XXX: El Asesinato De Varias Personas (Parte 1)

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Amanda

—¿Qué? ¿Dónde está? —susurré mirando a Chalo con ojos impactados, Chalo apretó mi mano.

—Viene por ti, —me dijo, pero su mirada resignada me daba más miedo que el hecho de que Marco estaba viniendo por mí—. Con algunos de los fieles, y Louis.

—¿Qué ocurre? —Harry preguntó mirándonos sin entender.

Me solté del agarre de Chalo y fui a la mesa donde estaban las armas, tomé una pistola la cargué y la metí en la parte de atrás de mi cinturilla, tomé un pequeño cuchillo y lo metí en mi bolsillo, mi respiración se agitó pero porque sabía que me iba a enfrentar a un demonio dentro de poco, yo lo sabía. Temía que probablemente no saliera viva de esta pero pelearía hasta el final, a como diera lugar, sin titubear, sin vacilar.

—¡Hey, qué ocurre! —Harry gritó.

—¿Qué harás, Amanda? —Chalo me preguntó.

Tomé la botella de vodka, le di un gran trago, fui hasta el guardia que tenía la manopla, se le pedí y me la coloqué. No sabía qué hacía, no importaba cuánto me armara, sabía que Marco me sacaría la cabeza con solo mirarme.

—Enfrentar al demonio, —solté la botella.

Harry me miró casi con susto, fuera del establo se empezó a escuchar un bullicio, la voz de Louis gritando cosas y la de varias personas llamando mi nombre, pude escuchar la voz de Marco gritando cosas también. Mi corazón se aceleró y casi por inercia saqué la pistola de la parte de atrás de mi cintura, le quité el seguro y la cargué, apreté mis labios apuntando hacia la puerta.

—Amanda, qué haces, —Chalo corrió hacia mi casi colocando la mano sobre el cañón de la pistola pero lo alejé de un empujón.

Me paré en medio del establo, a un lado de Harry, como a dos pasos de él, mi cuerpo estaba actuando por si sólo, sin pensar bien, sólo actuando.

—No te metas, Chalo, —le dije.

—¡No lo puedes matar ahora! ¡Hay fieles, Harry puede peligrar, incluso tu vida! ¡Baja la pistola! —exclamó y lo miré con ojos inyectados en adrenalina.

—¡¿Y si me mata él a mi?! ¡Quieres que tu esposa sufra, eh! ¿¡Vas a seguir siendo su maldito animal?! —le grité, Chalo se me quedó mirando con ojos llenos de temor.

Regresé mi mirada a la puerta del establo,

—Amanda, calmate, —escuché a Harry decir—. Piensa con cabeza fría. Baja la pistola.

La puerta se abrió dejando ver el cuerpo imponente de Marco, ya no lucía tan palido, estaba rojo de la furia, y detrás de él venía Louis que al verme apuntado a Marco con la pistola gritó, pero no escuché. Vi que Marco habló y poco después vi gente, de los fieles, cuatro de ellos caminando hacía mí, por acto de inercia disparé dandole a al menos dos de ellos intenté darle a Marco pero nada, seguí disparando hasta que los vi tirados en el suelo pero el más peligroso seguía vivo.

Marco gruñó de la rabia.

—¡Amanda, basta! —escuché a Harry y no entendía por qué querían que me detuviera.

Lo vi caminar hasta mi, y no lo pude evitar.

En un acto de temor puro quise dispararle pero alguien tomó el cañón, arrancándome la pistola de la manos, era otro guardia. Marco caminó hasta mí y me tomó del mentón con fuerza, apretó mis mejillas con una sola mano acercándome a su cuerpo, haciendo que lo mirara a los ojos que ardían en rabia pura.

—¿Quién demonios te crees que eres para burlarte de mi? —él me dijo entre dientes—. ¿Crees que puedes hacer conmigo lo que quieras?

Tomé su muñeca e intenté alejarlo de mí pero no lo logré, sentía su aliento caliente sobre mi rostro y quise vomitar. Él me soltó, tomé aire con fuerza parandome derecha, sin embargo, caí al suelo de nuevo cuando sentí un golpe seco en mi espalda, la magnitud fue tanta que perdí el aliento por un momento, me coloqué de rodillas buscando el aire y a la vez llorando del dolor.

MONEY - HS 💵 #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora