17. "No hay perdices."

44 12 7
                                    

"No siempre podemos controlar nuestras emociones, hay veces en las que

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"No siempre podemos controlar nuestras emociones,
hay veces en las que...
si no salen
a la superficie,
ellas mismas
te consumen."

- RB. - 🥀

Cenamos en silencio, cómodos, sin embargo, y compartiendo miradas cómplices. Puede que aún no lo haya perdonarlo del todo, pero me hace sentir tan dichosa, tan feliz, que intento que los momentos con él, duren lo máximo posible.

No se que es lo que esta pasando, pero es diferente a todo lo que he experimentado, es algo que no lo puedo explicar con palabras. Porque no tiene una explicación lógica. Por más que lo intente alejar con mis palabras, o con mi conducta, se que en el fondo lo quiero en mi vida, a mi lado.

Apenas se nada sobre él, en cambio él a mí sí, así pues podríamos empezar por ahí.

- Bueno y cuéntame, Artemis, ¿Tienes pareja? - Creo que lo mejor será, poner los puntos sobre las íes.

Artemis tose, creo que le he cogido con la guardia baja. Mientras apoya los codos en la mesa, y coge su servilleta para limpiarse los pequeños restos de comida, yo no puedo parar de estrechar mis manos entre sí debido a los nervios.

- No. - Responde serio y cortante, pero lo único que consigue es levantar mis sospechas.

- Ha sido una pregunta como otra cualquiera, ¿Has estado casado alguna vez? - Contraataco, me ha parecido verle una alianza, y llevo razón por que la intenta ocultar,  veo que todo su cuerpo grita "Incomodidad".

- ¿Que es esto, Leyre, un interrogatorio?
Ni a ti te debe interesar mi pasado, ni a mí me interesa el tuyo. Es pasado y es donde se debe quedar.
Veo como se le va notando cada vez más la vena que le cruza la frente, y también noto como empieza a removerse nervioso en su asiento.

- Solo quiero saber de ti, ¿A caso te parece mal que quiera conocerte mejor?
No hace falta que me trates así, Artemis. - Le replico alzando la voz, a punto de perder los nervios, mientras le escruto con la mirada.

Pero este se levanta, y me planta cara, se acerca, hasta quedar a unos centímetros de mis labios, pero esta vez, no creo que tenga intenciones de besarme.

- Y no te has planteado, ¿Que alomejor no quiero que me conozcas?, Mi pasado no te incumbe.
Creo que ha llegado la hora de que me vaya, me he asegurado bien de que estés bien. - Me dice alzando la voz, mientras su vena ya esta a punto de explotar, y yo me hago pequeña.

No se como reaccionar, prefiero no replicar, por lo que pueda pasar...
No quiero revivir lo que paso hace unos años atrás.

Así que dejo que se levante y se marche. Está verdaderamente cabreado, y no puedo evitar temblar un poco al verlo así. Observo como descuelga su chaqueta y desaparece por la puerta, todo esto sin haberme mirado una sola vez.

En Tu Mirada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora