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Taehyung y la espera
Taehyung y la esperanza.

El día de la cita, luego de despedirme de Jin, me dirigí a mi departamento.

—No lo entiendo. ¿Por qué no avisaron esto antes? Yo dejé pago toda la semana

—Pero con nuestro aumento de alquiler, debe pagar lo que resta.

—Eso no es nada justo. Ahora mismo no tengo más que eso.

—Pues, ese no es problema mío. Ya sabe, tiene hasta mañana o para pagar o para desalojar. —se alzó de hombros y se fue.

¿Esto era en serio?
Bueno, también me vine a alojar al hotel más barato que encontré, la atención no iba a ser muy atenta que digamos.

Entré al departamento y pensé en la idea de usar la tarjeta que mis padres me dieron para pagar un hotel mejor, pero la descarté. Les dije que estaría bien, sin ellos, voy a estar bien.
El pánico no está y me relaciono muy bien con la gente.

Ellos tranquilos, yo nervioso.
No haré que se preocupen.

Me tiré en la cama y busqué algun departamento más barato o alguien que necesitara un compañero.
Afortunadamente encontré uno, anoté su número, lo llamaría después.
Ahora mismo, tenía una cita.

Me levanté y busqué algo cómodo.

Todavía había tiempo, por lo que miré una película.

Dieron las 7 pm y yo ya me estaba impacientando. Quería tener esa cita y quería tenerla ya.

¿Qué mal me haría esperar en el lugar?

Así que salí, y caminé lentamente hasta llegar.

7:30 pm y yo ya estaba ahí, sentado en mi mesa.

Cuando el reloj marcó las 8, me puse feliz. Él llegaría en cualquier momento.

8:30 pm y no llegaba, ¿tal vez se retrasó?
Empecé a imaginar situaciones que lo hubieran atrasado.
Descarté la del dinosaurio persiguiendolo porque era mucho, pero definitivamente dejaré en duda la de ser perseguido por un terminator del futuro.

9 pm ¿Sabría cómo llegar? Claro que sí, fue él quien propuso el lugar.
A esta hora, ya veía muy apetecible los vasos de agua. Iba por mi tercer vaso.

9:30 pm ¿la cita era a las 8? Tal vez era a esta hora o a las diez.
Miré la agenda del celular. "Cita con el chico de mis sueños. 8 pm"
De todas formas, tal vez me equivoque y era a las 22. Esperaré.

Eran las 22 y se me estaban acabando las excusas para Jungkook, espero que las suyas sean mejores.
No podía irme, él me dio sólo esta oportunidad y debía esperarlo.

Pero ¿cuánto esperaras?

La voz de mi cabeza habló.

Lo que sea necesario, respondí.
Yo no tenía otra cosa que hacer, ni otro lugar a dónde ir.

—Disculpe, señorita —llamé a la mesera y se acercó.

—¿Quiere su décimo vaso de agua?

—Eeh...

—Mejor le dejo la jarra —y así lo hizo —puede llamarme cuando quiera la segunda —bromeó y rasqué mi nuca.

—Lo siento.

—¿Está seguro de que ella vendrá?

—¿Disculpe?

—Está en una cita, ¿o no?

—Sí, pero.. Um... Es un él.

—Oh. —frunció el ceño. —Es... El día de los enamorados...

—Lo sé.

—Aunque también es de la amistad.

—No vengo por amistad.

—Ah, entiendo... Bueno. De todas formas, ¿cuánto piensa esperar?

—Las jarras de agua que sean necesarias, señorita.

Rió un poco —Bien, espero que valga la pena. Debe ser un chico de oro al que está esperando.

—Estoy seguro de eso.

Sonrió y se retiró.

Me serví el vaso, pero sentí que mi vientre se quejaba. Tenía que ir al baño.

Me acerqué al mostrador y la mujer abrió grande los ojos.
—¡¿Ya se acabó la jarra?!

—¿Eh? No, no. Necesito... Necesito un baño.

—Ah, lógico. —se inclinó para señalar con el dedo. —sigue derecho por ahí y al doblar, verá dos puertas con imagen de dama y caballero. Usted entre al de caballeros.

—¡Ya sé eso! ¡Gracias! —fui prácticamente corriendo.



Hice pipí y cuando descargué todo, se sintió como el mejor orgasmo de la vida.
Lo juro, aguantarse las ganas es tan horrible, que cuando te vacías, ni las mejores pajas se comparan.

¡Ay! ¿Por qué estoy diciendo esto?

En fin, salí del cubículo y otro hombre se encontraba ahí.
Me lavé las manos.
Pensé en si debía irme, no sé, tal vez me quise engañar a mí mismo creyendo que vendría. Estaba empezando a desanimarme.

—No te preocupes, él vendrá.

Lo miré con sorpresa. —¡¿cómo sabe eso?! —pregunté haciendo eco.
Él volteó y pude notar que sostenía un celular con la otra mano. Comenzó a reír. Ay, me lleva la vergüenza.

—Te llamo luego. —colgó y me miró con una enorme sonrisa. —¿Esperas a alguien?

—S-Sí —dije cabizbajo.

—Pues, entonces en serio vendrá. No te preocupes.

—Pero no lo sé... Ya se tardo mucho. Demasiado diría. Estoy perdiendo la fe.

—Espero que no las esperanzas. —lo miré. Era pelirrojo y su sonrisa parecía nunca desaparecer.

—No lo sé. ¿Está seguro de que vendrá?

—¡Por supuesto!

—¿Por qué?

—Porque lo estás esperando, ¿no? Si esperaste por demasiado tiempo, él vendrá.

—Jum, no tiene mucho sentido.

—Lo tendrá. —asintió —en fin, debo irme. No pierdas las esperanzas, abuelita.

Se fue para dejarme sólo en el baño.

¡Tiene razón! Esperaré.
Sea Jungkook o sea lo que sea, vendrá a mí.
Sabré si me decidí mal o si hice bien.
Será una experiencia más y ya.

Salí del baño y él ya había llegado.
—¡Jungkook! —volteó a verme y así se quedó. —¿Jungkook?

En algún momento me llamó idiota ¿es porque no esperé en la mesa?
Pedí perdón.

Esperen... ¿Dijo mi nombre?
No sabía que tenía un nombre tan bonito hasta que él lo pronunció.

Lo siguiente fue algo raro.
Y creo que me comporté como un bobo, pero como alguien muy querido me dijo "si estás con la persona correcta, no temeras mostrarte tal cual eres" y así fue.
Pude ser yo con Jungkook y fue hermoso.

Me dejó acompañarlo a su casa y me dijo que estuvo mejor de lo esperado.

Eso es bueno, ¿no?

¿No?

No quise incomodarlo, ni que pensara que quería colarme a su casa, así que me despedí enseguida.

Después, me ocuparía del departamento.

Los Matices De La Palabra Amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora