MONEY - HS 💵 #1

XII: Jeff En Su Máxima Expresión

Amanda

Me dediqué a ayudar a Evelyn a comer, sin hablar con nadie, haciendo caso omiso a todo aquel que hablara. Mi mente no paraba de dar vueltas en lo mismo, en el dolor que sentía, en el remordimiento que me estaba consumiendo. ¿Qué pasará si Jeff se entera de Harry mató a su hermana? 

Nunca iba a ser capaz de vivir con este dolor, no podía seguir con Harry, no después de esto, y aunque me dolía, no podía. 

Cuando Evelyn acabó con su plato, me levanté sin pedir permiso y la llevé a la sala donde permití que viera televisión. Iba a regresar a la mesa pero no quería así que me regresé y me coloqué mis zapatos para salir, tomé mi teléfono y lo metí en el bolsillo delantero de mi sudadera, que estaban al pie de la puerta de entrada del departamento, y tomé el abrigo en el perchero.

—No vas hacer la misma gracia de ayer, Amanda —Harry dijo con voz autoritaria levantándose de la mesa, al percatarse de que estaba punto de salir de la casa.

Cerré mis ojos tratando de  no odiar su tono de voz.

Llevé mis manos a mis ojos y negué con la cabeza, tomando aire para no responderle de mala gana.

—Sólo iré a una iglesia —le dije venenosa, mirándolo a los ojos —. Quiero rezarle a mi amiga muerta. A la que tu mataste.

Al darme vuelta ya tenía a Harry detrás de mí, que me miraba con ojos duros.

—Amanda, cállate —él quiso decir con voz baja—. ¿Quieres que Anne se entere? 

Rodé los ojos—: Debería saber lo que realmente eres. 

Dicho aquello quise darme vuelta e irme pero Harry me tomó del brazo.

—No vas a ir a ningún lado —habló con autoridad.

Yo suspiré rendida porque no quería pelear, tampoco tenía las fuerzas así que me regresé al mueble donde estaba Evelyn viendo televisión, me senté a un lado de ella mirando la televisión. Harry no dijo más nada sólo regresó a la cena con Anne, mas tranquilo porque lo había obedecido, dirigí mi mirada hacia él y me percaté de que todos estaban mirándome.

Regresé mi mirada hacia el televisor.

Mi maldita ambición por el dinero me llevó a esto y me dolía como los mil demonios.

Lissa me lo dijo y quise escucharlo.

Cuando abrí mis ojos de nuevo me encontré con Harry parado frente a mi mirándonos con ojos compasivos, yo me senté tomando a Evelyn entre mis brazos para colocarla sobre el mueble, la niña se quedó dormida en cuestión de segundo.

—Me doy cuenta de que también la amas, muy en el fondo pero la quieres —Harry se colocó de cuclillas frente a mí tomando mis manos

Busqué con la mirada a Alan y Anne pero no estaban.

—Te quedaste dormida y decidieron irse —él explicó aún acariciando mis manos.

Miré sus ojos verdes, llenos de amor, tan dulces que me derritieron pero no me moví a abrazarlo o besarlo, pero sólo me dediqué a mirarlo con ojos serios, él bajó la mirada y se sentó en el suelo más cerca de mis piernas, pasó sus manos debajo de mis muslos y recargó su frente sobre mis rodillas. No me moví, aunque las manos me picaban por tocarlo, no quería porque no lo merecía.