Capitulo 9

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Lauren.

Mi mañana del domingo era rutinaria más aún cuando la noche anterior no tuve ningún polvo, básicamente me despertaba a las nueve para ir al gimnasio de mi casa y mover mis músculos hasta que dolieran para luego preparar un desayuno nutritivo y tomar mucha más agua haciendo que durante el día fuera al baño un millón de veces, era súper normal hacer todo eso el domingo más cuando amaba el gimnasio que yo misma había construido en mi hogar, tenía máquinas para cada sector de mi cuerpo, que me habían costado una fortuna, de hecho aún estoy pagándolas a crédito porque era bastante, quizás era la mejor parte de estar soltera poder gastar dinero en otras cosas más que en pañales y leches para los niños, todo tenía un lado bueno y este era ese. Una verdadera estupidez, lo siguiente que hice fue darme una ducha no muy larga porque había que ahorrar agua por el bien del planeta, me vestí de manera casual, con unos pantalones cortos de jeans que llegaban a la mitad de mis muslos y una polera blanca con rayas horizontales azul, era bonita, me puse sandalias para bajar a mi gran cocina y tomar mi desayuno nutritivo. ¿Ven que mi mañana de domingo era común? Me costaba entender que algunas personas se levantaran tan tarde el domingo por la mañana... en este momento es el que todos se burlan de mi, yo solía despertarme los domingos a las tres de la tardes siendo una vaga, pero cuando comencé a trabajar me di cuenta que incluso el domingo debe ser una dia más productivo y comencé a hacer las cosas que habitualmente no puedes hacer en la semana cómo prepararte un rico desayuno nutritivo, un consejo.

El resto de mi día domingo era igual de rutinario que los anteriores, con la diferencia que ese día me juntaría con mi familia a comer en casa de mi hermana Taylor y su esposo, donde juntos prepararon una exquisita lasaña teniendo un buen día todos juntos como familia, era algo natural entre nosotros más cuando siempre fuimos muy unidos, disfruté del día con mis sobrinos al maximo, jugando con ellos tres a todo lo que se les ocurriera poniendo más atención a ello que al resto de mi familia, porque los niños realmente me hacían súper feliz más cuando ellos demostraban su amor por mi. No me cansaba de estar con ellos, no me podía aburrir de sus juegos porque cada cosa que hacían me maravillaba completamente, el hecho de pensar que ellos tenían mi sangre Jáuregui, que eran hijos de las personas que tanto amaba era una sensación maravillosas, aún recuerdo lo feliz que estaba cuando Chris anunció que iba a ser padre, todo el festín que se formó en casa y la felicidad que nos ha durado hasta ese día con Noah, luego cuando fueron llegando los otros era aún más especial, porque nuestros corazón se expandía para amar a otra persona con la misma intensidad, ellos eran una de las razones por las que sonreía y estar con ellos durante todo el día fue la mejor decisión que tomé ese Domingo. Cuando volví a mi casa no sin antes escuchar los consejos de mi mamá y darle un resumen de mi vida, además de prometerle que me iba a cuidar y cualquier cosa la llamaría sin importar lo que sucedería, sentía el vacío una vez más en ese hogar pero no iba a retroceder a lastimarme e iba a salir a adelante, estaba tratando de ser positiva con mi vida y conmigo misma realmente, así que a pesar del sentir el vacío sabía que eso estaba bien y que si el destino quería esa situación iba a cambiar, más si las palabras de Lilly me habían motivado aún más hacerlo, no había razón para estar mal, bueno... si las habían aún porque no es tan simple, aún me dolía saber que Camila no sentía nada pero eso ya parecía disco repetido, no iba a seguir diciendo lo mismo, no por ahora.

Eran las nueve de la noche cuando me encontraba sentada en la sala de mi casa mirando una película en Netflix, una de la espectacular Sandra Bullock, era mi actriz favorita y tenía un largo crush con ella, ¿Quien no lo tendría siendo que es perfecta? La amaba en secreto y si ella llegara a la puerta de mi casa le haría de todo menos daño, era hermosa. Pero más que estar mirando a Sandra el amor de mi vida lo que me sorprendió fue escuchar el timbre a esas horas de la noche. ¿Quien podría ser? ¿Mamá quizás? Era posible pero sería tonto siendo que la vi hace unas horas, así que con toda la curiosidad me acerqué a las cámaras de seguridad viendo a la mujer que era la dueña de mis problemas en la puerta sola, ¿a que venia? No tenía la menor idea, y de inmediato mi mente viajó hace un tiempo atrás cuando vino a darme el sermón, no quería discutir de nuevo pero sabía que eso era algo difícil cuando tenía tanto retenido en mi interior por el pasado, esperaba que viniera por algo banal y nada importante sinceramente, porque había tenido un buen día para destruirlo en esos momentos.

Secretos entre nosotros, Camren. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora