MONEY - HS 💵 #1

XIV: Un Poco De Esperanza

Amanda

Jeff llevaba horas en la cocina preparando comida, yo seguía donde estaba sentaba aferrándome a los cuerpos de Anne y Evelyn, llorando sin sollozar queriendo protegerlas a toda costa. Mi cuerpo dolía, a penas podía moverme, llevé mi mano hasta mi el bolsillo de mi suéter recordando que yo aún tenía mi teléfono, me aseguré de que siguiera allí, lo apreté  y suspiré.

Al menos, tenía mi teléfono.

Cerré mis ojos, mordiendo mis labios, sabiendo que había cometido errores graves. Tal vez, Harry tuvo los suyos, pero a diferencia de mí, los suyos habían sido para tratar de cuidarme, de cuidarnos...

Demonios, cómo dolía.

Sentí a Anne temblar y elevé mi cabeza, así encontrándome con la mirada oscura de Jeff en mi, parado detrás de Anne.

No quise seguir mirándolo así que bajé la cabeza evitando contacto visual, mis sentidos se agudizaron cuando sentí a Jeff caminar hasta mí mantuve la mirada abajo, apreté la pierna de Anne en silencio, de pronto tomó mi quijada con fuerza, gemí de dolor. 

—Duele, ¿verdad? —mantuve mis ojos cerrados—. Falta nada más el balazo que Harry dejó en mi pierna. Cada golpe que me dieron esa noche, será una golpiza para ti. 

Abrí mis ojos y sollocé.

—Y te lo mereces —continuó—. Mereces llevar la muerte de Lissa sobre tus hombros, lo mereces. Es tu culpa y lo sabes. 

Pronto, propinó otra bofetada a mi rostro y fue cuando las imágenes se tornaban borrosas y los sonidos distorsionados, estaba al borde del colapso. Vi Jeff caminó hacia Anne y pronto el sollozos de ella rompiendo el silencio me alertó.

Observé cómo la desataba de la silla y seguidamente la llevaba a una habitación por un pasillo de la casa, por acto involuntario grité que no se la llevara pero fue imposible, la metió dentro de uno de los cuartos encerrándola con llave, luego regresó a mi, me tomó del cabello sin piedad llevándome a una de las habitación, justo a un lado de la de Anne.

—¡Mami, mami! —Evelyn gritaba.

—¡Jeff, Evelyn, déjame quedarme con Evelyn! —también grité.

Él gruño, una vez dentro de la habitación me soltó, dejó la puerta abierta cuando salió, quise salir pero a penas podía caminar, Jeff regresó a la habitación  tomando de un brazo a Evelyn, a quién había desatado de manos y brazos.

Regresó a mi con fuerza, me levantó del suelo con fuerza y me empujó contra una de las paredes, su cuerpo se juntó con el mío, sentía incluso su respiración en mi nuca y me dio tanto asco.

Hice mi cabeza aún lado llorando, él llevó sus manos a mi cabello. 

—Te voy a destruir, maldita —murmuró.

Luego, me dejó caer al suelo como costal de papas, se me quedó mirando un par de segundos antes de irse en silencio así cerrando la puerta con llave.

Corrí hasta Evelyn abrazando a la niña con fuerza, lloró sobre mi pecho y yo lloré de pánico.

Tenía que escapar de alguna manera.

Tenía que escapar.

Miré que la habitación solo constaba de cuatro paredes, una ventana por la cual sólo se podía ver árboles, la ventana tenía un vidrio pero habían rejas, es decir, que no había forma de salir; la habitación sólo tenía una fría colchoneta en el suelo donde Evelyn y yo nos recostamos un rato. No había más nada dentro, solo polvo y un edor desagradable.