Amor de Aeropuerto - MeanPlan/2wish

Capítulo 29: Celos II

       No sé cuantas veces he viajado a Japón ya. Pero sigue sin dejar de sorprenderme. Siempre tienen algo nuevo, más extraño cada vez. Pero esta sí que no me la esperaba. Me gusta el anime, sí.

       Solo que esto es extraño. El hotel de mi socio ha hecho una fiesta de algo, ya ni sé porque la hicieron, pero obviamente, fuimos invitados. Y no, no es una fiesta normal. No. Aquí los veo, y me veo. Disfrazados de anime. Todos haciendo cosplay. Hasta los máximos encargados. ¿Por qué? Prefiero no preguntar.

       Lo que más me impresiona es el cosplay de mi socio. ¿Cómo un hombre tan sexy puede verse tan tierno disfrazado del detective Conan? Es pregunta seria. Yo, por otro lado, me "disfracé" de un personaje de Vocaloid. No como tal, solo me puse una peluca rosada y mi ropa normal.

       Pero sigue siendo difícil de creer que una empresa SERIA, haga una fiesta de cosplay para sus empleados e inquilinos, es algo que no se ve todos los días. Pero, no me quejo, es diferente y divertido. Innovador, me agrada.

       LO QUE NO ME AGRADA ES QUE MI SOCIO NO ESTÉ A MI LADO. Porque efectivamente, me ha dejado solo, o bueno, lo más solo que se puede estar en estas fiestas, y no se fue por algo relacionado a trabajo, no. ÉL SE FUE CON SU AMIGUITO, quien se disfrazó de Chucky, el muñeco diabólico. Y le queda perfecto. ¿Por qué me dejó solo? No lo sé. TAMPOCO QUIERO SABERLO.

—¿Se la está pasando bien? – Me preguntan en un inglés un poco golpeado, pero entendible. Y más si yo pude entenderlo. Mis 6 neuronas se pudieron unir a la perfección. –

—Claro. – Sonreí, el gerente en jefe del hotel es un chico joven. Akira, se llama; nos habíamos visto un par de veces en las que él había bajado a la cocina. –

—Me alegra. – Me agrada sostener una conversación con él sin un traductor de por medio. –

       Es genial, Akira tiene mi edad, es un chico divertido y la verdad un ejemplo a seguir, tan joven, como yo, coff coff. Y ya es el jefe de uno de los hoteles más grandes en el país.

—¿Quieres bailar? – Invita. No es mala opción. –

—Come on! – Nos levantamos y seguía siendo raro. Ver gente bailando y disfrazada de distintos personajes. –

       Vamos al centro de la pista y nos movemos al ritmo de la música de algún grupo japonés. Bastante buena, por cierto. Y se preguntarán ¿Por qué eres tan fácil Plan? ¿No te basta con el joven Mean? Y yo les responderé, el jovencito, se fue con OTRO, a yo no sé donde, me dejó SOLO; y un chico bonito, de mi tamaño y de igual contextura que yo, me invita a bailar; yo no estaba haciendo nada más importante que respirar. ¿Por qué no aceptarlo?

—¿Qué le ha parecido la cocina? – Pregunta lentamente mientras nos movemos. –

      Tardo unos segundos en entenderle la frase completa. Tentado a pedirle que lo repita. PERO ME NIEGO A HACERLO. Este tipo de penas solo las paso con el joven. Y no porque hablemos en idiomas distintos, sino porque me pierdo entre sus labios... Plaaaaan, que estás con un VERDADERO socio, importante. Sacudo la cabeza y con la oración a medias en mi cabeza, respondo con el mejor inglés que creo que me puede salir. Necesito tomar clases. Urgente.

—Muy agradable. Personas ser muy trabajadoras. – Ruego mentalmente por haberlo dicho bien. Y al parecer lo logré, pues él sonrío. –

—Excuse me. – Quisiera no haber pegado ese brinquito gay. Pero ¿Cómo no hacerlo cuando la persona que acaba de hablar, coloca su mano fuertemente en mi hombro, apretando los dedos. –