POV's Plan
Durante la fiesta no dije mucho y es que después de su invitación para viajar juntos, mi mente voló, voló muy alto; él, yo, misma habitación de hotel, mmm... Tanto que no me di cuenta que ya subíamos juntos a nuestras habitaciones en un estado de alegría.
Y no, no habíamos bebido hasta la muerte, solo un par de copas. Pero no soy bueno con el alcohol. Pero es una MUY buena excusa para estar cerca de él más cerca de lo normal. También finjo un poco, tengo que aprovechar mi pequeño estado de alegría. Podré ser tonto pero no estúpido.
Porque sí, estoy recargado en su hombro, con su brazo a mi alrededor, deseando que baje más su mano, pero sin lograrlo.
—¿Por qué usted es tan sexy? – Ok, esto no lo quería decir. Pero, si cuando estoy consciente del todo a veces se me salen las cosas, ahora con un poco de alcohol en el coco. –
—Esa pregunta debería hacérsela yo a usted... Desde hace tiempo llamando mi atención. – Murmura ronco apretándome más a él. –
Realmente ¿Estos ascensores siempre van así de lentos, o es cuando estoy con él? Pero no me quejo, empiezo a adorar su cercanía.
—¿Yo también le atraigo? – Pregunto de repente lúcido. –
PAREN EL MUNDO, QUIERO BAJARME A ORINAR. Sí este hombre, dueño de mis fantasías me responde que SÍ, ¿Qué será de nosotros desde entonces? ¿Coqueteos? ¿Citas? ¿Coger como conejos? ¿Solo sexo? O sea, ninguna me molesta, pero ya tengo una edad.
—Mucho más de lo que pensé. – Responde en mi oído. –
¿QUÉ TIENE CON HABLARME TAN PEGADO A MÍ? ¿Acaso le gusta alborotarme las hormonas? Porque lo hace de maravilla. Iba a decir algo más y el ascensor se abre en nuestro piso, como siempre interrumpiendo. Tenemos suerte de que nunca nos ha tocado compartir elevador con nadie, sino, quedarían traumatizados de tanta tensión sexual. Que espero, pronto poder liberar.
Me saca del cubículo aún rodeándome y me lleva frente a su puerta.
—¿Quiere entrar un rato? – Pregunta sonriendo lindamente. ¿Y el hombre seductor? No lo sé, pero esta faceta también me encanta. –
Aunque ese un rato, a las 2:45am, suena raro. ¿Por qué no me invita a dormir con él directamente?
—¿Por qué no mejor solo me dice si acepto que durmamos juntos? – Otra vez hablando sin pensar. Bien Rathavit, bien. Él solo sonríe de lado, lo he pillado —Solo si hace algo por mí. – Respondo coqueto. Con alcohol en la sangre lo haré y después le echaré la culpa a la bebida. –
—Por usted, lo que sea. – Abre la puerta. –
—¿Podría hacerme el favor de tocar mi trasero de una vez por todas? – Mis orejas se calientan y lo miro a los ojos. –
Él no está tan frito como yo, pero mordió cebo.
—Con todo el gusto del mundo. – Sonríe de lado y me empuja adentro. –
Me empieza a besar apasionadamente, y aquí no me cabe duda de que este dios, sabe hacer todo bien. Devora mis labios dejándome ido y sus manos bajan a mis nalgas apretándolas duramente, como si estuviera sacando las ganas.
Sus grandes manos se ajustan demasiado bien a mi trasero. Me fascina.
Respondo con la misma intensidad, tirando de sus cabellos con las mismas ganas que él me estruja allá abajo.
Cuando necesitamos el maldito aire para poder vivir, nos separamos un poco y, por lo menos a mí, se me ha ido toda la borrachera que pude tener en cualquier momento. Al parecer, a él también.
Nos soltamos como si quemáramos y nos miramos. Si mi amigo empieza a despertar, me voy por piernas de aquí.
—Y-yo. ¡Fue increíble! No puedo mentir. – MALDITA BOCA, TE VOY A ENTRAR A GOLPES. –
—A mí también me gustó. – Ambos estamos tan tímidos. Otra vez pareciendo colegialas, después de todos los comentarios con doble sentido. –
—¿A-ahora qué? – No sabía que hacer, miro mis manos moviendo mis dedos como si fuera lo más interesante, aunque lo más interesante es él y su sensualidad. PLAN, RELAJA LA PELVIS YA, CHICO. –
—¿Qué tal si dormimos? – Propone echando a andar hasta la habitación. –
—¿Juntos? – Me aseguro. –
—Claro, después de eso, no puedo permitir que se vaya. – Le persigo. –
Sí, esto no será solo sexo, él sabe cómo ser romántico.
—Ahí está el baño, por si gusta pasar. – Apunta a la puerta blanca y asiento. –
Necesito lavarme la cara y orinar para creerme que esto realmente está pasando. Hago mis cosas y me miro al espejo.
—De verdad está pasando. – Susurro. —¿Me gané la lotería con el hombre misterioso? – Gesticulo. –
Es el hombre perfecto. Sexy, guapo, caballeroso, su risa es demasiado contagiosa, viajero, pervertido, detallista, aunque no sea una chica. Y besa como los dioses. ¿Necesito algo más? Joder, me estoy tardando demasiado.
Salgo finalmente del baño y él ya está acostado, mirando su celular con unos lentes de lectura, SIN CAMISA, repito. SIN CAMISA. Al fin puedo apreciarle completamente. Me quedo quieto en la puerta. Parece un sensual científico y yo quiero que me estudie.
—¿Le he sorprendido? – Levanta una ceja. –
—No se lo negaré. – Muerdo mi labio. –
Creo que ya la pena que teníamos se empieza a ir después de tan desvergonzado beso.
—Venga, póngase cómodo. Ahí le dejé una pijama. – Sonríe ladino. –
¿Cambiarme frente a él? No suena mal. Total, somos hombres. Me siento en el otro extremo de la cama y me quito la prenda superior, colocándome la que me prestó, me queda como bata, no creo que sea necesario el short. Me saco el pantalón y me meto bajo las sábanas.
—Buenas noches. – Susurra acercándose más a mí, luego de apagar la luz. –
—Buenas noches.
Me rodea la cadera lentamente, como pidiendo permiso de hacerlo y yo lo concedo apegándome más a él.
No pensé que fuera a dormir con él sin hacer nada, pero me siento satisfecho.
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Podemos dar como iniciado el romance. Romance al estilo MeanPlan :v. Plan seguirá con sus pensamientos impuros, no se preocupen :v. ¿Habrán celos? Obviameeeeente.
¿Les gustó el inicio de su relación? :3 ¿Al fin no? :v
Tomaré varias escenas que hayan sucedido en la vida real, hay cosas muy graciosas de ellos xdxd.
Hoy doy comida de mi rancho, zi. Un platillo típico 7u7. Pabellón criollo. Riko.
-N'Anyi:)
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Amor de Aeropuerto - MeanPlan/2wish
FanfictionNos conocimos viajando, viviremos viajando. Lo prometo. Pareja: MeanPlan