Era temprano. La alarma de Renato aun no sonaba. Tenía la sensación de que podría seguir durmiendo si quisiera. Pero de un momento a otro estaba despierto. Completamente alerta. Abrió sus ojos y de inmediato miró hacía la cama en donde se había quedado Gabriel.
Estaba vacía.
Se sentó, sintiendo su corazón saltar en su pecho cuando se dio cuenta que Gabriel no se había ido. Estaba sentado en la mesa, vestido con una remera y sus jeans, tenía el pelo desordenado y se encontraba descalzo. Hermoso como siempre.
"Buen día". Gabriel no levanto la mirada cuando dijo las palabras.
"Buen día. ¿Qué estas mirando?"
"Eh, vi tu itinerario del congreso en la mesa, así que me puse a revisarlo para planificar mi día. No te molesta ¿cierto?"
"No. Claro que no."
Gabriel finalmente levanto la mirada, con un poco de esfuerzo como si hubiera tenido que reunir un poco de valor. "Perdón por quedarme dormido anoche. Me deberías haber despertado ¿sabes?"
Renato se encogió de hombros. "¿Para qué? te veías tan cómodo"
"Si, estaba muy cómodo". Gabriel agachó los ojos al piso y se mordió el labio. Renato intentó leer su expresión, intentó entender el nuevo territorio que parecían estar pisando.
Tal vez sería mejor dejar las cosas como estaban, no complicarlo ni sobre analizarlo. "¿A qué seminario pensas ir?"
Gabriel comenzó a enumerar los que había elegido. Claramente ninguno compatibilizaba con los de Renato. El rizado estaba interesado en el proceso de fermentación mientras que Renato tenía puesto su objetivo en los seminarios dirigidos a la administración de negocios. Se dejó caer en la otra silla y escuchó hablar a Gabriel, sonriendo ante la emoción que denotaba su voz.
"Van a haber muchas demostraciones. Va estar copado. De verdad, las cosas me hacen mucho más sentido cuando puedo ver cómo se hacen. ¿A cuáles vas a ir vos?"
Renato señaló algunos seminarios de publicidad y relaciones públicas.
Gabriel se rio. "Así que, básicamente, viniste a aprender como montar una joda de manera profesional"
"Si, se podría decir que si", asintió Renato, riéndose con el rizado.
"Sabes. Casi estudié relaciones públicas cuando estuve en la uni"
"¿Posta?"
Gabriel se inclinó sobre la mesa mientras hablaba. "Si, en ese tiempo parecía una buena idea. Imagínate, como hacer dinero, cómo ser mi propio jefe, cómo pagar mis deudas y después poder trabajar con las empresas que realmente me gustaran".
"¿Y por qué cambiaste de parecer?", Renato se inclinó también, sin darse cuenta que estaba reflejando la postura del mayor.
"Me manejo mejor tras bambalinas, por así decirlo. Las relaciones públicas le quedan mejor a personas como vos".
Interesante selección de palabras. "¿Cómo yo?"
"Y si. El alma de la fiesta. Vos sabes. Siempre que entras a un lugar, todo feliz y contento, la gente como que naturalmente quiere acercarse a vos".
Renato no sabía que responder. Siempre ha sabido que es un poco chillón y que le gusta ser el centro de atención. Pero nunca se le había pasado por la cabeza que los demás lo vieran como algo entrañable o encantador.
Gabriel se aclaró la garganta, y Renato se dio cuenta que hasta allí había llegado la conversación. "Yo me voy yendo a mi cuarto para ducharme", dijo el rizado, "Pero, eh. Si queres podríamos bajar a comer algo. Antes de empezar con todas las actividades".
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Curiosidad
FanfictionGabriel es dueño de una cervecería que abastece el bar de Renato. Y eso es todo. Hasta ahí llega su relación. Renato es inmune a la perfección y los encantos del otro chico, sobretodo, teniendo en cuenta que Gabriel es el epítome de la heterosexuali...