Amanda
DOS DÍAS DESPUÉS.
Amaneció y pedí al cielo que una luz de sol se asomase por la maldita ventana.
Ya eran dos semanas y dos días, y habían sido tranquilos, tanta tranquilidad me preocupaba porqué después de la calma venía la tormenta, y yo creo que hasta Evelyn lo sabía. El hambre de la pequeña se intensificaba con el pasar de las horas, tanto que ya era inevitable que no llorara del hambre, de la sed, del frío. Yo me había quitado el mismo suéter que me había puesto el último día en mi casa, se lo coloqué y me quedé solo con una blusa de tirantes debajo, moría de frío pero yo resistía mucho más que Evelyn.
El día pasó igual que los anteriores.
Miserable y frío.
Jeff dijo que todas íbamos a sufrir por igual, y ya entendía a lo que se refería. Me hacía sufrir haciendo sufrir a Anne y Evelyn; era demasiado enfermizo, poco humano lo que estaba haciendo con Evelyn.
Poco a poco el día se tornó noche.
Jeff salió ayer de la casa y no había regresado, cosa que me tranquilizaba un poco. Debían ser como las siete de la noche para cuando escuché bullicio, gente hablando, música, mujeres hablando, carros siendo apagados. Las personas hablando se empezaron a escuchar aún más cerca, la música aunado con los gritos y las risas.
Tomé a Evelyn entre mis brazos y la abracé, me senté con ella en mis piernas sobre la dura colchoneta, ella escondió su rostro en mi pecho con ternura. Tenía miedo porque sabía que estaban dentro de la casa y no era nada bueno.
De repente, la puerta de la habitación reveló a Jeff, usando sus típicos Joggers, unos zapatos deportivos negros, no llevaba camiseta así que podía ver su formado abdomen que había dejado de lucir atractivo para mi. En su mano derecha hacia una botella de ron, estaba borracho o estaba a pocos tragos de estarlo.
Sacó de la parte de atrás del su jogger, con su mano libre la pistola y apuntó a Evelyn. Esta lloró en mi pecho fuertemente, temiendo de Jeff.
—Vamos, afuera —me dijo—. Si no quieres que le vuele lo sesos a la bastarda, será mejor que salgas.
Me levanté inmediatamente, tomé las mejillas de Evelyn, besé su frente y le pedí que guardara silencio, ella entre lágrimas asintió.
Salí de la habitación y cerró con llave la puerta, estaba siendo tomada del brazo por Jeff, él me guió a la sala y una vez allí, pude ver un unos seis hombres que tenían aspecto malo, parecían estar drogados, se reían solos, su ropa estaba casi sucia pero no lucía como vagabundos, habían mujeres, vestidas con ropa ajustada, se movían al ritmo de la música en la sala, moviendo sus caderas, eran alrededor de cinco y un par de ellas estaban en una esquina de la casa siendo toqueteadas por otro tipo, sin pudor, sin una señal de vergüenza.
Díos mío, qué era esto.
—Carl, tengo una niña para ti —Jeff habló halandome hacia la sala con todas esas personas asquerosas..
El que pareció ser Carl, que era un tipo moreno, se levantó y caminó hacia nosotros. Tenía el cabello negro, barba pintaba su cara y sus dientes eran amarillos, apestaba a alcohol y sus ojos rojos.
—¿Es esta belleza? —preguntó con voz sádica.
Jeff se rió y pasó su brazo por mi cintura.
—No, esta belleza es mía desde el primer momento que posé mis ojos en ella —Jeff se rió y lo miré a los ojos, los tenía rojos—. La nena que te prometí está, en esa habitación.
Jeff señaló la puerta que estaba junto a la mía, donde se suponía que estaba Anne, mis ojos se abrieron de par en par, y un sin numero de cosas pasaron por mi cabeza.
—No, no, Anne, no, a ella no le hagas daño, por favor, —tomé a Jeff del cuello—. Haz lo que quieras conmigo.
Jeff, colocó su pistola sobre mis labios asustándome y con ojos perdidos en los míos pidió que callara, yo me callé pero aún así el tipo fue por Anne. Cuando la vi salir tomada del brazo por aquel tipo quise morir, quise ir por ella pero Jeff no me permitió.
—¡Obedeces o torturo frente a ti a la niñata estúpida! —gritó Jeff.
—¡Amanda! —Anne quiso correr hacia mí pero el tal Carl la empujó contra la pared, se posicionó contra ella, el cuerpo de ella con el de él estaban completamente juntos.
—Jeff, te juro que dejo que hagas lo que desees conmigo, pero déjala—suplique.
Jeff rió y tomó mi cuerpo de mi cintura y me llevó a la pared donde estaba Anne, ella me miró y yo la miré a ella con ojos suplicantes.
—Te van a agradar mis amigos del bajo mundo —Jeff se rió.
—Anne, sé fuerte, por favor —lloré.
Ella sollozó.
Jeff sacó algo de su bolsillo, una pequeña bolsa de plástico, dentro habían unos pequeños cuadritos de colores con una figura dibujada en ellos.
Miré que la puerta de la casa estaba abierta y una luz de esperanza se me cruzó por la cabeza. Empecé a forcejear pero Jeff me detuvo golpeando mi nariz con puño cerrada, Carl rió y Anne gritó mi nombre.
Metió la mano dentro de la bolsa y sacó una.
—Abre la boca —ordenó.
—¡No! —grité e intenté patear su entrepierna pero no lo logré, me tenía demasiado presionada contra la pared como para mover las piernas.
Jeff volvió a sacar la pistola de su cinturilla y apuntó a Anne.
—¡Abre la boca! —rugió.
Lloré del temor y al final la abrí.
Cuando depositó la cosa en mi boca me obligó a cerrar la boca, luego, colocó su mano sobre mi boca para evitar que no la esculpiese; miré a Anne, el tipo la obligó a abrir la boca y metió la misma cosa que Jeff metió en la mía.
Estiré mi mano y toqué su cabello llorando, ella hizo su cabeza hacia mi para que siguiera tocándola.
En cuestión de segundos sentí un sabor amargo en mi lengua, demasiado desagradable y pocos segundos después sentí mi cuerpo relajarse.
Jeff tomó mi brazo con fuerza, y con la pistola en mi sien me llevó hasta la sala donde yacían otros tres hombre, sentados en un mueble que no recordaba haber visto al llegar a la casa. Sentó a mi lado a Anne y a su lado el cochino de Carl, justo como Jeff pero del otro lado.
—Conoce a Pax, Dalton y Cleveland —Carl habló presentandole a Anne los hombres que nos miraban con ojos malicioso.
Todos eran morochos, de facciones parecidas, vestidos con harapos, sin afeitar, con una botella de alcohol en sus manos, dos mujeres sin ropa sentados en sus piernas.
De pronto veía colores moverse en el techo, el cuerpo de Jeff moviéndose contra el mío no se sentía desagradable y el hambre se había ido.
Pax, Dalton y Cleveland estaban sobre nosotras pero no era capaz de reaccionar, sentía cosquillas, me sentía relajada.
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MONEY - HS 💵 #1
Fiksi Penggemar《Todo se trataba del dinero.》 ADVERTENCIA: Lenguaje EXPLICITO, Escenas SEXUALES EXPLÍCITAS y/o VIOLENTAS. Cover by: FuckxxHazz. La historia está dividida en tres partes, todas serán expuestas en una sola historia. Segunda Temporada: Through the da...