Una mujer, un hombre.
Heridas, cicatrices...
Un pasado difícil de dejar atrás
Tanto para él,
Como para ella
Dos personas diferentes, pero con algo en común
Las dos tienen el corazón roto
Pero por diversa razón.
¿Encontrarán la forma de sanar las h...
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"Más vale una retirada a tiempo, Que una herida de más."
-RB.- 🥀
[Daisy.]
Estoy agotada, últimamente padezco de insomnio, y no he conseguido dormir en días, mis ojeras violáceas pronto alcanzarán el suelo. El cual comparto con una compañera de trabajo, que al parecer no se encuentra aquí. Ni si quiera entiendo por qué paga un alquiler tan sumamente alto, cuando la mitad de las noches las pasa fuera de casa, y duerme con su pareja, Ian...
Aunque yo si fuera ella, lo último que haría sería dormir, vaya hombre tan bien engendrado.
He estado ignorando las llamadas de Esteban durante todo lo que llevo de día, me gusta, es un buen niño, pero nada más.
Por más que me acueste con hombres, o chicos como él... no consigo avanzar con ellos.
Para evadir el tema de mi mente, intento distraerme poniendo alguna película de Netflix que elijo aleatoriamente, ya que se que no le voy a poner mucha atención...
Al cabo de una hora y media, la pequeña mesa que separa el televisor del sofá de piel se encuentra repleta de mocos, igual que mi nariz...
- ¿Por qué estás malditas cosas no pasan en la vida real, eh? - Grito a la nada con lágrimas en los ojos, pero riéndome seguidamente de mis propias tonterías.
Cuando escucho el timbre del apartamento, ¿Quién puede ser a estas horas de la madrugada?
Sin más miramientos me acerco a la puerta con mi cara roja con restos de lágrimas, y echo un vistazo por la pequeña mirilla.
En ese instante me quedo sin aire, y el corazón late tan rápido que pareciera que se me fuera a salir del pecho... está aquí.
Después de más de dos años sin verle, está aquí, en la puerta de mi casa, pero... ¿Qué pretende? Creo que fue bastante claro al irse...
<Flashback>
Dos años atrás... 14 de Febrero de 2017
Nunca he sido demasiado romántica, pero Diego consigue sacar todo lo que hay en mí, tanto bueno... como malo, por eso mismo, quiero hacerle algo especial.
Puede que nuestra relación no sea convencional o parecida a las demás, pero se que lo que llevo sintiendo desde que tengo uso de razón, no es amistad.
No suelo verlo más de cuatro días al mes, le encanta viajar, siempre se encuentra de allá para acá, da igual el lugar.
He decidido prepararle una cena, puede parecer increíble por qué suelo ser más de comida basura, pero hoy he realizado una videollamada por Skype con mi madre, para que me ayude a preparar un delicioso plato.
Con todo preparado y a su espera, enciendo unas velas, un poco típico, pero crea un ambiente de intimidad, y quiero que todo sea perfecto.
Han transcurrido dos horas, la cena está fría, y mi cara también, debido a las lágrimas. No solo es San Valentín, si no que mañana es su cumpleaños número veintiseis, y para más inri es nuestro aniversario.
No coge mis llamadas, no responde a mis mensajes, no se nada de él, y su familia tampoco. Ha llevado a cabo muchas locuras y estupideces, pero ésta, supera con creces a las anteriores...
14 de Abril de 2017
A penas han pasado dos mes desde que se fue, se que no se encuentra en la capital... Dos meses desde que todas mis ilusiones fueron destruidas, Dos meses en los que a penas duermo, y a penas vivo.
Leyre. Siempre más que una compañía, siempre más que una amiga. Todos los días, da igual la hora, da igual el día, ella está ahí.
Pero esta vez cuando cruza la entrada, no trae con ella su característica sonrisa.
Entonces capto algo en su mano izquierda, un sobre. Por su expresión de pena deduzco para quien y de quien es esa carta.
Los segundos y minutos pasan realentizados mientras Leyre me expresa que su hermano apareció por casa hace un día, pero que la hizo jurar... que no me diría nada.
Al haber transcurrido treinta minutos, que podrían an haber sido tres horas perfectamente, ya sola y con el corazón en un puño la abro.
Para Daisy:
Lo siento, dos palabras y ocho sílabas, sin embargo son las veces que he probado a escribirte una carta, pero hasta ahora las anteriores no habían merecido llegar a tus manos.
Se que no puedo dar marcha atrás en el tiempo... y la verdad es que tampoco quiero, lo único que quiero es poder borrar todo el daño que te he causado.
Quiero viajar, ver, oír y escuchar cosas nuevas, y hacer cosas que nadie ha hecho. No puedo quedarme contigo en Madrid, princesa, espero que algún día... puedas perdonarme.
Sabes que creo que en el destino, en el universo y en todo lo espiritual, y estoy seguro que si tenemos que estar juntos, algún día seremos uno.
Siempre tuyo. Cuídate. Con mucho cariño, Diego.
. . .
Aquí tenemos por fin a nuestra preciosa Daisy, espero que os esté gustando este personaje, nos va a traer muchas risas y sorpresas.
