Capítulo 19

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Jueves, 19 de junio - Domingo, 29 de junio

Mikael pasó dos días repasando todo su material, mientras aguardaba que le

informaran de si Henrik Vanger iba a sobrevivir o no. Se mantenía en

permanente contacto con Dirch Frode, quien, el jueves por la noche, pasó a verle

para comunicarle que, de momento, parecía que Henrik se hallaba fuera de

peligro.

—Se encuentra débil, pero hoy he podido hablar un rato con él. Quiere verte

cuanto antes.

El viernes, el día de Midsommar, a la una del mediodía, Mikael fue al hospital

de Hedestad y buscó la planta donde estaba ingresado HenrikVanger. Se topó con

un irritado Birger Vanger, que, cerrándole el paso, le manifestó de manera

autoritaria que Henrik Vanger no podía recibir visitas bajo ningún concepto.

Mikael guardó la calma y miró fijamente al consejero municipal.

—¡Qué raro! Henrik Vanger me ha hecho llegar un mensaje en el que decía

expresamente que quería verme hoy mismo.

—No eres de la familia; tú aquí no pintas nada.

—Tienes razón, no pertenezco a la familia. Pero me rijo por mandato directo

de HenrikVanger y sólo recibo órdenes de él.

El encuentro podría haber derivado en una acalorada discusión si no hubiese

dado la casualidad de que, en ese preciso instante, Dirch Frode salió de la

habitación de Henrik.

—Ah, estás aquí. Henrikacaba de preguntar por ti.

Frode abrió la puerta. Mikael pasó por delante de Birger Vanger y entró en la

habitación.

Henrik Vanger parecía haber envejecido diez años en una semana. Tenía los

párpados entornados y un tubo de oxígeno metido por la nariz; su cabello estaba

más alborotado que nunca. Una enfermera detuvo a Mikael poniéndole una mano

sobre el brazo.

—Dos minutos. No más. Y que no se emocione.

Mikael asintió con la cabeza y se sentó en una silla para poder verle bien la

cara. Le invadió una ternura que le dejó perplejo, alargó la mano y la apretó

suavemente contra la del viejo, flácida. Henrik Vanger empezó a hablar con una

voz débil y entrecortada.

—¿Novedades?

Mikael asintió.

—Te informaré en cuanto estés un poco mejor. No he resuelto el misterio

todavía, pero he encontrado nuevo material y estoy tirando de algunos hilos.

Dentro de una semana o dos te diré si me han conducido a algún sitio.

Henrik Vanger intentó mover la cabeza, pero no consiguió más que

parpadear, dando a entender que lo había comprendido.

La chica del dragón tatuadoWhere stories live. Discover now