-Increíble Candy, estaré allí -le sonrió la castaña con una mirada emocionada.
-No faltaremos, ¿De color será tu vestido? Ahora que lo pienso -preguntó Grenda con interés.
-Verde agua -sonrió la asiática.
-Sin duda es tu color -dijeron en unisono la castaña y la chica robusta.
Ambas estaban en una fiesta secreta de chicas en la casa de Candy Chiu. Tenían las tarjetas de la fiesta de sus quince primaveras, también conocido como la festividad en donde se deja de ser niña para pasar a ser una señorita. Después de horas de peliculas, conversaciones de chicos y bocaditos dulces, Mabel y Grenda se despidieron de Candy, ansiosas por la fiesta que se aproximaba. La castaña se sorprendió al ver a cierto rubio recostado en el muro cerca de la puerta de la casa de su amiga.
-¿Bill? -se sorprendió la castaña- ¿Sucede algo?
-Me inviaron a recogerte, será mejor que nos apuremos, tus tíos son molestos y tu hermano una marica desquiciada.
-¡Oye! -suspiró la chica- adiós chicas.
-Cuidense -dijo Candy- las espero en la fiesta.
-Y ahí estaremos -sonrió Grenda para despedirse de sus amigas.
-Ah cierto, Mabel, no olvides preguntarle a ya sabes quien sobre ya sabes que -dijo en un susurro a la castaña, la cual sonrió y asintió.
Minutos después, la castaña caminaba en silencio junto al rubio de regreso a la cabaña. La castaña suspiró preparada para decirle al demonio de los sueños, quién ahora era humano por culpa de su tío Ford.
-Bill -él la miró de reojo- debo preguntarte algo.
-No
-¿Qué? -frunció el ceño algo desconcertada.
-No seré el chico del bar, no cumpliré el pedido de tu amiga la rara y no iré para satistacer el apetito de alcohol a meros humanos -bufó el rubio.
-¡Deja de leer mi mente, tonto triángulo feo! -se cruzó de brazos con frustación.
-Oh, pero no me decías "tonto triángulo feo" la primera vez que me viste con esta forma -la miró con picardía, la chica poco a poco se sonrojaba.
-Ya llegamos, piénsalo -suspiró con vergüenza para entrar a la cabaña.
Al día siguiente, Mabel había elegido un vestido rosado bebé con un lazo en la cintura de color negro con un moño en la espalda de igual color y tacones oscuros. Se acomodó el cabello, dejando ver sus rizos. Se colocó labial de color durazno y colonia olor a dulce. Con una sonrisa bajó por las escaleras, pero se detuvo al ver a Bill vestido con un camisa blanca remangada y unos pantalones de vestir negros con zapatos elegantes, traía en su brazo un saco oscuro, su cabello estaba algo peinado.
-¿Ya dejarás de contemplarme y bajar de una buena vez, Pines? -dijo el rubio, pero lo que no sabía Mabel es que el también la estaba contemplando.
-¿Irás? ¿Enserio enserio? -dijo con un brillo en sus ojos y mejillas sonrosadas.
-Basta de preguntas, se nos hace tarde, te demoras mucho en bajar unos cuantos escalones, Estrella fugaz -dijo con una voz más seria.
Bill llamó a un auto y entraron en este. En el trascurso, el rubio le indicaba al chofer a donde ir ¿Cómo era que este demonio sabía todo? O tal vez casi todo.
Horas después, un grupo de chicas y chicos bailaban musicas actuales, reían y gozaban. La castaña estaba feliz, Candy disfrutaba de su fiesta y Grenda bailaba con su pareja mientras se reían de incoherencias, todos felices. Oh, me olvidaba, claro, el demonio de los sueños servía las bebidas que los invitados pedían al mini bar, el no quería entablar ninguna conversación pero había algunas chicas que iban y volvían solo para observar e intentar hablar con el rubio.
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one shot -- MABILL
RomanceEn esta historia hablaremos sobre cortos y momentos sobre mi pareja favorita, Mabill, espero que les guste ❤