Capítulo 23: Confirmación

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No dudé ni un segundo en hacer todo lo posible para sacar a mi hermano del bosque por temor de que terminara justo como yo o peor.

Me rocié con el agua del jarrón de las rosas que tenía junto a mi cama y en un pequeño frasco, llevé un poco conmigo. El objetivo de todo era que aquel ser no se pudiera acercar a mí, de manera que no me pudiera hacer ningún tipo de daño. Después de todo, no era tan tonta como Sam o Jensen creían y no estaba tan indefensa como para no poder enfrentarme a ese Mason. Había aprendido mucho de los relatos de Anna, quien era la única que me daba algo de información sobre la naturaleza de los vampiros, y sabía cómo defenderme a mí misma sin necesidad de que ninguno de ellos estuviera cuidando mis pasos como si fuera una niña de cinco años.

Tomé el carro de Veronica, un Ford blanco del 2019, y conduje hasta el lugar pactado. Conmigo llevaba una linterna para alumbrar la noche, aunque no era necesario ya que la luna llena se alzaba sobre los árboles del bosque para anunciarme que quizás, y para mi pesar, ese animal que me había atacado hacia un mes atrás apareciera entre los robles del bosque con su boca ensangrentada y de nuevo tratara de asesinarme.
Incluso sabiendo que se trataba de Sam, no lograba poder controlar mi terror hacia él. La herida en mi brazo comenzaba a escocer y los dolores en todo el cuerpo como los de la noche anterior volvían a presentarse en el peor momento posible, para mi desdicha.

Aunque pensé en todo lo que podía salir bestialmente mal con mi decisión, nada me hizo temblar, darme por vencida y, mucho menos, declinar en mi intento de rescatar a los que me importaban, sin tener en cuenta las consecuencias que esto pudiera tener en mi vida. Siempre me importaban más otras personas y ponía en primer lugar las necesidades de todo el mundo antes de las mías propias: esa era mi gran virtud, o mi gran defecto, en dependencia del contexto donde me encontrara.

—¡Finalmente estas aquí! —escuché la voz masculina salir tras un árbol—. Ya veo que no trajiste a tus nuevos amigos —dijo.

Era Mason, quien de seguro se había cerciorado de que los otros no estuvieran conmigo en una olfateada a mi alrededor. Por un momento me alegré de aparecer sola, pues quién sabía lo que habría hecho si le preparaba una emboscada con el resto de los sobrenaturales que me cuidaban.

—No. Supuse que era más seguro si me encontraba contigo según tus instrucciones —dije para estrechar una rama de olivo entre nosotros dos y que confiara en mí—. Entiendo que eres de palabra, de manera que cumplirás tu parte de trato que planearemos aquí ¿no es cierto? —me acerqué un poco a él.

—¡No te acerques más! El hedor a rosas me está matando —frunció el ceño—. Eres inteligente, pero eso no salvará a tu amiga o a tu hermano —dijo alejándose y mostrándome a ambos atados tras un árbol.

Katherine estaba despierta. Podía ver sus ojos horrorizados y llorosos. Tenía una mordaza en la boca de manera que no podía escuchar sus súplicas, pero por las lágrimas que derramaba, estaba desesperada. En cambio, mi hermano estaba inconsciente. Primeramente me preocupó su condición, pero luego comprendí que si me quebraba, aunque fuese solo por unos segundos, iba a ser más fácil para Mason controlarme y eso era algo que no me podía permitir a mí misma.

—¿Ellos están bien? —pregunté con voz autoritaria disimulando tanto como pude el nerviosismo.

—Sí, Erick está intacto, pero Kat ha sido una chica bastante mala, de manera que tuve que calmarla —me dijo tocando suavemente el cuello de la joven donde se avistaba una nueva y sangrante mordida.

El roce de su piel con la muchacha cambió completamente el rostro de Mason y se convirtió en la cosa más espantosa y retorcida que jamás había visto en mi vida. No era para nada como Anna o Jensen. Aquellas venas negras recorriendo toda su cara y los enormes colmillos que no le permitían cerrar completamente la boca asustaban aún más cuando me miraba con esos ojos rojos y negros.

La Reina De Los Lobos [Saga Dioses Caídas] (Libro 1 ✔️✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora