Martes, 1 de julio - Miércoles, 2 de julio
Al volver a Hedestad, lo primero que hizo Mikael por la mañana fue pasar a
ver a Dirch Frode para interesarse por la salud de Henrik Vanger. Se enteró de
que el viejo había mejorado mucho a lo largo de la semana anterior. Seguía
estando débil y delicado, pero al menos podía incorporarse en la cama. Su estado
ya no se consideraba crítico.
—Gracias a Dios —dijo Mikael—. Me he dado cuenta de que le tengo mucho
cariño.
Dirch Frode asintió con la cabeza.
—Ya lo sé. Henriktambién te aprecia. ¿Qué tal el viaje por el norte?
—Exitoso e insatisfactorio. Ya te lo contaré, pero primero necesito
preguntarte algo.
—Adelante.
—¿Qué pasará con Millennium si se muere Henrik?
—Nada. Martin entrará en la junta.
—¿Existe algún riesgo, hipotéticamente hablando, de que Martin pueda
crearnos problemas en Millennium si no abandono la investigación sobre la
desaparición de Harriet?
Dirch Frode le clavó la mirada.
—¿Qué ha pasado?
—En realidad, nada.
Mikael le refirió la conversación mantenida con Martin Vanger el día de
Midsommar.
—Cuando volvía de Norsjö, Erika me llamó y me contó que Martin había
hablado con ella pidiéndole que insistiera en que me necesitaban en la redacción.
—Entiendo. Habrá sido cosa de Cecilia. Pero no creo que Martin te vaya a
chantajear. Es demasiado honrado para hacer una cosa así. Y recuerda que yo
también estoy en la junta de esa pequeña filial que creamos al entrar en
Millennium.
—Y si las cosas llegaran a complicarse, ¿cuál sería, entonces, tu postura?
—Los contratos están para cumplirlos. Yo trabajo para Henrik. Nuestra
amistad dura ya cuarenta y cinco años, y somos bastante parecidos cuando se
trata de ese tipo de cosas. Si Henrikmuriera, la verdad es que sería yo, no Martin,
quien heredaría la parte que Henrik posee en la empresa. Tenemos un contrato
completamente blindado donde nos comprometemos a apoy ar a Millennium
durante tres años. Si Martin quisiera hacernos una jugarreta, cosa que no creo,
como mucho podría disuadir a unos cuantos anunciantes.
—Que son la base de la existencia de Millennium.
—Vale, pero míralo de esta manera: dedicarse a ese tipo de mezquindades
requiere mucho tiempo. En la actualidad Martin está luchando por la
supervivencia industrial del Grupo y trabaja catorce horas diarias. No tiene