Isla de Aves No Voladoras || Tyler Joseph

XXVI

Narra Josh

... Aunque tampoco vi a Ned. Quizá están jugando con él por allí.

Dejé algunas de las cosas que conseguí sobre la mesa y miré junto a la cama de Tyler. Sus libros...

Este es el momento perfecto para intervenir en su lectura...

Narra Jenna

—Jenna...— escuchaba dos voces repitiendo mi nombre mientras todo me daba vueltas.

—Bebe un poco...— pusieron un vaso cerca de mi boca y solo obedecí.

El calor de mis mejillas comenzó a disminuir y las gotas de sudor que recorrían mi cuerpo, lentamente desaparecían.

Mi vista comenzó a aclararse y vi a Tyler con su disfraz y a Brendon.

—Ya... creo que... estoy mejor...— dije sujetándome del brazo de Tyler. —B-Brendon... ¿Qué haces aquí?— pregunté.

Todo esto era tan extraño, tan loco...

—Pues, iba a ver a Dallon— señaló el lugar hacia el que caminaba. No puede ser, Dallon también existe aquí. —La verdadera pregunta es... ¿Qué haces tú aquí?— se cruzó de brazos y se quedó viendo a Tyler de pies a cabeza. —Y ¿Quién es él?—

—Yo... paseaba por aquí con mi amigo, Tyler— sonreí sujetando del brazo a Ty.

—Pero hoy es el día de visitas a tu padre, pensé que estarías allí. Es por eso que dijiste que no saldrías con nosotros— dijo confundido.

—Ah... Brend, estoy algo... mareada ¿Puedes recordarme algunas cosas?— necesitaba conseguir algo de información. —¿Visitas a mi papá?— 

—Pues si, ya sabes... lo internaron hace muchísimo tiempo por intentar agredir a los reyes. Sigue insistiendo con que él debería gobernar aquí— se acercó con el ceño fruncido y tocó mi frente. —¿Estás bien? ¿Necesitas ir al hospital? ¿Estás alucinando de nuevo?—

—¿A-Alucinar?— estaba teniendo miedo.

—Si, ya sabes, eso de: "Quiero ir a la frontera"— trató de imitar mi voz. —Jenna, en serio me asustas... no quiero llevarte al hospital y que termines como tu padre—

—Creo que...— miré a Ty, quien estaba igual de confundido que yo. —Debo irme, Brendon...—

—¿Me prometes que estarás bien?— alzó sus alas, preparándose para seguir con su camino.

—S-Si...— tomé la mano de Tyler y lo jalé hacia atrás. —Adiós, Brendon...—

—Adiós, supongo— se elevó con el ceño fruncido y se fue.

—Quiero irme...— comencé a acelerar el paso de vuelta al bote, esto había sido demasiado extraño.

—¿En serio era él?— habló Ty, finalmente.

—Eso creo... pero... ¡Tenía alas!— grité con cierta desesperación. Visualicé el bote y corrí hasta él. —Me quiero ir...— subí y lo desaté.

—Jenna, tranquila...— Tyler subió y comenzó a remar.

—Necesito entender qué está pasando aquí...— comencé a morderme las uñas por los nervios.

Tal vez hay algo de información en los libros que le robamos a papá... o quizá es algo de ese libro que estaba incompleto.

—¡Tyler!— me había quedado tanto tiempo en silencio que lo asusté. —Lo siento...— reí. —¿Recuerdas ese mapa? ¿El que estaba en uno de los primero libros que leímos?—