28. El trato

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Después de una semana, el celo de Tony había llegado a su fin, Steve lo observó en todo momento y cuando el omega dijo que ya se sentía seguro de salir de la habitación para enfrentar a su equipo, lo vio caminando decidido, pudo percibir a la perfección que la actitud de Tony había cambiado, se mostraba mucho más seguro de sí mismo.

Muy temprano por la mañana, Steve y Tony salieron de la habitación para desayunar, aunque Steve se mantuvo detrás para observar sus reacciones, al llegar al comedor, su equipo estaba agrupado esperando por ellos con sus respectivos platos ya servidos. Tony saludó con confianza a sus compañeros quienes le regresaron el saludo con gran respeto, como si se tratara de un alfa más en esa improvisada manada.

Steve se sentía orgulloso de lo seguro que se veía su omega mirando a todos a los ojos mientras el equipo preguntaba como se encontraba, y a pesar de las preguntas, era fácil saber que Tony estaba más que bien, se veía saludable y fuerte como nunca. Lo dicho por Thor había resultado ser cierto, su fuerza había sido compartida, su vínculo fortalecía a Tony y él se sentía en calma como nunca.

Y a pesar de la felicidad irradiada por los dos, había un tema que debían tratar lo más pronto posible.

—Tony —habló Nat interrumpiendo la alegre plática—, sé que no debes de estar de humor para tratar esto, pero necesitamos saber lo que sucedió en la base de Hydra.

Un aura de ansiedad comenzó a brotar del omega, sin embargo, cuando buscó apoyo en él, solo bastó una mirada atenta para que Tony aspirara profundo y controlara esa incomodidad inicial.

—El agente quería un archivo en específico de la documentación de mi padre —habló Tony de manera pausada—, recuerdo haber visto ese número, era parte de la carpeta raíz que nunca pude descifrar.

—Bueno —suspiró Bruce mostrándose decepcionado—, pues cualquier pista que pudimos haber tenido, ya no podemos acceder a ella.

En medio de la mesa y sobre la comida servida, aparecieron los hologramas donde se podía ver la carpeta raíz que mostraba unos cuantos documentos de la industria Stark.

—Casi toda la información ha desaparecido, Tony. Al parecer tu padre, de una u otra forma, se enteró de lo sucedido en la base de Hydra, además, he intentado infiltrarme en las comunicaciones de Shield y fuimos bloqueados por completo... creemos que algo malo está pasando.

El omega quedó en silencio un rato observando los hologramas y poco después habló.

—Jarvis, ¿qué ha estado haciendo este tiempo mi padre?

—El señor Howard Stark ha estado trabajando mucho en su oficina —explicó Jarvis mostrando las grabaciones de las cámaras de seguridad donde se podía ver al viejo alfa caminar por los pasillos de la torre—, siempre lleva consigo documentos impresos, no ha utilizado ningún medio electrónico durante semanas, inclusive ni siquiera lleva consigo un teléfono móvil. No habla con nadie, ni siquiera su asistente y ha desactivado las cámaras de seguridad y micrófonos de la mansión.

El equipo estaba en completo silencio mientras Tony analizaba lo dicho por la inteligencia artificial.

— ¿Y qué está haciendo ahora?

Jarvis mostró las cámaras de seguridad de la oficina de Howard quien estaba en su escritorio firmando documentos, se veía apurado como si quisiera terminar pronto. Durante un buen rato lo observaron recorrer la pila de papeles y cuando se puso de pie para levantar un par de carpetas de su escritorio, la asistente anunció la llegada de un visitante inesperado. Todos contuvieron la respiración cuando Howard dejó caer sus cosas mostrándose aterrado a la vez que una figura alta entraba a la oficina sin si quiera llamar a la puerta.

Steve vio palidecer a su omega cuando Justin Hammer entraba a la oficina y tomaba asiento frente al escritorio mirando a Howard con indiferencia y haciéndole una seña para se sentara también. Todo el equipo permaneció atento a los hologramas sin decir una palabra, él mismo sentía que no estaba preparado para lo que se venía.


*****

Howard Stark se sentía exhausto por todo lo que había tenido que enfrentar los últimos veinte años. Ahora que había sido anunciada la entrada de Justin Hammer a su oficina sentía que en cualquier momento le fallaría el corazón. Ya no se sentía capaz de aguantar más presión, solo rogaba con terminar esa reunión para finalizar los trámites y cederle por completo la empresa a su hijo. Necesitaba jubilarse de tanto estrés.

Al ver al alfa entrar a su oficina marcando territorio, sabía que debía expulsar su propio aroma para defenderse, sin embargo, su fatigado cuerpo solo tuvo la energía para erguirse y sentarse en su asiento haciendo todo lo posible para aguantar la inesperada reunión.

—Recuerdo que tenías modales intachables —habló con dureza intentando ocultar su terror y el exceso de cansancio—, habíamos acordado que harías una cita para que pudiéramos reunirnos.

—Dejémonos de formalidades innecesarias —habló Justin con fastidio—. Howard, no puedo esperar más, los experimentos no han salido como necesito, el tiempo se está acabando y necesito el componente principal.

—Justin, es por eso que he insistido haciéndote miles de llamadas que no has respondido —habló pausado intentando mantener el control de la situación—, necesitas saber...

—Tengo todo planificado de hecho —interrumpió el joven e irrespetuoso alfa sin prestar un mínimo de atención a lo que estaba diciendo—, después de extraer el componente, reclamaré a Tony para seguir con la segunda parte de la investigación. Necesito comenzar a formar mi familia de alfas para asegurar mi legado y el tuyo, es el tiempo correcto para procrear una familia grande.

—Lo siento, pero no será posible —habló cortante provocando una sonrisa burlona.

—Lo siento, pero no te estoy preguntando —contrarrestó Justin burlándose de su tono—, no estoy dispuesto a esperar más. Tony ya está listo para gestar y el tiempo de la investigación está llegando al límite, estoy aquí en este momento para llevarme a Tony. Así que, habla con su niñera beta y pide que lo traigan.

Howard aspiró profundamente odiando que toda la oficina apestaba al aroma territorial de Hammer.

—El trato se cancela, Justin —habló en un tono engrosado—, Tony ha sido mordido por otro alfa, no se pudo borrar la marca porque se enamoraron y ahora no podemos hacer nada.

Le tomó por sorpresa la reacción del sujeto quien se echó a reír a carcajadas mientras se levantaba y sacaba un arma de su saco. No le dio tiempo a reaccionar cuando le apuntó y sintió un dolor quemante en un hombro, le había disparado sin siquiera dudarlo. Hizo presión en la herida observando aterrado que Justin se giraba hacia una cámara de seguridad hablando con un siseo tenebroso.

—Si quieres salvar a tu padre vendrás sin tu equipo a negociar. Si me tiendes una emboscada destruiré la torre entera junto a todos tus trabajadores. Tienes cinco minutos para bajar y salvar a toda tu gente.

El irresistible aroma del amor (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora