MONEY - HS 💵 #1

XIX: Marco Andrés Polo (Parte 1)

Amanda

—¿A dónde iremos primero? —Anne susurró cuando entramos en Roger Woods.

Me hice camino hasta el departamento donde iba a vivir con Harry antes.

—Vamos al departamento donde vivía con Harry, nos damos una ducha, te presto algo de ropa y seguimos buscando una casa. No creo que sea posible quedarnos aquí, no sé por qué estar aquí no me da buena espina —le dije rápido sin verla.

—Hay una casa, está retirada en la ciudad de Van Honesten County —ella dijo revisando en el teléfono de Jeff—. Parece que cuesta cinco mil dólares.

Asentí.

—Ve llamando al número, —le ordené sin siquiera ver la casa, no me importaba qué casa compraba, solo quería un techo donde pudiera dormir tranquila.

Mientras íbamos camino al departamento la vi empezando a marcar el número del vendedor de la casa.

Esperaba que todo saliera bien y no hubieran más problemas.

Mi mente estaba concentrada en buscar una casa donde vivir primero y después buscar donde tenían a Harry, debía de haber una tumba para ir a despedirme, necesitaba hacerlo, era como cerrar un ciclo. Necesitaba prometerle que cuidaría de sus hijas, como él lo hubiera hecho. 

Escuché a Anne hablar pero seguí mi camino hasta el departamento, una vez allí estacioné el auto en el estacionamiento del complejo esperando ver la camioneta de Harry allí parada, donde siempre, pero no estaba, no había nadie en el estacionamiento y el portón del parking estaba abierto, desde donde estaba podía, incluso ver que no había nadie en la recepción. 

—¡Llegamos a casa, mami! —Evelyn gritó.

—Baja a Evelyn, Anne —le indiqué.

Ella bajó de la camioneta y cargó a Evelyn, yo bloqueé la camioneta antes de correr dentro del edificio. En la recepción no había nadie, y había un desastre de papeles en el piso, así como las sillas tiradas al suelo y las paredes con agujeros de balas.

—Esto está raro —susurré.

Anne asintió pero no dijo nada. Caminamos hasta el final del pasillo donde estaba el ascensor, tocamos el botón para accionarlo y este funcionó con bastante naturalidad, minutos después este se abrió y dejó ver la cabina con el espejo roto y un charco de sangre en el suelo del mismo. Anne soltó un gemido de impresión, di un paso hacia atrás y tomé la mano de Anne para ir por las escaleras. 

Al llegar al último piso, vi todo normal, la puerta del pent-house estaba cerrada y el pasillo que presidía la puerta estaba vacío también con la excepción de que habían pisadas de sangre en toda la alfombra hasta la puerta del pent-house. 

—Me quiero ir, —Anne lloró. 

—Ya, calma, no pasa nada —le calmé tomando su mano. 

Caminé lentamente hasta la puerta sabiendo que una vez que estuviera adentro me derrumbaría, no viví aquí mucho tiempo pero sin dudas este pent-house lo fue casi todo para Harry y para mí.

Sin embargo, debía pensar cómo abrir la puerta, no tenía la llave y estando sola la recepción, no quedaba otra opción que abrirla por la fuerza.

Tomé la perilla esperando que no estuviera abierta pero lo estaba y con el corazón en la garganta la abrí.

Todo estaba como lo habíamos dejado, mis cosas estaban allí, el charco de sangre de Harry, y un par de balas en el suelo, con excepción, de que las pisadas de sangre seguían hasta dentro de la casa. Eran frescas porque de otro modo la sangre estaría seca, la sangre parecía tener tiempo, era muy densa pero las pisadas... Esas si eran nuevas.