15. "¿Reconciliación?"

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"Miles de labios y manosY tan sólo tú,Me llevas al infiernoY a la vez al cieloCon tan solo una caricia tuya

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"Miles de labios y manos
Y tan sólo tú,
Me llevas al infierno
Y a la vez al cielo
Con tan solo una caricia tuya."

- RB. - 🥀

Y así fue como todo a la mierda se fue. A penas podía pensar, solo podía sentir como sus manos me sostienen la cara, me coge de las caderas y coloco mis piernas alrededor de sus caderas, mientras su boca devoraba la mía...

Con la cabeza en las nubes, no noto que me ha llevado a la encimera de la cocina, hasta que lo siento entre mis piernas y noto el frío de la superficie.

Tengo la mente en blanco, siento mi piel erizada y sus manos descendiendo por mi cintura, metiéndose dentro de mi camisa, mientras me sujeta firmemente con la otra y presiona el centro de nuestros cuerpos para hacer fricción.
No puedo evitar gemir bajito. Hace tanto que no experimentaba esto, es más, creo que nunca me he sentido así de desinhibida.
Este hombre despierta tanto en mí...

Y entonces separa su boca de la mía, pero no su cuerpo...
- ¿Lo sientes?, ¿Sientes lo que me provocas a hacer? - Susurra, mientras hace un pequeño vaivén con sus caderas, que me provoca gemir, y poner los ojos en blanco.

- Mírate, respiras de manera superficial, tu corazón late a mil, y huelo tu excitación desde aquí. Ya no me puedes negar lo que despierto en ti. - Susurra, mirándome a los ojos, mientras con su mano, desciende desde mis labios poco a poco hasta mi centro.

Cuando por fin puedo recobrar un poco la noción del tiempo, aprovecho su distracción para empujarlo y salir de su trampa.

- No voy a permitirte que te aproveches de mis debilidades. -
Espeto acelerada.
El bajarme tan rápido de la encimera ha provocado una pequeña migraña en mi cabeza, y no puedo evitar hacer una mueca de dolor.

Este se acerca y me coge la cara con las manos.

- Puedes ser todo lo testaruda que quieras, pero no me vas a impedir cuidarte. - Y me alza en sus brazos, así por la cara, como si nada.

- ¿Donde está su habitación señorita?-
Y no intento reprimir la pequeña carcajada que me provoca, mientras me mira con una sonrisa resplandeciente, como las que salen en la publicidad de Vitaldent.

- Necesitas descansar, recomendaciones de el médico, así pues es lo que vas hacer... ya habrá tiempo para otras cosas. - Dice esto último fingiendo una pequeña tos, mientras me mira de reojo, y yo no puedo evitar ponerme colorada.
Y así le indico donde se encuentra mi habitación.

Al llegar me recuesta en la gran cama, y se encarga de echar para atrás las sabanas y luego arroparme, es cuando estoy tumbada que me doy cuenta de lo agotada que estoy, y me dejo llevar por el sueño.

Creo haber escuchado algo antes de caer en la inconsciencia...
- Duerme, estaré aquí cuando despiertes. -

En Tu Mirada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora