Los Matices De La Palabra Amor.

22

Jungkook y el valor

Llegué al café y entré.
Busqué a Taehyung con la mirada y jajajajajaja me lo encontré charlando con Wheein en su mesa. Jajajajajaja.

Tranquilo, es su trabajo, loco histérico.
A demás, no tienes derecho a reclamar nada.

¡¡Nos besamos!!

Y te fuiste corriendo.

Touché.

Fui a la barra y me senté, mirándolos.
—¿Qué vas a querer? —miré a quien me hablaba tras ésta.

—Oh, Yoongi, em... Dame un pastel de fresa y un café con leche.

—Estás dulce esta vez, ¿eh?. Por cierto, si estás esperando por Park, él ya se fue.

—No, no. Yo ya hablé con él. Gracias.

—Ok. —se fue por mi pedido.

Yo volví a desviar mi mirada a la mesa de la castaña. ¿Tanto tardaba en recoger un pedido?

—Bastante entretenido, ¿eh? —miré de nuevo tras la barra.

—Jin, ¿De qué hablas?

—Taehyung y Wheein. —señaló.

—Vaya, también te sabes su nombre.

—Se ha vuelto una clienta recurrente desde...

—¿Desde?

—Desde que llegó Taehyung.

Mierda, no quiero eso.

—Ya veo... —suspiré.

—¿Lo estás esperando?

—No, yo.. ¿No se está tardando demasiado en esa mesa?

—Tal vez. ¿Te preocupa?

—No, es sólo que, digo, no debería estar perdiendo el tiempo. Me refiero que debería estar trabajando... O algo así.

El sólo sonrió —Qué celoso —murmuró antes de irse hacia Taehyung.

¡Te oí!

Carajo, no te avergüences o se te verá en la cara. La cubrí con las manos.

De reojo vi cómo apoyó una mano en su hombro y le dijo algo. La chica puso expresión aburrida y Taehyung volteó rápidamente hacia donde estaba yo, totalmente sorprendido y colorado.

¡¿Qué le dijo?

No tardó nada en llegar a donde yo estaba.
Por favor, te hubieras tardado un poco más para calmar el rojo de mi rostro.

—¡Jungkook! —se paró firme frente a mi. —¡¿Es verdad?!

—Eh... Yo... ¿Sí?. No, espera, ¿qué cosa?

—¿Viniste por mí?

—Ah, eh... ¿Sí? — creí haberle dicho a Jin que no.

—¿Sí? —esperaba su respuesta con la misma emoción que un niño espera su dulce.

—S-Sí, sí, vine por ti. Vine a verte.

—¡Ay, dios! Eres hermoso. —sin aviso, sujetó mis mejillas con sus manos. ¡¿Qué haces?! —Eso, me hace muy feliz. —Ah... Su toque es tan suave, sus manos lo son... Me da tanta paz, basta.

—Em... ¿Qué, qué te dijo Jin? Parecías bastante sorprendido.

Sonrió en demasía. —Jin dijo "Taehyung, tómate un descanso y ve con tu novio, dijo que quiere verte."