Amor de Aeropuerto - MeanPlan/2wish

Capítulo 16: Masaje

      Después de casi una semana aquí en la gran y antigua China, durmiendo muy bien acompañado, ya en dos días me voy, ya necesito regresar a casa.

      ¿Y qué creen que ha pasado?

     Exacto.

      Nada.

      ¡NADA!

     NO HA PASADO NADA. Nada. Nada más allá de unos cuantos besos, tanto calientes y húmedos como cortos y tiernos antes de que él se vaya a sus juntas y yo a pasear y sacar fotos con mi familia o solo. Realmente parecemos una pareja que lleva mucho tiempo junta, hasta en el hecho de que no hemos tenido sexo. ¿Cuánta más abstinencia, Buda? ¿Cuánta más?

      También hemos tenido algunos toques por aquí y por allá, pero nada muy serio, como explorando nuestros cuerpos. Exploraciones que después debo bajar, en la intimidad de la que se supone es mi suit, obviamente.

      Y si supieran que en realidad eso no me molesta. Obviamente tengo dolor en las que cuelgan de tanto deseo contenido. Pero me agrada que no apresuremos nada, porque como dije en su momento es un hombre misterioso, cada vez conozco más de él y más interesante me parece. NO TODO ES SEXO.

      Vaya, si se lo dijera al Plan de hace unos meses, se hubiera reído, ya que para él, todo es sexo.

      Obviamente le he sacado fotos, no me he podido contener. Algunas en las que se ha dado cuenta, otras no. Fotos dignas de vender, pero por lo egoísta que soy, me las quedaré todas toditas. De repente me volví a sentir como un niño.

      Como he dormido aquí, obviamente traje mis cosas para acá, pero de vez en cuando me voy a la suit para no levantar ninguna sospecha y es que este apuesto hombre, ha sido víctima de muchos escándalos por culpa de tanto hombres como mujeres oportunistas. Y yo no quiero que nuestro trato vaya a cambiar. Todo va muy bien. Somos unos socios ejemplares.

      He comprado varias cosas para mis amigos, a Perth y a Saint les compré llaveros iguales, sé que terminarán de novios, pero por cualquier cosa solo diré que es un musical y haré manos de jazz. Ver Monster Inc. Me dejó mal.

      A P'Chao le compré unos masculinos guantes de cuero sin dedos, él ama andar en motocicleta pero sus nudillos sufren las consecuencias de que no use protección. Sé que le quedarán bien a sus manos grandes y raposas. No pregunten como lo sé. Porque no les voy a decir. Oh sí...

      A P'Earth le llevo una botella de alcohol, las colecciona más no bebe.

       A mamá le llevo dulces tradicionales, tiene meses sin poder venir a las tierras que la vieron nacer por lo que extraña algunas cosas de aquí.

      Por otro lado, son las 3am y mi socio no regresa, la junta se ha alargado demasiado y necesita descansar. Sigo dando vueltas en la cama sin poder dormir, cuando escucho la puerta abrirse. Y pasos acercarse a donde estoy.

—¿Cómo le fue? – Aunque tenga cara de agotamiento total, se sigue viendo guapo. –

      Pregunto por millonésima vez. ¡¿Cómo demonios hace para verse tan guapo?!

—Sigue despierto. – Me sonríe desabrochándose la camisa. —Agotador y me esperan más juntas mañana y pasado. El proyecto se está haciendo pesado.

       Sé que sigue hablando pero dejo de prestarle atención, sus abdominales me llaman a lamerlos, se me hace agua la saliva. Se pone de perfil dejando la ropa en el pequeño cesto y veo su lunar, su maldito lunar. Algún día lo chuparé y lo lameré hasta el cansancio y ese día, podré morir en paz.

—¿El señor desea un masaje? – Propongo de la nada. ESTO NO ESTABA EN EL LIBRETO. PRODUCCIÓN. –

—De usted, cualquier cosa. – Odio y amo sus cambios de voz. Puede lograr distintas reacciones en mí. –

      Se sienta dándome la espalda y yo me arrodillo tras él. Masajeo sus hombros, bajando por sus brazos. Y que brazos. Aunque los he manoseado varias veces no me cansaré de repetir lo bien formados que están.

       Me regreso a su espalda, un poco trabajada, la verdad. Nada exagerado. Justo como me lo recomendó el doctor.

—Acuéstese. Será el mejor masaje que le hayan dado. – Susurro en su oído viendo su piel erizarse. – 

       Dulce venganza, aunque él no brincó gaymente como yo lo hago. Estoy mal.

—Mmm... - Suspira. –

      Me hago a un lado y él se acuesta boca abajo. Me subo sobre él sentándome en su cadera, puedo sentir sus nalgas en la mías, es bizarro pero extrañamente sexy, empiezo a dar caricias y golpecitos en su espalda.

—Ahh sí, eres bueno en esto... - Vuelve a suspirar debajo de mí. –

       Piensa en la biblia Plan, piensa en la biblia. Solo le das un masaje, no están haciendo más nada, abajo Fifi.

      Minutos después mis manos se cansan y dejo de escucharle suspirar y decir lo bien que se siente. Pego mi torso al suyo y miro su rostro.

      Se ha quedado dormido. Así de agotado estará y yo aquí, con pensamientos pecaminosos, que mal socio eres Plan.

      Me salgo de su encima, me levanto a apagar la luz y regreso a la cama cubriéndonos a ambos con ella. Ahora se siente raro no dormir en cucharita, pero la posición en la que se ha quedado frito, demuestra lo cansado que está.

       Sonrío realizado, hace tiempo que no me gustaba alguien para algo más allá del sexo, pero creo que con él, es todo diferente. 

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       Capítulo para irme a dormir c: ¿Les gustó? ¿No les gustó? Algo sensual a mi parecer, juas. 

      Ahorita, a las 2am en mi rancho, doy leche tibia (NO MAL PENSAR, BAI). Para que descansen y tengan dulces sueños, más tarde vendré a atormentarlas, digo, a actualizarles Necesito a mi (no) omega, espérenlo. 

      Me largo a dormir antes que mi papá me lance un zapato. Bais. c: 

-N'Anyi:)