—Con él habla. – Se escucha como se remueve. – ¿Quién es?
Sí, sé que con él hablo, esa voz es inolvidable.—Del aeropuerto. – Brillante Plan, brillante. Me doy un palmface insonoro. —Tuvimos un problema con el equipaje de otro pasajero, asegura que tiene el suyo, ya que son maletas iguales. – Hablo seriamente, tratando de sonar como Perth. –
—¿En serio? No he tenido de revisarlo. Espere. – Escucho ruido y él vuelve al teléfono. —Umh, sí, esto no es mío... Es de... ¿Plan Rathavit?
Mi nombre se escucha tan bien con su voz, me trago un gritito de fanboy y contesto en personaje.
—Sí, concuerda con el de la persona de la queja.
—¿Podría comunicarme directamente con él? – WHAAAAT, esto sí que no me lo esperaba. –
Quedo sin palabras, ¿qué le digo? ¿Qué me hice pasar por el aeropuerto? ¿Hago que me llame a mi teléfono? Espera, imposible, aquí no tengo cobertura... ¿QUÉ HAGO? ¿QUÉ HAGO? Piensa rápido Plan, piensa.
—¿Por qué querría hacer eso? – Que cuele, que cuele, que cuele. –
—Lo resolveríamos más rápido entre los dos. – Eso suena taaaaan mal, pero taaan bien. –
Mi imaginación vuela, vuela alto, muy, muy alto.
—¿No has reconocido mi voz? – Escucho su risa. Su melodiosa risa. –
—Quería ver hasta donde llegarías. – Dice burlón. –
Este estúpidoooo, me estuvo viendo la cara, nunca pensé que me caería mal momentáneamente, pero supongo que ese es su encanto.
—Déjame. – Lo corto seco y su risa cesa. —¿Cómo lo resolveremos?
—¿Necesitas tus cosas urgentemente? – Pregunta en cambio. –
—Realmente, no. ¿Y tú?
—Bien, regreso a Tailandia en, tres semanas, ahí hacemos el intercambio. ¿Te parece?
—Perfecto. - ¿Podría contar como una cita? –
—Quedamos así. Te dejo, tengo trabajo.
Colgamos y estrello mis manos en mi cara. Joder, que vergüenza. Miro la hora. 2:55am. Hablamos tanto, pero tan poco, 10 minutos exactos y me parecieron horas, y solo porque nos vacilamos mutuamente, ¿cómo lo veré a la cara? Quiero que las tierras alemanas me traguen justo ahora.
Es mejor dormir. Sí, es lo mejor... A dormir, Rathavit. A dormir...
Doy vueltas en la cama, me tapo, me destapo, saco un pie de la colcha, lo vuelvo a meter, me pongo de lado, boca arriba, boca abajo. NO PUEDO DORMIR. La vergüenza me mata.
En algún momento de la noche me dormí, pero apenas cierro los ojos y el despertador suena. Es que a mí me llevaaa...
Molesto conmigo y con la vida, me levanto, ahora sí tengo sueño, genial cuerpo, genial. Me doy otra ducha para despejar ideas. ¿Cómo pude haber hecho semejante estupidez? Y lo peor es que posiblemente, su padre sea mi socio próximamente.
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Amor de Aeropuerto - MeanPlan/2wish
FanfictionNos conocimos viajando, viviremos viajando. Lo prometo. Pareja: MeanPlan