"Cualquier detalle
Es perfecto,
Si proviene
De la persona
Correcta."- RB. - 🥀
Después del enfrentamiento con el innombrable, en el que hubo bofetón con beso incluido, no lo he vuelto a ver y de eso hace ya una semana...
Es verdad que tengo sentimientos contradictorios. Por una parte, no quiero volver a verlo, pero por otra, me muero por hacerlo, aunque sea solo para darle otra bofetada.
Como otro Domingo más, (éste peor que cualquier otro), ayer, llegó Daisy a salvarme el día, ya que al verme tan desanimada, me obligó a salir a un Pub casi cogiéndome de los pelos, en el que bebimos, bebimos y volvimos a beber, como los peces en el río.
Así que ya os podéis imaginar la resaca que no tendré. Después de toda una mañana ocupada con los pacientes, decidí quedar con mi madre, a la cuál no veía desde hacía semanas, ya que ella vive con papá en Jerez, y debido a la distancia los veo realmente poco.
Decía que me tenían una gran sorpresa, de la cuál no tengo ni idea de qué se trata, sólo espero que sea agradable.
Mientras estoy sentada en mi sillón de piel jugando con mi peludo Husky, esperando a la llegada de mis padres, pienso en aquel beso... y qué beso, no recuerdo la última vez que me besaron así... No quiero darle más vueltas al tema pero es que no deja de venirme a la cabeza todo lo que ha pasado con Artemis, ¿Me volverá a buscar?, ¿Qué son esos secretos que esconde, y ese pasado tan doloroso?
Mientras divago por mis pensamientos me doy cuenta de que llaman a la puerta, ya que Ares no para de ladrar.
- Venga, hija, abre, que hace mucho frío y traigo a tu padre con un constipado de mil demonios, - Eres una exagerada mujer. - Se escucha a través de la puerta, a mi madre exigiéndome y a mi padre con la voz ronca hablar de fondo.
No sé qué voy hacer con estos dos...Así que, sin más demora, me levanto a abrir la puerta, antes de que mi madre la tire abajo.
Y nada más abrirla, mi querida Rosa me llena de abrazos y besos, mientras mi padre se queda esperando a que mi madre deje de hacer los típicos reencuentros que se hacen en un aeropuerto tras mucho tiempo sin verse las familias.
- Ay, ya, mamá, para, que solo hace unas tres semanas que no nos vemos. -
Le digo en su hombro, mientras suelta un par de lágrimas de la emoción.- Lo sé, Leyre, pero compréndeme, estoy sola en la casa, aguantando al ceporro de tu padre y te echo mucho de menos. - Dice, mientras veo como mi padre rueda los ojos, sin poder reprimir una sonrisa, porque sabe que en el fondo lo adora.
Tras soltarme y limpiarse las lágrimas, toca el turno de mi padre.- Cuánto tiempo, querida, ¿Estás más gorda?, Sí, yo creo que sí, deberías hacer más ejercicio. - Dice para molestarme, mientras le echo una de mis miradas asesinas.
Y como he estado tan ocupada viendo el espectáculo de Rosita, mi dramática madre, no me había dado cuenta de que hay una jaula a sus pies.
- Ah, sí, eso... mmmm... cariño, sabíamos que tenías muchas ganas de uno y como estás tan ocupada con tu trabajo decidimos regalártelo.-
No me lo podía creer... me quedé sin habla y con la boca y los ojos abiertos, mientras observaba a mis pies un pequeño hurón blanco precioso. Siempre he querido uno, así que no dude en gritar de alegría.
Y me uní a mis padres en un efusivo abrazo, y me los comí a besos sin parar de darles las gracias.- Se llamará Juanito. - Informo, tras acuclillarme y sacarlo de la jaula. Es tan pequeño que me cabe en la palma de la mano.
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En Tu Mirada ©
RomantikUna mujer, un hombre. Heridas, cicatrices... Un pasado difícil de dejar atrás Tanto para él, Como para ella Dos personas diferentes, pero con algo en común Las dos tienen el corazón roto Pero por diversa razón. ¿Encontrarán la forma de sanar las h...