Capítulo 24: Manila

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—No puede ser cierto. – Susurro entrando al aeropuerto internacional de Manila. –

—¿Sucede algo? – Pregunta mi socio que camina pocos pasos adelante. Obviamente con su tapabocas. –

—Solo espero que no me vea. – Prosigo sin responder. –

—¿Quién? – Vuelve a cuestionar en tono jocoso. –

—¿Se acuerda de la llamada de anoche? – Me posiciono a su lado. –

        Él asiente y yo continúo.

—Esa persona de ahí. – Señalo disimuladamente a donde se encuentra. Él mira. —Es quien llamó.

         No sé qué le dio tanta risa. Creo que fue mi tono disgustado. Pero su risa de niño me hizo sonreír. Es demasiado tierno, basta.

—Y no quiere que le vea. – Comenta lo obvio. –

—Exactamente. – Asiento. —Si lo hace, se pegará como lapa a nosotros y sus interrupciones serán peores. – También porque lo conozco y sé que Mean Phiravich es totalmente su tipo. –

—Entonces evitémosle. – Me toma de la cadera. Y dos de sus dedos llegan a tocar mi nalga. I like it. –

        Caminamos a migraciones, formándonos. Por ahora no he visto niñas gritonas. A lo mejor sea como en España. Quedo tras él, revisando mi teléfono, tratando de apegarme disimuladamente a su espalda, sin tocarlo mucho. Es que él me transmite tanta seguridad, parece que fuéramos un imán. Además de que hace bastante frío y él siempre está calentito. Como yo, pero es otro tipo de calor. ¿Vale?

—Ay no. – Murmuro. –

       Él se inclina un poco hacia mí-

—¿Qué sucede ahora?

—Me ha visto. – Digo en su oído, casi dejando descansar mi barbilla en su hombro. —Y viene para acá.

        Un efusivo Saint se acerca, casi pegando brincos. Si estuviéramos en otra situación, y otro momento, también me alegraría mucho verle después de tanto tiempo. Pero justo ahora le guardo un tremendo rencor. Voy a lanzarte al tigre hambriento. No dudará en comerte desde el primer momento.

—P'Plaaaan. – Me saluda como siempre. –

—Saint. – Saludo, como tengo el tapabocas, no tengo que forzar una sonrisa de me contenta mucho verte. PORQUE NO ES ASÍ. Y él lo sabe. –

       Anoche arruinó el momento de Plan.

—¿Este es el hombre misterioso? – Murmura apegándose mucho a mí. –

        Lo empujo y mi socio nos mira. No puedo leer sus ojos, pero creo que se está burlando. Vuelvo a agradecer tener la mascarilla. Maldito sonrojo de mierda.

—¿Quieres callarte? – Digo por lo bajo con los dientes apretados. –

—¿Hombre misterioso? – Pregunta finalmente el nombrado. –

—Oh, un placer conocerle finalmente. – Le saluda Saint y yo me pongo alerta. Ya ha puesto sus ojos en él. –

        Saint puede ser todo mi mejor amigo que quiera, mi bro, mi confidente, pero es la primera vez que coincidimos en gustos. Se le nota que le ha interesado mi dios griego. Celos 100% Y más celos me dan porque mi amigo es muy guapo y aunque ahorita no lo pueda ver bien por el tapabocas, lo verá en algún momento porque sé que es capaz de cambiar de hotel solo por estar conmigo, y con él. Suspiro. Necesito lanzárselo a Perth y que este se lo coma lo antes posible.

Amor de Aeropuerto - MeanPlan/2wishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora