Un error

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Una castaña observaba la luna desde su ventana, se sentía temerosa y triste. No le agradaba para nada la idea de enfrentar problemas, sobre todo por el pánico que sentía al hacerlo sola y sin su hermano mellizo Mason, quién se encontraba en Gravity Falls con su tío Standford Pines.

Una escurridiza lágrima recorría la mejilla sonrojada de la castaña, pero se la limpió con la manga de su sueter gris.

-No llores Mabel, no tengas miedo es solo... otro posible error, ya has pasado por esto, solo evitalo -suspiró.

Se escuchó como tocaban la puerta de su habitación, ella volteó para fijarse y suspiró otra vez.

-Madre, no te preocupes, ya cené -se recostó de nuevo en su antigua posición en la ventana.

Volvieron a tocar. Con el seño fruncido y un poco de pesadez se levantó de su cómoda posición para luego bajarse de su cama y caminar unos pasos con cansancio, finalmente abrió la puerta.

-¡AHH! -cerró la puerta con fuerza.

-¡Agg! ¡Mi nariz! -se escuchó del otro lado.

-¡¿Qué rayos haces aquí Bill?! -gritó con molestia la castaña.

-¡Vine a visitarte Pines! ¡Por todo el universo, mi nariz! -se quejó.

Con molestia la castaña abrió la puerta otra vez.

-A la próxima avisa, me has dado un susto del infierno -el rubio sonrió con victoria mientras se sobaba la nariz enrojecida.

Ambos se sentaron en la cama, la castaña abrasaba sus piernas desnudas y el rubio se encontraba recostado con los brazos detrás de su cabeza y con los ojos cerrados.

-¿Cómo mi madre te dejó entrar? Ella no sabe de ti-lanzó la primera pregunta Mabel despues del silencio- pero la puerta estaba cerrada ¿Por donde entraste?

-Primero, ella no estaba; segundo, por la puerta del perro.

-¿Cómo rayos entraste por ahí? -se sorprendió la castaña.

-La rompí.

-¡BILL! -le tiró una almohada en la cara al rubio, quién ahora se levantó enojado.

-¡Mabel me estás agrediendo desde que toqué dos veces tu puerta!

-¡Ay Dios! ¿Cómo se supone que voy a arreglar eso? -suspiró la chica con la mano en la sien.

-¿Me escuchaste? Me agrades -el rubio observó a la castaña con los ojos enrojecidos e hinchados- ¿Has estado llorand-?

-Me pica el ojo

-¿Ambos?

-Me pica los ojos.

-¿Otra vez llorando? -levantó una ceja el joven mientras volvía a recostarse.

-...Ay si, pero ya cambiemos de tema -la castaña se cubrió el rostro con su larga cabellera chocolate.

-Estuviste lloriqueando como una bebita desde esa fiest-

Otro almohadazo recibió el rubio, el cual se levantó con el rostro enrojecido pero con una expresión de enojo.

-¡Tu empesaste con tus burlas! ¿Por qué hiciste eso? Todos se rieron de mí después de tus tonterías -tensó el rostro la castaña.

-¡No fue mi culpa que te hayas disfrazado de un unicornio! -sonrió con arrogancia el rubio.

-Eres un tremendo idiota, ¡Largate de mi casa! -la castaña se levantó de su cama mientras daba unos pasos cerca a la puerta.

-¿Esa es una camiseta de pony? -sonrió con burla contenida el risueño joven.

-Si y largo -señaló la salida.

-Me importa muy poco si salgo o no de tu casa -se levantó de su posición para seguir a la castaña, quién esperaba con los brazos cruzados cerca de la puerta.

Pero el rubio con su brazo cerró la puerta encarcelando de paso a la castaña con sus brazos, acercó su rostro a su oreja derecha y sonrió.

-Pero me importa saber porque huiste ese día Pines -dijo suspirando logrando sobresaltar a la castaña.

-No me molesta que estés... así de cerca de mí pero no quiero hablar ahora -con sus manos intentó empujar al rubio.

-En vano es, tengo más fuerza y lo sabes -su sonrisa se desvaneció- me heriste Pines, yo había preparado algo espectacular después de esa noche... después de llorar te fuiste como una estrella fugaz de mi vista y no volviste.

La castaña cerró los ojos con resignación- como lo siento Bill, no estaba de ánimo ese día y...

El rubio empezó a besar el cuello de la castaña logrando hacerla suspirar por sopresa.

-Bill... sueltame, ahora no, solo vete a casa, no tienes porqué... preocuparte por eso, no eres mi... pareja -ella cerró los ojos con más fuerza.

El se separó, pero sus ojos perdieron esa chispa burlesca, ahora eran serios.

-Lo sé, las parejas hacen esto pero tu y yo no lo somos, ni si quiera somos amigos porque así lo quieres tu, sin embargo me dejas hacer esto ¿Por qué? -la castaña seguía con los ojos cerrados- mírame Mabel.

-No me quiero enamorar, es todo -bajó la mirada.

-¿Estás jugando conmigo? -soltó una risa irónica mientras se separaba unos metros de la chica.

-No Bill... pero

-Odio los malditos peros contigo Mabel, tus peros son siempre excusas -el rubio empezaba a enojarse.

-¿Qué rayos quieres que te diga? Ya me dañaron antes, no puedo permitirme confiar en cualquiera.

-¿Y yo soy un "cualquiera"? -apretó los puños.

-No quise que lo entendieras así, entiendeme a mi... no quiero salir lastimada.

El rubio suspiró mientras se alejaba y se sentaba en la cama de la joven, se revolvía el cabello con frustación.

-Yo pensé eso contigo Mabel -levantó la mirada- no quise salir lastimado contigo, las malditas arpías que han estado conmigo eran diverción, siempre quise tener algo serio, algo que fuera diferente pero a cambio tenía que tomar en cuenta las probabilidades de salir lastimado, traicionado o burlado, no se cual de esas razones eres tu.

La chica se quedó en silencio, sorprendida por lo que había escuchado.

-Yo me he enamorado perdidamente de ti maldita sea y lo peor es que lo sabes -su mano rozó con sus labios mientras los apretaba con dolor- tu no eras como ellas...

-Yo creí que tu... Bill... pensé... -dudó desviando la mirada.

-Me voy, ya no puedo seguir con esto, puedo volver a ser cruel, jugador y basura otra vez y esa vida llena de miserias que tan bien se me da ¿No? Porque puedo dañar a alguien hasta amándola -se levantó mientras se acercaba a la puerta y salía de esta cerrandola a su paso, dejandola sola en su habitación.

La castaña observaba la puerta con los ojos bien abiertos, tenía miedo, miedo a equivocarse otra ves, dar todo por esa persona sin límites, ilusionarse y soñar con cada momento, con cada beso y caricia, con cada palabra, con cada mirada. Temía cometer el mismo error que cometió siempre, ella ya no quería creer en el amor, ella ya se había rendido, ella ahora quería solo algo sin compromiso, ella ahora quería solo pasión y diversión aunque no lo sintiera en realidad, ella quería ser como él.

Pero él quería ser como ella.

Como ella era antes...

Hola mis amoresss 💖💖 ¿Cómo están?? Espero de que les haya gustado este capítulo, a mi dolió escribir esto :'c es que hasta yo no quería dejarlo así pero algo en mí  dijo: "~dejalo así MUAJAJ" y bueeeno. Cuidense los amo 😘

one shot -- MABILLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora