Capítulo 56: Rodando en el Abismo

719 60 35
                                    

Febrero estaba en sus días finales y marzo le pisaba los talones. Mis 'vacaciones' estaban terminando más pronto de lo que esperaba, al igual que mi relación con Lachlan, o con Sam, para todos los efectos. No había sabido nada de Lach desde el día que rompimos. Ninguna llamada, ningún mensaje y ni hablar de encontrarnos. Nos conocíamos tan bien que nos dedicamos a evitarnos mutuamente esa semana que estuvimos separados.

-¿No planeas hablar con él? -me preguntaba Kat mientras entrenábamos en el viejo almacén.

-No, ni pensarlo -contesté mientras arreglaba la mirilla de mi arco.

-Yo verdaderamente creo que él tiene un poco de razón en su planteamiento, Lizzy -opinó un poco tímida.

-¿Estás defendiéndolo? -pregunté molesta por su comentario.

-¡No! -se retractó inmediatamente-. Solo estoy diciendo que comprendo que se sintiera confundido después de todo lo sucedió -terminó antes de comenzar a disparar a la diana, pero no sintiéndose del todo feliz con su respuesta, continuó recitándome verdades que no quería escuchar-. Es más que evidente también que tienes asuntos pendientes con Sam.

-El único asunto pendiente que tengo con él es el de volverle a dar otra cachetada -dije-. Una por todas las veces que se ha reído de mí en mi cara.

No me podía concentrar bien en esa práctica y aunque arreglé el arco a mi gusto, estaba haciendo todo mal, así que decidí no entrenar más por ese día. El resto de la tarde sería igualmente caótica; terrible a mi punto de vista.

Recibí un mensaje de Anna que me decía que esa tarde la cena sería en su casa así que decidí tomar un baño antes de seguir allá. Estaba encalmada y sudorosa luego de tres horas de entrenamiento con Katherine. Teníamos que estar preparadas para todo y que su padre no estuviera en la ciudad no era impedimento para mejorar nuestras propias habilidades. Al contrario, sería magnífico que cuando él regresara de Virginia con nuevas noticias de los cazadores de allá, estuviéramos completamente preparadas para enfrentarnos a cualquier tipo de amenaza.

Decidí bañarme en la ducha porque en la bañera de seguro que me quedaría dormida, sobre todo pensé que una buena ducha de agua caliente sería perfecto para poderme quitar todo el cansancio que tenía en esos momentos.

El agua estaba hirviendo, me calaba hasta los huesos y además quitaba todas las preocupaciones de mi cabeza. Tenía la mente en blanco, o al menos estaba sedada hasta que escuché que alguien en mi cuarto estaba cotilleado en mis cosas.

Tenía un cuchillo bañado en agua de rosas al alcance de mi mano así que lo tomé, me enredé en la toalla y dejé la ducha abierta para que quienquiera que estuviera allí afuera registrando en mi habitación creyera que continuaba en el baño y que no había escuchado ninguno de los ruidos. Me escondí detrás de la puerta entreabierta hasta que pudiera ver la verdadera identidad del extraño.

Era Christian. Lo supe desde que lo vi de espaldas usando una chaqueta negra muy parecida a la de Sam, además, ahora no podía sacarlo de mi cabeza pensando que podía irrumpir en mi habitación en cualquier momento.

-¿Una chica no puede tomar un baño en paz en esta ciudad? -pregunté sarcásticamente mientras salía de mi escondite con el arma en la mano.

-No cuando es una traidora -respondió Chris sin voltearse pero con un tono de voz aterrador que me estremeció todos y cada uno de los huesos de mi cuerpo.

-¿A qué te refieres? -pregunté desde lejos asustada por la futura reacción que aquel hombre pudiera tener para conmigo.

-Tú sabes muy bien a lo que me refiero. ¡No trates de tomarme por tonto! ¡No soy Sammuel! -dijo arremetiendo violentamente contra mí. Me tomó por el cuello y trató de alzarme, pero no lo hizo aunque sus ojos cambiaron repentinamente de color. Eran totalmente rojos-. Te dije que te mantuvieras alejada de Alexandra -me dijo un poco más calmado, pero aun sosteniendo mi cuello.

La Reina De Los Lobos [Saga Dioses Caídas] (Libro 1 ✔️✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora