Capítulo 5

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Jueves, 26 de diciembre

Por primera vez desde que Henrik Vanger iniciara su monólogo, el viejo

consiguió sorprenderle. Mikael tuvo que pedirle que repitiera lo que acababa de

decir para asegurarse de que lo había entendido bien. En los recortes de prensa

que había leído nada parecía insinuar que se hubiese cometido un asesinato en el

seno de la familia Vanger.

—Fue el 22 de septiembre de 1966. Harriet tenía dieciséis años y acababa de

empezar su segundo año en el instituto. Era sábado y se convirtió en el peor día

de mi vida. He repasado los acontecimientos de aquella jornada tantas veces que

creo que podría dar cuenta minuto a minuto de lo sucedido; de todo menos de lo

más importante.

Con la mano extendida, realizó un amplio gesto, como si barriera el aire.

—La mayoría de la familia se encontraba reunida en esta casa. Se trataba de

una de esas detestables cenas anuales en las que los socios del Grupo Vanger se

juntaban para hablar de los negocios familiares. Una tradición que introdujo mi

abuelo en su día y que, por regla general, originaba aborrecibles reuniones. La

tradición se abandonó en los años ochenta, cuando Martin decidió, sin más, que

todos los temas relacionados con la empresa se resolvieran en las reuniones

periódicas de la junta directiva y en la junta general de accionistas. Fue la mejor

decisión de su vida. Hace ya veinte años que la familia no se ve para ese tipo de

encuentros.

—Has dicho que a Harriet la asesinaron...

—Espera. Déjame contarte lo que pasó. Era sábado. Además, se celebraba la

fiesta del Día del Niño y la asociación deportiva de Hedestad había organizado un

desfile. Harriet se quedó todo el día en la ciudad para poder verlo con unas

amigas del instituto. Regresó a casa poco después de las dos de la tarde; la cena

debía empezar a las cinco y, en principio, ella también iba a participar, al igual

que los demás jóvenes de la familia.

Henrik Vanger se levantó y se acercó a la ventana. Le hizo un gesto a Mikael

para que se acercara, y señaló con el dedo.

—A las 14.45, unos minutos después de que Harriet volviera a casa, un

dramático accidente tuvo lugar en el puente. Un hombre llamado Gustav

Aronsson, hermano de un granjero de Östergård (una granja que hay aquí, en la

isla), colisionó de frente con un camión cisterna que transportaba fuel-oil. Sucedió

cuando giraba con su coche para pasar por el puente. Cómo se produjo

exactamente el accidente es algo que nunca hemos llegado a entender. Hay

buena visibilidad en las dos direcciones, pero los dos conducían demasiado

deprisa, y lo que debería haber sido un simple golpe entre dos vehículos se

La chica del dragón tatuadoWhere stories live. Discover now