Final.

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Lauren.

~Un año más tarde~

El día más esperado había llegado, al fin Theo iba a saber la verdad de que yo era su mamá. Luego de un año donde hablamos con la psicóloga, con nuestras familias para preparar a mi hijo mentalmente para esta nueva realidad había llegado el momento más importante. No iban a haber más mentiras y la decisión que he tomado ha sido la mejor de todas, quedarme para estar con ellos ahora y siempre, nunca dejarlos, y ocupar el lugar que siempre me ha pertenecido en sus vidas, porque eran mis hijos y nadie lo iba a cambia por nada del mundo.

Harry lo intentó, él trató de quitarme lo que me pertenecía pero lamentablemente no le funcionó y Camila... ella era un caso aparte en todo esto. Ella fue víctima y culpable al mismo tiempo, víctima de las mentiras de Harry pero culpable de mentirme a mi, la morena no merecía lo qué pasó con Harry, pero seguir pensando en el "¿Que hubiera pasado?" Es algo que dejamos hacer hace mucho tiempo, de hecho desde la última conversación que tuvimos en mi casa cuando yo estaba dispuesta a irme para siempre de sus vidas. Decidimos dejar el pasado atrás y solo pensar en el futuro de ambas.

Ahora estábamos reunidas junto con Theo en la sala de la casa de Camila, ambas solas con él sentadas frente a él. Y lo mejor de todo es que mi hijo podía caminar, aunque aún le costaba correr se que lo lograra dentro de poco. Tenía tanta confianza en él y era mi gran ejemplo de superación, si él no se había rendido se que yo tampoco debo hacerlo. El me había enseñado a hacer fuerte y luchar a pesar de que todo este mal... es mi hijo y lo amo, es mío, nadie nunca más me lo va a quitar, sea como sea su reacción hoy lo entenderé pero lucharé para que él me ame.

-La Psicologa dijo que iban a hablar conmigo de algo importante.- nos dijo el.

-Asi es Theo, hay algo que debes saber.- le digo yo, sacando un trozo de sushi para dárselo en la boca.

El río ante eso.

-¿Está rico?.- le pregunto y él asintió tomando uno para ponerlo en mi boca.

-Muy rico.- aseguró. -¿Que me quieren contar?,- pregunto. -¿Me compraste un perrito aunque mamá no quería?.- me reí otra vez.

-No, pero podemos hacer algo para convencer a tu mamá.- chocamos nuestros puños mientras que Camila negaba.

-Nada de seres peludos aquí dentro, luego seré yo quien tiene que andar limpiando sus desechos así que no.- asegura.

-Camila, tú también eres un ser peludo cuando no te depilas.- le digo yo riendo y Theo río con fuerza a mi lado chocando nuestros puños otra vez.

Camila gruño.

-Tu también Jáuregui, no me molestes.- advierte y me encogí de hombros.

-¿Que me quieren decir?.- insiste Theo.

-¿Te gustan mis ojos?,- le pregunté y él rodó los ojos.

-Si, son del mismo color que el mío... pero Lau dime.- insiste.

-Te estoy diciendo enano, impaciente.- le digo con una sonrisa y estaba más que nerviosa pero alivianando el ambiente, hacer esto natural era una buena manera de decirle la verdad. -¿Quieres saber por qué mis ojos son parecidos a los tuyos y los de tu hermanita?.- le pregunto.

-¿Por que somos invencibles?.- pregunto.

-Tambien... Theo, yo soy tu mamá biológicamente.- el me miro confundido pero entonces pareció entender algo.

Secretos entre nosotros, Camren. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora