Una mujer, un hombre.
Heridas, cicatrices...
Un pasado difícil de dejar atrás
Tanto para él,
Como para ella
Dos personas diferentes, pero con algo en común
Las dos tienen el corazón roto
Pero por diversa razón.
¿Encontrarán la forma de sanar las h...
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"Nuestros impulsos nos definen, Tanto sí sabemos controlarlos, Como sí nos dejamos llevar por ellos..."
- RB. - 🥀
Al finalizar aquel extraño día, al llegar el alba, no pude permitirme ir a trabajar, mi cuerpo y mente seguían aún un poco débiles. Por esa razón procuré distraerme, sacando a Ares y jugando con mi pequeño hurón, el cuál, ya estaba haciendo buenas migas con mi peludo amigo.
Se que metí la pata hasta el fondo, aunque no con mala intención, sólo quería saber si el hacerme ilusiones con él, me iba acabar rompiendo el corazón. Fue una simple pregunta, pero pude notar lo incómodo que lo hice sentir.
Para no darle tantas vueltas al asunto decido ir a hacerle una visita a Kim, que además de ser mi secretaria, también es mi vecina. Puede que sea un poco mayor para trabajar, pero le hice el favor, ya que su economía no va del todo bien. Como tengo que cruzar el rellano de mi bloque, solo llevo puesto mi pijama de los Looney Tunes.
Al poco de pulsar el timbre, desde dentro escucho un... - ¡Ya voy! -. Y a los segundos veo como se abre la puerta y se deja ver Kim, con rulos en el pelo y una amable sonrisa de oreja a oreja.
- ¡Pero bueno cariño!, no sabes lo que me preocupé por ti al verte desvanecer, le supliqué a Antonio que te cuidara y velara por ti. - Me suelta a bocajarro, dándome un efusivo abrazo.
- Estoy bien, de verdad, fue debido al miedo y estrés al que estuve sometida, no te preocupes, me cuidó bien. Demasiado bien...- Aseveré consiguiendo tranquilizarla un poco.
- Pasa, pasa, no te quedes ahí, y cuéntame que tal todo con ese muchacho... Mmm... Alfonso, ¿No se llamaba así? - Y me río... Ya es la segunda vez que se equivoca.
- Es Artemis, y si, todo bien, todo lo bien que puede ir con un amigo, y nada más. - Sin saber que al mencionar la palabra "amigo", me dolería más de lo que hubiera podido imaginar.
- He visto la forma en que os miráis querida, a mí no me puedes mentir... pero si no quieres hablar del tema... ¿Cuando vas a visitar a tus padres?, Llamé a tu madre, y le conté lo ocurrido, así que deberías contactar con ella y calmarla, también me anunció que tienen muchas ganas de verte por Jeréz. -
- Me gustaría ir pronto, echo de menos a mis amigos y familiares, gracias por haberla llamado por mí yaya. - Le agradezco, mientras me la como a besos, es lo más parecido a una abuela que he tenido, ya que la mía falleció antes de yo nacer, por una enfermedad crónica.
Tras hablar, y hablar, y como no, cotillear con Kim, decido que ya es hora de volver a casa.
Después de cenar, me sirvo uno, dos, tres... hasta que pierdo la cuenta de los vasos de vino que me he bebido, solo se que estoy feliz y... un poco ebria y... excitada... y en un acto de impulsividad, decido buscar en mi tablet el número de teléfono de Artemis, y me atrevo a llamarlo.
Un tono... dos tonos... - Hola, habla Artemis, ¿Quién es? - Interroga, con esa voz firme, demandante, y tan, tan varonil que hace que se me nuble la mente y suba la temperatura...
