"Algunas personas
Te sorprenderán.
O para bien, o para mal,
Pero todas
te enseñarán algo distinto ."- RB. - 🥀
Al día siguiente me encuentro en mi puesto de trabajo, viendo la programación de la mañana, datos sobre los pacientes y ojeando el blog de notas.
Tengo un paciente nuevo, un hombre, con un problema... un poco embarazoso. Se trata de una adicción al sexo, en otras palabras, es ninfómano. Pero su problema va un poco más allá de eso: Es propenso a masturbarse.
Tras llamarme Kimberley y decirme que ya ha llegado el paciente, le digo que proceda a pasar.
- Buenos días, señorita. - Saluda, mientras se acerca y me mira de arriba abajo. Es un hombre mayor, de unos 58 años aproximadamente, con un poco de sobrepeso y los ojos bastante saltones.
- Buenos días, Pascual, siéntese, me gustaría que me contase como va evolucionando su problema. -
No es la primera vez que he tratado con pacientes que padecen este tipo de problemas, y la verdad es que he tenido un que otro altercado, espero que el paciente de hoy no se muestre agresivo o se quiera propasar.- Pues mire, en pocas palabras no consigo menguar el deseo sexual que siento, es ver a una mujer y querer tirármela. - Dice de forma brusca.
Mientras noto a través de la mesa como se sujeta el bulto que tiene entre las piernas, y empieza a sudar por la frente.
Intento reprimir una mueca, al ver semejante acto tan inapropiado y repulsivo e intento proseguir como si nada.- ¿Y ha intentando usted ocupar su mente con cualquier otro pensamiento, al sentir esos impulsos?- Le pregunto, pero éste no deja de mirarme el pequeño escote que posee mi camisa.
- Me es muy difícil pensar en cualquier otra cosa teniendo a una hembra con tales curvas delante.- Dice, mientras se lame los labios y vuelve a tocarse sus partes, y esta vez si que no puedo esconder la repulsión que siento. -
- Mire, señor, si usted no me habla con respeto y se ciñe al diálogo, le voy a tener que pedir que abandone mi consulta, y no regrese más. -
Pero muy lejos de marcharse decide levantarse, así que yo repito el gesto y doy un paso atrás.- ¿No le apetece pasar un buen rato conmigo, guapa?, Prometo que te va a gustar.- Dice, mientras va acercándose a mi y desabrocha su cinturón, y en un acto de desesperación no dudo en gritar para pedir auxilio.
- ¡Kim, pide ayuda, por favor, llama a la policia! - Grito, mientras me alejo lo más posible de este degenerado.
Hasta que de repente se abre la puerta, esperando encontrarme a Kim, veo aparecer a Artemis.
Que no duda en agarrar al hombre por las solapas de la camisa y soltarle un puñetazo que consigue mandarlo al suelo.- ¡¡Ni te atrevas a volverte acercar a ella!! - Le grita mientras se agacha en el suelo. ¡¿Te queda claro?!, ¡¡Ahora fuera!! - Grita, mientras yo me quedo en shock en una esquina de la oficina, y observo cómo el hombre sale despavorido, esquivando a Kim que esta apoyada en el marco de la puerta con cara de preocupación.
Artemis, tras sacudir la cabeza, me mira, y no duda en venir hacía mí y abrazarme, mientras yo sigo en un pequeño estado de shock, en el que no soy capaz de moverme.
Así que no duda en llevarme a mi silla y sentarme, mientras escucho de lejos a Kim decir que va a por un vaso de agua, y es lo último que escucho antes de cerrar los ojos...
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En Tu Mirada ©
RomantizmUna mujer, un hombre. Heridas, cicatrices... Un pasado difícil de dejar atrás Tanto para él, Como para ella Dos personas diferentes, pero con algo en común Las dos tienen el corazón roto Pero por diversa razón. ¿Encontrarán la forma de sanar las h...