MONEY - HS 💵 #1

XXXVI: La Astucia Hace A La Mujer

Capítulos Finales.

Amanda.

UN DÍA DESPUÉS.
Luego de hacerme perder el equilibrio cuando estaba a punto de matare, me sedaron y caí dormida. Al día siguiente Harry ya tenía un nuevo loquero para mi y una nueva camisa de fuerza que entre tres guardias me habían colocado pero esta vez ya no tenía ganas de pelear.

Harry contribuía con mi desequilibrio mental, quería ayudarme pero cada vez que le miraba a la cara tenía una ganas de tremendas de matarlo. No había forma de que en algún momento lo perdonara, o por lo menos no ahora, sentía que ése amor que alguna vez sentí se convirtió en odio y resentimiento.

Deje que la nueva mucama me colocó la camisa de fuerza frente a Harry que se encontraba en el marco de la puerta del cuarto, de brazos cruzados con la mirada seria sobre mi.

No le quité la mirada nunca.

Esto que me estaba haciendo era guerra para mi, no había forma de que me sintiera bien con él, Jeff me torturó como le dio la gana y no vivió para contarlo. ¿Por qué mierda iba a dejar que Harry lo hiciera?

¿Porque una parte de mi lo amaba?

A la mierda el amor.

Cuando la mucama terminó de colocarme la camisa de fuerza se retiró, Harry con los ojos puestos en mi  caminó hasta estar bastante cerca, tomó mi mentón con fuerza y acarició mi mejilla con sus dedos.

—Verás que es lo mejor para ti, —él se colocó se cuclillas.

Lo miré, directo a los ojos. Pues si, no podía negar que me encantaba, que me parecía hermoso, que aún lo quería y que él también me quería, pero mi orgullo y mi dignidad estaba por encima de él.

Por ello, en ese momento se me vino a la mente lo estúpida que ha estado siendo, y lo poco astuta en la que me he desenvuelto. No voy a tener a Harry nunca a mi merced si me seguía comportando de esta forma.

—Me haces daño, ¿lo sabes? —murmuré.

Harry negó con la cabeza, elevó sus cejas y dejó caer sus manos sobre mis rodillas.

—¿Crees que verte así no me duele? —el susurró—. Me tiene loco, Amanda. Loco. Pero hasta que no mejores no puedo hacer nada más.

No le respondí.

Coloqué mi frente sobre la de él, a lo que él se mantuvo estático con sus ojos verdes brillando, su mano corrió a mi cabello y lo hizo a un lado con cariño. Aunque amaba su olor, su toque, su amor, no pude evitar pensar en lo hipócrita que él estaba siendo, y me mataba.

Me dolía.

—Espero algún día poder perdonarte, —le susurré suave.

Él suspiró llevando la otra mano a mi mejilla hizo que lo mirara a los ojos e inesperadamente me besó, le seguí su beso como él quiso. Como antes, como cuando decía no amarlo pero la verdad era que estaba loca por él, acariciaba con suavidad mi cabello como tratando de calmar mi dolor.

Lo besé a su gusto.

—Lo harás, —me susurró con seguridad cuando se separó de mí —. Ya verás.

Me senté derecha y asentí, sin decirle nada más. Él se levantó del suelo y besó mi frente antes de darme una mirada nostálgica para después darse la vuelta e irse cerrando detrás de si la puerta de la habitación.

Me quedé sola en la habitación mirando mis pies descalzos mientras pensaba, y esta vez pensaba con astucia mi plan.

Porque aunque a una parte de mi le doliera, iba acabar con Harry porque le iba a quitar todo, incluidas Evelyn y Anne.