Isla de Aves No Voladoras || Tyler Joseph

XXVIII

Quiero ver a todos gritando y llorando en los comentarios HGKJHDKJ <3 Los amo, recuérdenlo <3

Narra Tyler

—¿Qué tal está el pastel, Ty?— preguntó Josh.

—Muy bueno, la verdad— sonreí y comí otro poco.

A Ned parecía haberle fascinado. Creo que la mitad del pastel se la comió él.

—Espero que te haya gustado la sorpresa— dijo Jenna. —Aunque, supongo que de todas maneras ya te esperabas algo así— rió.

—La verdad, no. No me lo esperaba— Sonreí.

—¿No te esperabas algo así de mi?— dijo Josh haciendo un puchero.

—Es que... No creí que me cantaran o... No lo sé, que me trajeran un pastel...— reí.

Narra Josh

Ned trepó por mis piernas y se sentó sobre ellas, mirando al resto. Me miraba con esos ojos grandes y negros que tiene. Probablemente sabe en qué estoy pensando...

—Tengo un regalo para ti— tomé a Ned en brazos y fui por aquel objeto cubierto por papel colorido.

Tyler lo tomó rápido y se quedó viéndolo con cierta emoción. Podía notar en sus ojos su felicidad. Se tomó su tiempo para abrirlo.

—No estoy muy seguro de si te gustará...— dije en el momento que terminó de desenvolverlo.

Se quedó viendo los objetos que habían quedado sobre la mesa. Una cámara

—Una cámara...— susurró con una sonrisa en su rostro. Se levantó y corrió a abrazarme. —Gracias, gracias, gracias, Josh—

—Feliz cumpleaños, pequeño— reí.

Jenna nos veía con una sonrisa en su rostro. Le gustaba ver a Tyler feliz, tanto como a mi...

—Yo también tengo un regalo— dijo Jenna. —Bueno, no es la gran cosa o un regalo, la verdad... Pero es un detalle— sonrió.

Tyler se apartó de mi y yo me quedé viéndolo. —Acompáñala, yo me quedaré aquí con Ned—

Jenna se levantó y tomó la mano de Tyler. Caminaron hacia la salida de la casita y bajaron. Ned en seguida corrió hacia la ventana para tener una buena vista de la sorpresa.

Me posicioné junto a él y movió sus orejitas. —Si, pequeño...— le dije. —No estoy seguro de si sea el momento o de si debería esperar más, pero...— suspiré. —Quiero verlo feliz...—

Narra Tyler

—¿Qué es?— pregunté mientras caminábamos entre los árboles.

—No es mucho...— dijo algo apenada. —Es...— entramos por unos arbustos a aquel sitio que la había traído hace tiempo y le canté un trozo de una canción.

Estaba adornado con pequeños banderines, habían petalos de flores flotando por todos lados con el viento. Este pequeño lugar de la isla siempre ha sido mágico.

—Este lugar...— dije con una sonrisa en mi rostro.

—Es un lindo recuerdo, Tyler— sonrió. —Cuando me trajiste aquí la primera vez... Sentí como si todo esto— giró sobre si misma. —Era solo para mi...—

El césped, los arboles, arbustos, flores... Se veían tan bien cuidadas. En este sector parecía como si las hadas se multiplicaran, dejando miles de destellos en el aire.