23. La primera misión

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Al siguiente día, la torre despertó con los ánimos recargados, después de que tanto Clint como Thor ofrecieran disculpas por su anterior comportamiento, las cosas entre los vengadores comenzaron a fluir con mayor facilidad.

Fury llegó muy temprano con algunos agentes de Shield para ponerlos al tanto de la documentación enviada el día anterior. Habían encontrado la ubicación de un edificio que aparentemente era del gobierno, sin embargo, había pruebas de que Hydra se había apoderado de él y que James Barnes merodeaba por el lugar.

Los vengadores se prepararon para salir hacia ese lugar muy cerca de Canadá. Steve se sentía alterado porque Tony se veía muy dispuesto a ser partícipe de la misión. Lo llevó al laboratorio antes de partir con la firme intención de razonar con él, lo necesitaba lejos del campo de batalla, su sentido de protección le exigía mantenerlo a salvo.

Aunque como era de esperarse, Tony no estaba dispuesto a perderse una batalla de esa magnitud, ansiaba que llegara el momento de poder mostrarse tan fuerte como cualquier alfa gracias a la protección de sus tecnologías. Y a pesar de que se negaba a quedarse en la torre, ofreció que Jarvis le notificara de cada movimiento hecho por Iron Man, así podría mantenerse concentrado en su misión a la vez que estaría al pendiente de su integridad física.

Steve se sintió un poco más tranquilo cuando en su casco del Capitán América, la inteligencia artificial comenzó a hablarle y le aseguró que lo mantendría al tanto de la situación de su omega.

Los vengadores partieron en el Quinjet en dirección a las coordenadas obtenidas por Fury. Steve se sintió muy agradecido con su comandante por llevar agentes betas pues sentía que no toleraría más alfas dominantes cerca de él, ya bastante tenía a su equipo con la atención fija en Iron Man quien se mantenía con ellos dentro del Quinjet cuando en realidad deseaba sobrevolar al lado de la nave.

Steve abrazó a Tony durante el viaje para distraerlo de su rabieta, su omega solo lo observaba con curiosidad mientras él acariciaba con suavidad esas sonrosadas mejillas. Varias veces tuvo que contenerse de suspirar, se estaba volviendo loco con tantas emociones que quería mostrarle a Tony. Quería besarlo y empujarlo contra el piso para beber su aroma e impregnarle el propio, se sentía con la capacidad de llenarlo de amor sin lastimarlo siendo guiado por esos cálidos y húmedos ojos castaños que lo miraban con expectación.

De un momento a otro, Tony agachó la mirada apoyándose en su pecho y riendo en voz baja.

— ¿Qué pasa? —Preguntó con voz ronca colocando una mano en ese delgado hombro para que se enderezara y pudiera seguir admirando esos hermosos ojos castaños.

—Todos nos están mirando —escuchó la tímida voz de su omega.

Steve levantó la mirada y encontró a casi todos con su atención fija en ellos, excepto a quienes iban manejando la nave. Steve se aclaró la garganta apretando su abrazo decidido a ignorar la atención del público.

—Estoy por abrir la compuerta de salida —se burló Fury desde los controles—, toda la nave apesta a miel de un alfa enamorado.

Steve gruñó enfadado provocando que el público desviara su atención hacia el cielo despejado.

—Me gusta esto —susurró Tony llevando las manos a su cuello a modo de caricia—, tu calor es tan reconfortante, tus cariños me hacen muy feliz, yo te...

A pesar de que la frase se había quedado inconclusa, Steve la entendió a la perfección. Saboreó en su mente el sentimiento que quedó flotando entre ellos porque él también lo sentía, observaba esos hermosos ojos y notaba que sin ellos su vida estaría vacía. El entendimiento llegó a su mente de golpe, era esto lo que el suero del súper soldado quería evitar, un vínculo con un omega no solo se trataba de algo carnal, todos los sentimientos involucrados eran tan intensos que, si tuviera que decidir entre su pareja y el deber con su país, definitivamente destruiría la nación entera antes de permitir que Tony sufriera.

—Yo también te amo, Tony —respondió en un tono grueso y lleno de deseo que solo alborotó las feromonas dulces de su pareja.

Se inclinó para besarlo de manera dulce y tierna apreciando las reacciones encantadoras de su pareja.

—Si no se detienen tendré que expulsarlos de la nave —sentenció Fury con voz de mando, la broma anterior se había disipado pues el aroma de ambos comenzaba a saturar el ambiente y bien podrían alterar a su equipo.

Steve se obligó a detenerse dejando a Tony con una cara de inconformidad que lo hizo reír.

—Expúlsanos de la nave —farfulló el omega mirando con enojo al comandante—, puedo regresar con mi alfa a la torre por mis propios medios.

El corazón de Steve se aceleró al escuchar "mi alfa", Tony comenzaba a aceptarlo y su necesidad por sellar el vínculo de nuevo comenzaba a cosquillear en su cuerpo. Su aroma posesivo de nuevo atrajo la atención de Tony quien solo sonrió de manera coqueta y lo atrajo para hablarle al oído.

—Cuando regresemos a la torre hablaremos de ello.

La promesa lo hizo gruñir deseoso por la llegada de ese momento porque hablar sería lo último que harían, su mente se nublaba imaginando la desnudez de su omega, la suavidad de esa piel, la dulzura que llegaría a su paladar el probar cada centímetro de su pareja.

—Estamos por llegar —anunció uno de los betas de Fury.

Steve se puso alerta al sentir la tensión del equipo.

—Ponte tu armadura —indicó con un poco de dureza a Tony quien se levantó de inmediato y se resguardó en todas esas capas de metal.

El aroma del dulce café desapareció del ambiente de la nave logrando que pusiera atención a las indicaciones de su comandante, en ese momento se sentía completamente confiado de que Tony no recibiría ningún daño.

No había un lugar exacto donde aterrizar, por lo que la nave solo se acercó a un edificio cercano al objetivo y tuvieron que saltar para después invadirlo como había indicado Fury. En el edificio encontraron muchos agentes de Hydra que les hicieron frente de inmediato, el equipo tuvo que separarse y Steve preguntaba la ubicación de Tony cada tanto mientras dejaba inconscientes a sus enemigos y buscaba su principal objetivo, Bucky.

La batalla estaba demorando mucho y ninguno tenía ni una pista del hombre al que buscaban, Steve estaba concentrado en su cacería cuando Jarvis anunció algo que lo dejó helado.

—Señor Rogers, perdí la comunicación con el señor Stark.

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Viene poco de drama que revelará un dato importante de los omegas de mi historia ❤️

El irresistible aroma del amor (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora