena técnica. Me has ablandado y todo, ya casi que siento felicidad de verte...

El sarcasmo estaba claro.

-Genial- se encoge de hombros. Ha decidido ignorar mi tono de voz y mis intenciones- Bien, el punto es que deberíamos llevarnos bien, nos cruzaremos seguido, Sophia, y no me agradaría que estuvieras todo el tiempo a la defensiva, puedo ser un buen amigo.- me ha guiñado el ojo.

Supongo que se está conteniendo de decir que es bueno en, exactamente, todo. Ignoro ese pensamiento pesimista y me obligo a sonreírle, después de todo, la intención es lo que cuenta.

-Bien, amigos- le ofrezco mi mano.

Él la mira con una sonrisa arrogante, y luego me mira a los ojos con los suyos color azul, un azul muy oscuro, demasiado. Todo él es raro. De todos modos me toma la mano, terminando el acuerdo rápido de paz, es como firmar una tregua sin haber empezado la verdadera guerra. Pero puedo decir que me alegro de no tener enemigos, no me servirá tenerlos, serían más cosas malas en mi vida y de esas ya tengo para un buen rato. Noto que mis ojos se quedan anclados a los de él, no puedo evitarlo, son lindos y raros, me recuerdan al mar en días turbulentos, bonito... Pero peligroso...

OXÍGENO PARA MÍ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora