16

4.6K 788 53
                                    

Jungkook no lo sabe.

—Bueno, Jungkook, debo irme. No volvamos a perder contacto, ¿sí? Sabes que para lo que necesites estaré y no te juzgaré por nada. —dejó su parte del dinero por la comida sobre la mesa. Nos levantamos y despedimos con un abrazo.

—Gracias Nam, eres el mejor. —respiré su olor largo cerrando fuerte los ojos, en verdad lo extrañaba y por su agarre fuerte en mí, sé que él también.

—¿Algo más? —mi mirada se desvió hacia Taehyung, que estaba atendiendo a una chica que le sonreía y le hacía ojitos, a una mesa de la mía. Fruncí el ceño sin darme cuenta.

—Sí, ¿tienes novia? —dijo algo coqueta. Bastante coqueta.... ¡¿Por qué le coquetea?!... ¡¿Por qué me importa?!

El soltó una risita. —No, no. De todas formas, me refería a si quieres algo más que un batido y pastel.

—¿Estás en el menú? Dime que sí~ —¡Qué descarada! Taehyung golpeó su propia cabeza con la libreta de forma suave.

—¿Estás coqueteando o algo así? Perdona si me confundí — ¡¿confundirte?! ¡Prácticamente está diciéndote qué la tires a la mesa y...!

—Jungkook... —Nam trató de moverse, pero yo seguía sumido en la conversación ajena.

—¡Claro que sí, tontito! —estiró su mano hasta alcanzar su brazo y deslizarla. —¿Puedes tomarte un descanso y compartir un momento conmigo? Eres sumamente llamativo. —¡¿Qué?! ¡No no no! ¡Yo le pedí hablar primero! ¡Él no puede...!

—¡Jungkook, me vas a romper! —rió Namjoon y se separó con algo de fuerza para verme a la cara.

—¿Eh? —lo miré.

—Cada vez me apretabas más. ¿Tanto así me extrañabas? —sonrió de lado.

—Ah, sí, lo siento. —lo solté.

—¿Estás bien?

—Sí, ¿por qué?

—Luces molesto.

Traté de ablandar mi expresión. —Sí, sí. Estoy bien, lo siento. —Sonreí. —Nos vemos luego Nam.

—Bien, adiós. —hizo una reverencia y se marchó.

No esperé mucho para ir hasta la mesa donde estaba Taehyung y sujeté su brazo. No me pregunten por mi accionar, ni siquiera yo lo sé.
Él me miró con las cejas alzadas y la chica con una expresión de confusión.

—¿Jungkook? —sonrió cuando notó que era yo —Casi me matas del susto, pensé que era Jin y venía a regañarme por tardar.

—Yo puedo explicarle a Jin que te atrasé, siéntate, vamos. —la chica ya no me miró y le habló a él.

—Taehyung... Vamos... —Susurré muy bajo.

—¿Mhm? —no me entendió.

— Disculpa, estoy hablando con él, ¿puedes dejarlo ir?

—¿Ir? —recordé que sujetaba su brazo y lo solté de golpe. —Perdón, Taehyung.

—No pasa nada —siguió sonriendo. —Bueno, Wheein —¡¿Sabe su nombre?! —Debo seguir trabajando, estoy en ultimátum —bromeó y ella rió.

—Bueno, entonces vendré por ti al final de tu turno y ya —sonrió de lado.

—P-Pero... —parecía un fantasma ahí parado. Ni siquiera me atrevía a hablar en voz alta, sólo susurros salían.

—Oh, disculpa, Wheein —rodeó mis hombros con el brazo y lo miré, estaba tan cerca. —Ya tengo una cita con Jungkook. —Cita... — Pero otro día podemos hablar, si gustas.

La miré y ella a mí. ¿Yo quería que hable con ella? ¿Por qué siquiera tendría opinión en eso? —está bien. —siguió sonriendo. —Más vale que lo entretengas bien —¿eh? —y tú —fue a Taehyung — me debes una salida. —suspiró — En fin, mi pedido, bebé — ¡¿BEBÉ?!

—No le digas así, por favor. —¡¿Quién dijo eso?! ¡Carajo, fui yo! Tragué saliva — Digo... —me puse todo rojo cuando capté la mirada sorprendida de ambos. —... Vendré al final de tu turno. —me zafé de su brazo y salí prácticamente corriendo de ahí.

Dios, ¿por qué actúe así?
¿Qué me pasa?
¡No quiero que me pase!

¿Sentí celos en ese momento?
¡No debo!

Él no me interesa, ¿no?

Esto no es... No es... ¿Verdad?

Llegué a casa y cerré la puerta, mi respiración era agitada. Entré en pánico y sólo corrí y corrí y... Me llevan los mil demonios, otra vez olvidé pagar en el café.

Los Matices De La Palabra Amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora