Te hago un resumen de todo lo que hemos hecho estos días, que no es que hayamos hecho mucho. Básicamente, hemos intentamos no parar para poder llegar cuanto antes y esta vez, por lo menos, no nos han encontrado los malos.
Al final hemos llegado a Lincoln (por fin ¡yupi!). Es entonces, cuando reviso el papel que me había dado mi padre y, con la ayuda de la gente local, conseguimos llegar a nuestro destino, que no es ni nada más ni nada menos que un taller mecánico.
Aparcamos cerca de dicho taller, cogemos nuestras mochilas y entramos en el local. Un hombre forzudo se acerca a nosotros, cosa que tengo que admitir nos asusta un poco, y pregunta:
—¿Buscáis a Jason Smith?—pregunta con una grave voz.
Nos miramos perplejos. ¿Quién demonios es Jason Smith y como sabía que vendríamos?
—Veréis—suspira al ver que no tenemos ni idea de lo que nos está diciendo—. Él me dijo que si dos chicos adolescentes venían a nuestro taller os diera su dirección—nos explica el grandullón.
—Sí, es verda—digo dándome un golpe en la cabeza, señal de que se me había "olvidado"—. Casi se nos olvidaba, que cabeza tenemos. ¿Cuál es su dirección?
—Justo al final de la calle—señala el final de la calle—. Vive en el único portal que hay en el sexto piso.
—Genial. Muchas gracias-agradecemos al unísono y nos dirigimos a esa dirección.
Llegamos al poco rato, como había dicho el mecanico, al único portal de esa zona. Pero la puerta está cerrada. Como que pasamos de tocar el timbre así que voy a lo fácil.
Concentro todos mis pensamientos en abrir la cerradura y click, se abre.
—Et voilà-digo abriendo la puerta con aires de grandeza.
—Life hacks-bromea y ambos soltamos una carcajada.
Subimos por la escalera hasta llegar al sexto piso. Cuando llegamos allí, miramos en los buzones en busca de alguien llamado Jason Smith.
—¡Es esta!—encuentra Dylan.
Tocamos el timbre como personas civilizadas que somos y esperamos.
No abre nadie.
—Voy a tocar otra vez—digo pero antes de que llegue a tocar, la puerta se abre presentándonos al tal Jason Smith.
Es un hombre de unos cuarenta años bastante alto y robusto. Su cabello es de color marrón al igual que su barba, aunque tiene alguna que otra cana, y sus ojos se me hacen muy familiares, son de un color grisáceo. Al vernos, sonríe de oreja a oreja y me recuerda mucho a la sonrisa de Dylan.
La reacción de mi compañero es otra totalmente diferente.
—¡¿Tío Rick?!—exclama sorprendido y con la boca abierta.
Me quedo de piedra y lo miro sorprendida. Por eso se me hacía familiar.
—Me alegro de volver a verte, Dylan—dice aparentemente feliz.
—No puedo decir lo mismo—dice resentido y con cara de pocos amigos.
Por si se te había olvidado, te refresco la memoria: cuando el padre de Dylan desapareció, sin previo aviso, su tío también lo hizo. Es por eso que le guarda rencor y eso.
—Será mejor que te expliques, ¡YA!—exclama lo último cabreado apretando los puños. Al verlo así, le cojo la mano para intentar relajarle.
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Metahumanos
Teen Fiction[COMPLETADA] Soy Lena, Lena Winchester. Un día, aparecí perdida en un bosque. Sin recordar nada, sin saber cómo o por qué estaba allí. Con la única compañía de un chico desconocido. Ninguno de los dos sabíamos como llegamos allí. Juntos intentarem...