Isla de Aves No Voladoras || Tyler Joseph

XX

Narra Tyler

Sentía algo frío y húmedo en mi cara que no me dejaba ver. Alguien sujetaba mi mano y la acariciaba con suavidad. Con mi mano disponible, retiré la toalla mojada que habían puesto sobre mi cabeza.

Al adquirir nuevamente mi visión de todo, me encontré con Jenna acariciando mi mano.

  —¿Qué...?— iba a preguntar que pasó, pero Jenna se adelantó a responderme.

—Los chicos hicieron algo que estaba muy mal contigo, Tyler. De verdad lo siento mucho. Lo siento, porque creo que debí haberte protegido más y... porque le prometí a Josh que no te metería en una situación como esta, de verdad lo siento— Sus ojos reflejaban vergüenza. La verdad, ni siquiera quería verme la cara.—Cuando comenzaste a perder el equilibrio, le dije a los chicos que se fueran de aquí. Te ayudé a subir y te recosté en la cama para que descansaras mientras yo limpiaba todo el desorden de abajo. Y... en serio lamento que hayas tenido que pasar por esto, Tyler—

Apoyé mis manos en la cama para conseguir la fuerza suficiente para sentarme. Sentía un dolor grande en mi cerebro y ni siquiera podía recordar bien lo que había ocurrido hace, supongo, unas horas.

Tomé la mano de Jenna.—No importa— dije sonriendo para ella.

  —¿Qué?— dijo confundida.

—No importa, Jenna— 

—¿Por qué? Todo eso estuvo muy mal— 

—Jamás había bebido nada parecido a aquello que me dieron. Creo que solo querían hacer que me divirtiera un poco, y lo entiendo. Sé que intentaste evitarlo y sé que ellos no pensaban que fuera a caerme tan... mal, pero, no importa. Estoy vivo, puedo moverme, aún respiro— 

—¿No estás enfadado con ellos?— 

—Me han hecho cosas peores e intencionalmente, en cambio los chicos, sé que tienen un cariño hacía mí y yo creo que jamás pensaron que podría ocurrirme algo malo, Jenna— sonreí para calmarla más.—Todos cometemos errores y no hay nada malo con eso— 

De pronto un destello amarillo salió de mi brazo cegándonos a ambos por un segundo. El brillo había provenido de mi marca, la cual comenzó a sobresalir del maquillaje que Jenna me puso, siendo visible otra vez.

  —Que... extraño fue eso...— dije mirando mi brazo.

—Tyler...— Jenna se echó para atrás viéndome con asombro.

  —¿Qué? ¿Qué ocurre?— le pregunté.

—Tus... ojos...— tomó un espejo de una mesita que tenía en su habitación y cuando me miré en él, pude notar como mis ojos brillaban y mientras más cerca veía, podía notar como parecía que había un enorme cielo repleto de estrellas dentro de estos. 

  —Esto es una locura...— Me levanté de la cama y Jenna se hizo para atrás. Pensé que la había asustado por levantarme tan repentinamente, pero no, no era eso. Había crecido unos centímetros más repentinamente.

El dolor en mi cabeza había desaparecido, me sentía más fuerte y con energía. No entiendo el por qué, pero me gusta esto.

—¿Todos los demás por allá pueden hacer eso?— Jenna comenzó a dar vueltas a mi alrededor mirando cada uno de mis detalles.

  —N-No lo sé, no vi eso en el libro— reí.

—¡El libro!— gritó.—Hay que ir rápido a la oficina de mi padre a buscar más libros y devolver los antiguos antes de que llegue— tomó mi mano y corrimos a la oficina.