La luz blanca sobre mi rostro me hizo reaccionar nuevamente. En un esfuerzo sobrehumano logré abrir los ojos mientras sentía en mi boca el sabor a anestesia y la garganta raspada y reseca de los tubos que seguro habían tenido que bajar por ella. El dolor en mi brazo izquierdo pocos segundos después que di en mí se hizo presente como una punzada que se iba agudizando a medida que me volvía más consciente de lo que me había sucedido. Era una agonizante molestia sorda que vencía con creces el agotamiento de mi cuerpo o el golpe en mi cabeza. No pude evitar gritar, pero este sucumbió en mi garganta, pues al parecer ni siquiera tenía fuerzas para articular palabra alguna.
Mi brazo y mi espalda estaban cubiertas por vendajes nuevos, y sentía los puntos de hilo quirúrgico hacer algo de presión en mi piel. Dolía como nunca nada en mi vida. Recordé entonces lo que había pasado la noche anterior; aquella cosa había clavado sus garras en el brazo y luego me persiguió por el bosque. Prácticamente había estado al borde de la muerte. Lo más curioso era qué ni siquiera sabía qué tipo de animal era ese, parecía sacado de una muy mala película de terror, de esas en las que el protagonista siempre muere a manos de la bizarra criatura y renace incluso peor que esta. Era demasiado grande para ser un lobo pero definitivamente no era un oso. Tuve la escalofriante oportunidad de verlo desde muy cerca y puedo decir, sin temor a confundirme, que estaba segura de que era ningún tipo de animal que yo conociera o que estuviera en algún registro. Ni siquiera pensaba que existiera, pero las pesadillas no causan heridas de treinta puntos.
—¡Está despierta! ¡Está despierta! ¡Gracias a Dios que abriste esos ojos, mi niña! ¡Aquí ya estábamos muriéndonos de angustia! —gritó Veronica desde la puerta de mi habitación, al ver que finalmente había regresado a mis sentidos.
Se abalanzó a darme un abrazo como solía hacerlo, pero esta vez tuvo cuidado de no lastimarme la operación. Detrás de ella aparecieron todos mis amigos. Uno junto al otro se asomaron a la puerta a verme. La preocupación en sus rostros se tornó alivio al saber que estaba bien... o al menos, viva.
Erick había llorado. Lo sabía porque sus ojos estaban demasiado rojos e hinchados. Imagino que pensó que no podía soportar la carga de que su hermana también muriera. Anna se veía un poco aliviada, tenía el rostro más pálido de lo común y la nariz colorada, pero se veía nerviosa y sobresaltada, mirando cada cinco minutos mi herida vendada y vigilando mis reacciones. Dylan solo sonrió y Katherine se quitaba toda la pintura corrida que tenía sobre su cara. Por último, Jensen salió de entre la multitud que se acumulaba en la puerta. Su camisa estaba llena de sangre… ¿Era esa mi sangre? ¿Había sido él quien había gritado en el bosque? ¿La criatura lo obedecía a él? Las preguntas llenaron mi cabeza a tal punto que no podía apartar los ojos de Jensen, quien dejó sobre la mesa de la cama el pendiente extraviado y se sentó en la silla adyacente a la cama.
Estaba sorda a las palabras de Vero explicando que Richard no había podido salir del trabajo porque estaba atrasado con unas entregas, o a las de Kat hablándome de lo culpable que se sentía por no acompañarme en mi estúpida aventura. Solo miraba los ojos de Jensen que extrañamente, cada día se parecían más a la última mirada de misericordia que me tendió esa criatura en el bosque. ¿Por qué sus ojos se parecían a los de esa criatura?
—Corazón, ¿estás bien? —preguntó Veronica preocupada al ver que no le estaba prestando atención y que estaba como en otro lugar mientras ella hablaba.
—Sí… solo un poco confundida y con un dolor enorme... pero estoy bien —le respondí a mi sobreprotectora madrastra, quien era para mí el retrato de una madre. Acto seguido me dirigí a Jensen—. ¿Fuiste tú el que alejó esa cosa de mí anoche? ¿Tú lo viste también? —pregunté presionándolo para que me dijera si realmente lo que había sucedido la noche anterior era real y no eran solo imágenes tergiversadas de un oso o cualquier otro animal que mi mente confundida ponía en mí.
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La Reina De Los Lobos [Saga Dioses Caídas] (Libro 1 ✔️✔️)
ParanormalneEl amor, el terror y lo sobrenatural se entrelazan en la vida de Elizabeth Sheffield, quien ha regresado a Valley City para enfrentarse a su destino ¿Cuál es el camino que elegirá? Atrapada en una guerra de seres sobrenaturales será atacada por lobo...