MONEY - HS 💵 #1

VIII: Jeff

Amanda

Había pasado solo un día desde mi conversación con Harry, y hoy, que no tenia clases y  me encontraba ocupada empacando un par de cosas de Harry, decidí apartar un rato en la tarde para ir a casa de Lissa a hablar con Jeff a decirle que no dejaría a Harry por nada.

Y quería hacerlo porque había estando enviándome mensajes, muchos de los cuales no contesté. Me había llamado también por la noche, invitándome a u bar, pero no quería, no podía hablar tranquila sin temer que Harry me escuchara. 

Dejé una caja en el suelo y miré a Harry acostado en la cama, abrazando a Evelyn, mientras miraba televisión. 

Sí, yo sus cosas empacaba y él dormía. 

—Necesito ir a casa de Lissa —le dije sentándome en la cama. 

—Ve en mi auto, me quedaré aquí, —me dijo sin moverse. 

Asentí. Tomé del closet un suéter y unos deportivos, tomé las llaves de la camioneta de la mesita de noche de Harry, cuando estuve por tomarlas él me tomó de la muñeca, de la misma que tenía la llave. 

Me miró serio.

—¿Irá Jeff? —preguntó. 

Suspiré fuertemente. 

—Solo iré a ver a Lissa, —murmuré. 

Él me haló de la mano y me hizo besarlo, lo besé también acariciando su mejilla derecha. Después me dejó ir. 

~

Lissa se sentó frente a mi sacando su almuerzo del microondas, y yo me recline sobre la silla.

—¿A qué hora llega Jeff?

Lissa me miró picarona masticando su pizza.

—Necesito hablar con él, no dejaré a Harry, ni siquiera tuve que pensarlo, no lo voy a dejar, —le dije levantándome de mi silla.

—¿Qué? Pero, ¿qué hay de Jeff?

Me encogí de hombros.

—Sinceramente, dejar a Harry no es una opción y me enteré de cosas que son importantes —bajé la mirada—. No pude dejarlo.

Quise mentir pero ya no sabía si era mentira o no. Era más fácil dejar a Jeff que dejar a Harry sin duda alguna.

—Sigues cometiendo el mismo error —ella murmuró seria.

Iba a hablar cuando Jeff entró en la cocina, vestido de ropa negra por completo y su cabello castaño revuelto, soltó el casco de su moto sobre la mesa del comedor, me sonrió en cuanto me vió. Cuando me levanté él me tomó con fuerza de la cintura, pero muy fuerte, incomoda coloqué mis manos sobre su pecho, poniendo distancia. 

Sus ojos azulados me miraron con confusión.

—Hum, los dejaré solos —Lissa avisó.

—¿Ocurre algo? —Jeff llevó una de sus manos a mi mejilla acariciando con sus dedos y su brazo me apretó más contra su cuerpo.

No, no me estaba gustando esto.

—No voy a dejar a Harry, Jeff, —susurré temerosa—. No sé si te pueda querer igual.

El rostro de Jeff se volvió oscuro, sus facciones se volvieron duras y sus ojos mostraban frialdad pura, sus dedos se apretaron en mi cintura.

—Me besaste —dijo con voz grave.