El irresistible aroma del amor (Stony)

14. Invitación

Steve se tumbó en un sofá de la sala sintiéndose muy frustrado, tenía un dolor de cabeza infernal por haber permanecido lejos de la mansión toda la semana y porque había sido un esfuerzo en vano pues no podían localizar a Bucky. Habían descubierto varias bases de Hydra y atrapado a algunos espías, pero por ningún lado aparecía su viejo amigo.

En ese momento solo deseaba descansar, quizá tomar a Tony en brazos y llevarlo a su habitación para obtener más de su aroma, pero prefería quedarse en ese lugar sabiendo que el omega no lo deseaba. Sentía con claridad su miedo haciéndolo sentir sucio, como si al tocarlo estuviera abusando de él.

El seductor aroma a café endulzado inundó sus fosas nasales y al voltear hacia la puerta se encontró a Tony mirándolo con curiosidad.

—Hola —susurró intentando controlar su tono que ardía por engrosarse y exigirle que se acercara.

—Hola —respondió Tony en un murmullo tímido.

Esa actitud suave muy propia de un omega le extrañó viniendo de Tony. Lo vio acercarse para sentarse a su lado sin despegar una dulce mirada de sus ojos. Parecía que el chocolate en su mirada se derretiría en cualquier momento; algo había cambiado en él porque por el momento ya no estaba a la defensiva, lo asumió al reciente celo por el que había pasado.

—La presentación de mi proyecto más grande en las industrias Stark será muy pronto —comentó Tony sonriendo de lado—, será una gran ceremonia y el MIT estará presente para respaldarme. Quería saber si podrías hacer un espacio en tu agenda y acompañarme junto con mi familia.

— ¿De verdad? —Preguntó sintiéndose un poco confundido.

—Sí —respondió Tony sobándose el cuello, el lugar donde permanecía su mordida—, ahora eres parte de mi familia y me gustaría que me acompañaras.

Steve se incorporó para colocar un brazo en el respaldo y otro sobre el descansabrazo hasta acorralarlo. Esperaba que Tony lo empujara y se fuera molesto como siempre, en cambio solo desvió la mirada pareciendo avergonzado y su exquisito aroma a café comenzó a emanar sin pudor. Lo estaba seduciendo, reconocía a la perfección esa actitud de un omega porque tuvo que combatir a muchos en su antigua vida de superhéroe. En aquellos tiempos Steve era inmune a esa forma de seducción, pero con Tony era muy diferente, lo estaba volviendo loco; le resultaba adorable, dulce y demasiado tentador. La combinación perfecta para despertar sentimientos intensos por él, quería tomarlo, protegerlo y amarlo.

—Si de verdad quieres mi presencia, allí estaré —aseguró con voz extrañamente tranquila.

Tony lo miró de nuevo y una encantadora sonrisa iluminó su rostro.

— ¿Cómo estás tan seguro si todavía ni siquiera te he dicho cuando es?

—Eso no importa —declaró inclinándose para olfatear su cuello y recorrer con sus labios esa perfecta curva provocando un jadeo sorprendido de Tony—, estaré en cualquier lugar cuando me necesites.

Una delgada y temblorosa mano acarició su cabello y por primera vez en toda su vida se sintió con ganas de acurrucarse con ese precioso ser en sus manos. En su antigua vida había amado a Peggy, pero nunca había tenido la necesidad de ser cariñoso y ofrecer protección. Ella era una beta independiente y en cierto modo, poco afectiva; en cambio, este omega emanaba una gran necesidad de afecto, por lo que le ayudó a recostarse en el sofá y él hizo lo mismo sobre ese tierno cuerpo. Apoyó la cabeza sobre ese agitado pecho para escuchar los latidos del corazón de su omega a la vez que metía las manos por su espalda hasta llegar a sus hombros y frotarlos a modo de masaje.

—Tu celo ya no está —habló con esa misma extraña voz suave y sintiendo como el cuerpo de Tony se relajaba— ¿te sientes mejor?

—Sí —suspiró el omega replicando las caricias sobre sus hombros—, pero tú estás tan tenso, ¿cómo va tu búsqueda con tu?... Con ese... ¿Con ese omega?

Steve había tenido la duda de a quien se refería cuando hablaba de otro omega. Aunque ahora que se refería a su búsqueda, todo tenía sentido, no pudo evitar reír un poco a causa de la absurda deducción de ese chico.

—Bucky no es un omega. Es un alfa y es mi amigo, Hydra lo está manipulando y necesito encontrarlo para poder liberarlo.

—Oh —respondió Tony masajeando sus hombros con mayor seguridad— ¿eso quiere decir que no estás interesado en él? Creo que no sería raro... mis padres son ambos alfas y eso no los detuvo para estar juntos...

—Somos amigos de toda la vida —lo interrumpió con un poco de brusquedad— y solo quiero liberarlo.

Su omega se quedó en silencio por un momento mientras ambos disfrutaban del pequeño espacio que habían formado. Steve tenía todos sus sentidos despiertos y en total sincronía gracias a ese pequeño ser; percibía el dulce aroma del café que le hacía agua la boca, la tibia piel se sentía como el algodón en sus manos, el ritmo constante del corazón de Tony lo arrullaba a un punto que necesitaba suspirar para disfrutar aún más del efecto que causaba en su cuerpo.

Poco a poco el masaje se fue debilitando hasta que esas delgadas manos se quedaron quietas sobre sus hombros, la respiración apacible de ese pequeño cuerpo le indicó que se había quedado dormido. Frotó su mejilla contra ese delgado pecho sintiéndose completamente relajado y también se dejó llevar por el cómodo sueño.

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Un poco tarde, pero bueno aquí está el capítulo 😅 (la verdad es que ya no sé en qué día vivo y pensé que hoy era martes 🤭🤭) en fin, nos vemos pronto ♥️