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Narra T/N

Me voy a morir. Él se sube al taburete y me da la espalda. El profesor a puesto una colchoneta por si acaso detrás mía. 

Entonces, salta. Extiendo mis brazos para intentar agarrarlo. Va a caer encima mía, pero debo sostenerlo. No sé qué es lo que pasa, pero mientras que está en el aire su cuerpo se gira. Creo que al saltar lo ha hecho con demasiado impulso del pie izquierdo. Puedo ver su cara de frustración por el error.

- Mierda - murmura.

Y se cae encima de mí sobre la colchoneta. Siento que me quedo sin aire cuando me chafa con su cuerpo, que pesa más que el mío.

- Levántate gordo. Me voy a morir aquí - le digo.

El sigue encima mía, pero se sujeta con los brazos, como si fuesen columnas que sujetan un edificio. Puedo respirar, lo que me viene muy bien. Sinceramente, el hecho de sentir que te estás ahogando no es muy agradable. Todavía no se levanta.

- ¿Vas a seguir todo el día aquí? 

- ¿Ah? ¿Acaso te molesto, tonta?

- Sí. Vaya, no sabía que al menos eres un poco inteligente. ¿Cómo lo has sabido?

Empieza a levantarse pero, justo cuando va a quitarse, me da un cabezazo chocando nuestras frentes. 

Se va con el profesor. Me quedo tocándome la frente.

Será imbécil.

¿QUÉ MIERDAS A SIDO ESO?

Entonces caigo en que esto es lo que él quiere. Quiere que me frustre. Pues no le daré esa alegría.

Camino hacia el profesor, que nos a pedido a todos que nos acerquemos.

- Very good. Muy bien. EXCELLENT. Ahora, se cambiarán las parejas para que aprendamos a convivir con los demás. 

Al estúpido de mi vecino lo ponen con Uraraka. Pobre. Pero él no se queja tanto. Bueno, yo también la elegiría a ella, porque es mucho más amable que yo.

A Izuku lo ponen con la chica que me recuerda vagamente a una ranita.

Dicen mi nombre, así que voy con el profesor. Después llaman a Todoroki.

Él llega y nos vamos a un lado del pabellón, a esperar a que nos digan algo.

Pero de repente, me da otro mareo, de los fuertes. 

Estoy apunto de caerme, pero Todoroki me sostiene.

Empiezo a verlo todo borroso, y oigo la voz de mi compañero llamándome y llamando a alguien. Pero todo me resulta tan lejano. Siento que me desvanezco, que se me escapa la energía por los poros de la piel. 

Tengo ganas de llorar, pero no puedo.

Tengo ganas de gritar, pero mi voz no sale.

Así que me quedo ahí, sucumbiendo. 

Y deseo no estar despierta.

Lo último que siento antes de desmayarme son unos brazos fuertes que me levantan, y una voz que me pide que resista. Lo último que oigo son solo tres palabras.

Te tengo estúpida.

Por fin, me desvanezco por completo.

Destinos Entrecruzados (Bakugo Katsuki y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora