Me quede completamente petrificada delante de él, la palabra monosílaba había salido de mi boca y no me lo podía creer realmente. No sé ni lo que digo, encima las palabras parecen demasiado lejana a mí como si mi boca se moviera pero mi cerebro se preguntara "¿Qué está haciendo?".
Seamos sinceros, no me arrepiento, definitivamente. Necesito que algo o alguien me saque del pozo en el que estoy metida últimamente y nada mejor que un lindo chico a mi lado, aunque solo sea por unos días. Me basta.
Lo miro a los ojos como si con eso pudiera adivinar cuales son sus pensamientos luego de mi respuesta. Pero nada parece moverlo por dentro y comienzo a cuestionarme si eso es positivo o negativo. Decido quedarme con la primera.
-Entonces- habla él- debes estar avisada de que no tengo mucha idea de estas cosas, las novias que he tenido por lo general no han durado más de una noche o a veces una semana.
-Tal vez no debas preocuparte demasiado y esto sea exactamente lo mismo- le sonrío con pena.
-No lo creo- me toma del mentón- Quiero estar contigo, lo cual es diferente a todas las demás, con ellas solo quería una cosa y las chicas otra, entonces se fusionaban y yo tenía una buena sesión de sexo mientras que...- le tapo la boca con la mano.
-Primera regla, nunca pero nunca, me hables de ti teniendo relaciones sexuales con otra chica. Un poco de sentido común, gracias- voy a vomitar de solo imaginarme la imagen.
-Bien, comprendido- se ríe a mi costa.-Dicho esto, necesito que te quedes a mi lado toda la noche, no lo digo por mí, lo digo porque este es un lugar de lo más inseguro que hay y no quiero terminar repartiendo golpes. Sobre todo porque hoy nos jugamos un buen mazo de dinero, conejito. Así que intenta mantenerte siempre a un milímetro de distancia, para no generar problemas.
-¿Podrías dejar ya lo de Conejito?- ruedo los ojos.
-Dije que así se quedaba, no me discutas- me besa la punta de la nariz.-Aparte, solo yo te llamo así, tranquila.
-Hasta que se entere gente como Jackson y se dedique a difundir tu dichoso apodo.- bufo.
-Pues, no se enterará y si lo hiciera, me aseguraré de que no llegue a más oídos.
Nos quedamos unos segundos en silencio, respirando el aire libre, pronto tendremos que entrar por el tema de las apuestas y porque se correrá la primera carrera. Lo ha anunciado el Dj por medio de un micrófono, ha retumbado su voz por toda la casa.
Le acaricio el pecho a Ares a través de su camiseta, hoy va especialmente bien. Lleva una chaqueta de cuero, una remera blanca, jeans negros y converse negras. Está para comérselo con las pecas reluciéndole en medio de la noche con la luz de la maravillosa luna. Aunque al mismo tiempo, parece malo que da hasta miedo, su estatura lo hace parecer intimidante y sus ojos azules llenos de soberbia hacen que te tiemblen las piernas. Encima es que utiliza una postura que da todo menos buena vibra.
-Así que... Una buena apuesta- murmuro luego de un rato- ¿Y tu conducirás?
-Sí, por supuesto. He traído el Aventador para esto, me toca conducirlo.- mira hacia la hilera de autos estacionados, especialmente a un Lamborghini Aventador que se encuentra en el puro centro y reluciente.- Alguien se ha traído un Ferrari, así que hay buena competencia.
-¿No es un poco peligroso?- arrugo el entrecejo.
-¿Cuál sería la diversión si no lo fuera, reina?- al menos no ha dicho lo de conejito, tampoco es como si "reina" me gustara pero es preferible y no me voy a poner quisquillosa.
-Eres un idiota- ruedo los ojos.
-Bueno, pues eres novia de este idiota ahora, reina. Vete acostumbrando.- me da un beso en la frente y me empuja delicadamente para que me incorpore y así dirigirnos hacia la calle principal. Caminamos lentamente, como si no quisiéramos encontrarnos con los demás.
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OXÍGENO PARA MÍ ©
Ficção AdolescenteSer una más jamás me ha resultado bien, siempre me he sentido por fuera del mundo en el que viven los más cercanos a mí. Me he sentido invadida, agobiada y perdida, durante tanto tiempo... que simplemente esos sentimientos me consumen las energías p...