Capitulo 5

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Lauren.

Llegaba a la casa de mi hermano Chris con el dolor en mi garganta luego de haber tenido dos semanas seguidas discusiones con Camila, estaba con el dolor en mi interior y de alguna manera no lo estaba soportando todo lo que tenía atragantado en mi mente, corazón y garganta. Era día miércoles después del trabajo cuando mi mente había estado más que distraída por todo lo sucedido, necesitaba un abrazo de alguien que no me iba a juzgar, no me iba a decir que mi vida estaba mal y que buscara alguien, ni siquiera me iba a aconsejar pero si me iba a distraer, consolar inconscientemente con sus cosas y tonteras, además de que ver a mis sobrinos era un plus de Felicidad máximo, Noah y Dallas me hacían convertirme en una niña cuando me pedían jugar con ellos distrayéndome de todo a mi alrededor y centrándome en ese mundo de fantasía que tanto necesitaba en esos momentos, escapar de la maldita realidad.

Así fue, estuve con mis sobrinos jugando por largas horas a todo lo que se les ocurriera y quisiera, pase de ser un árbol hasta una súper villana que los mataba corriendo por todo el patio fingiendo que era un gran bosque oscuro en la oscuridad, tenía incluso hasta superpoderes y corrí como nunca quedando más que agotada, más que cansada ese día pero había sido la mejor decisión que pude haber tomado ese días, más cuando no quería cenar sola en mi casa ocupando más mi mente y torturándome con lo que no tenía, era mucho mejor estar rodeada de estos Niños que tanto amaba a estar sola. Jugué con ellos por horas, ¿ya lo dije? Creo que si pero no importa, lo hice hasta que cenamos junto a Chris y mi cuñada Tamara unas pizzas que ella misma preparo, para luego llevar a los niños a dormí con mi ayuda donde con Chris le contamos la mejor historia de acción que podría existir viendo cómo ambos se dormían profundamente debido al todo el desgaste que habían tenido ese día, bese sus frentes con cuidado abandonando la habitación sonriendo un poco más, ello me daban la felicidad que me faltaba a veces como ese día.

Volví con Chris a la primera planta viendo cómo mi hermano estaba mucho más feliz que de costumbre, y bueno Tamara también, los tres nos sentamos en la sala con un vaso de jugo natural mientras hablamos de nuestras vidas y cosas banales que me ayudaban a distraer mi mentes, escuchando las historias aburrida de Chris en el hospital donde trabaja como doctor, atendiendo a sus pacientes algunos súper exagerados y otros súper luchadores, además de algunos sucesos que daban realmente risas. Hasta que decidieron contar el motivo de su Felicidad mayor, sabía que algo pasaba pero no tenía idea de que, mi hermano jamás fue bueno para guardar secretos y ahora era la gran demostración de que esa teoría era verdad, jamás le cuenten un secreto a Chris.

-Hace unos meses que con Tamara estábamos conversando sobre agrandar la familia.- comienza a decir mi hermano y yo sonrió ampliamente. -Nunca pensamos que todo iba a ser tan rápido, creo que tengo una buena puntería.- bromea provocando una carcajada en mi.

-Idiota.- le digo aún riendo.

-Quiero decirte que serás tía una vez más, pero esta vez de una niña, Tamara tiene cinco meses de embarazo y bueno no le habíamos contado a nadie esperando estar bien seguros y saber el sexo primero.- me cuenta mi hermano más que feliz y yo estaba aún más feliz por ellos porque merecian todo lo mejor del mundo.

-¿Los papás lo saben?.- cuestiono con una amplia sonrisa y Chris negó,

-Esperamos contarles pronto, así que prepárate para los sermones de mamá diciendo que deberías seguir mi ejemplo.- me advierte y no mentía en lo absoluto.

-¡Felicidades!.- exclamo poniéndome de pie para abrazarlos a ambos fuertemente. -Estoy muy feliz por ustedes, de verdad es una noticia hermosa.- les digo con sinceridad.

-Gracias Lauren, y gracias por venir a vernos también.- me dice Tamara con una gran sonrisa. -Los niños extrañan tu presencia.- asiento besando su mejilla.

Secretos entre nosotros, Camren. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora