Ya había llegado el día, me sentía preparado para ir y enterarme de la razón del porqué me habían llamado, me sentía nervioso también, la presión en el pecho, las manos sudorosas, teniendo escalofríos internos, quería trabajar allí, se trataba de una gran oportunidad de trabajo, de todos modos si realmente no estuviera allí trabajando mis días de vida, será igual, aunque no del todo, enserio quiero trabajar allí, pero lamentablemente soy pesimista, estoy indeciso, puede que me contraten o que no, tengo miedo y no dejo de pensar en eso, se siente extraño, de una manera extraña que no puedo argumentar, solo consumo mis uñas procesando y esperando que sean buenas noticias.
Llego al edificio finalmente y abro la puerta de cristal giratoria y de repente aparezco en la sala principal que da vista a la recepción, me acerco allí.
- hola, señor, ¿qué desea? -. Dice el recepcionista algo agobiado por tanto papeleo y tantas cosas que estaban en su escritorio.
- hola, vine para la conferencia con la señora Lockwisse -. Dije seriamente pero a la vez emocionado. Tecleó algo en su computadora y volvió su mirada hacia mí.
- usted debe ser el señor Manheim, ¿estoy en lo correcto? -.
- si, señor, soy Milo Manheim -. Dije sonriendo.
- bien, tiene que pasar a la oficina de la señora Lockwisse, en el octavo piso puerta 110, no lo olvide, aunque si vino a la primera entrevista de trabajo no dudo que vaya a perderse -. Dijo ajustando sus gafas.
- si, no se preocupe -. Dije dirigiéndome al elevador. El hombre tenía mas o menos mi edad, era un chico con cara de ángel con gafas.
Esperé a las afueras del elevador deseando subiera ya desde el piso menos seis según el indicador.
Las puertas se abrieron y pasé, había una chica allí, ella era mas o menos un metro sesenta y cuatro, delgada, pero no tanto, tenía un color pálido en la piel, el cabello negro azabache y los ojos casi negros, era bastante bella; estiro mi brazo para alcanzar el botón que tenía un ocho estampado en el medio, hasta que prendió una luz azul por los bordes, noté el nerviosismo de mi compañera de ascensor, se notaba tímida y totalmente avergonzada, siempre miraba al piso, como si encontrara la tranquilidad en el.
No quise decir nada, ni una palabra, para no inquietarla más, esperaba con ansias que se abrieran las puertas y anunciar la llegada al octavo piso, esperaba con ansias también la noticia que me darían, pero aún me encontraba en un limbo confuso.
Sonó en: ¡Tin! Que hace que las puertas se abran de una vez al llegar al piso deseado. La chica a mi lado salió conmigo, chocamos y la hice tropezar, mis sentidos actuaron rápido y la atrapé, nuestras miradas se encontraron, sus ojos eran mas bellos aún viéndolos así tan cerca.
- g-gra-cias -. Dijo entre dientes tímidamente recuperando la compostura.
- no te preocupes -. Dije sonriéndole. - por cierto, soy Milo -.
- soy Kylie -. Dijo tímida.
- un placer conocerte -. Le dije y me dirigí a buscar la oficina 110.
Logré encontrarla a tiempo y toqué.
- pase -. Escuché desde adentro, tomé el pomo de la puerta y lo gire haciendo presión hacia dentro y logré abrirla.
- hola, señora Lockwisse, soy Milo Manheim, usted me citó a esta hora -. Dije respetuosamente haciendo énfasis en cada palabra.
- pasa, Milo, toma asiento -. Dijo sin dirigirme la mirada. Tomé asiento tal como ella me lo ordenó, apartó la vista de su computadora y se quitó sus gafas, me miró.
- bueno, Milo, hay una sola razón por la que te convoqué hoy, y me gusta ir al grano en la situación, así que, me gustaría tenerte en mi equipo -. Dijo con una sonrisa estampada en el rostro.
- ¿enserio? -. Dije con una sonrisa también.
- claro, yo no bromeo, trabajarás en lo que estudiaste y en lo que desarrollaste tu práctica, aunque no te ascenderé hasta que me demuestres que eres el mejor -. Dijo seriamente.
- claro, señora, no la defraudaré -. Dije en casi tono militar, lo cual no le agradó mucho, así que flaqueé.
- bien, tu oficina se encuentra en el piso sexto, es la oficina 73, no lo olvides, pídele a Logan que te de las llaves, le enviaré un mail para que lo sepa -.
- ¿disculpe, quién es Logan? -. Pregunté.
- nuestro recepcionista -. Tecleó en su computadora. - pues bien, comenzaras a trabajar desde mañana, te daremos los planos y todo los facsímiles que debes aplicar, al salir Logan te dará tus llaves, guárdalas bien, tu asistente será la señorita Kylie Dauson por ahora -. Dijo volviendo a mirar los papeles que tenía sobre su escritorio.
- gracias por considerarme, señora Lockwisse, haré mi trabajo lo mejor que pueda -.
- claro que lo harás, ahora puedes retirarte y prepararte para mañana -. Dijo fríamente.
- gracias otra vez -. Dije cerrando la puerta.
Me sentí vivo, tan feliz, como si toda una nube de buenas noticias estuviera sobre mi, me siento invencible, en primer lugar el amor de mi vida siente lo mismo por mi y segundo consigo el trabajo de mis sueños en la empresa de mis sueños, todo iba de mejor a increíble.
Bajé las escaleras de tanta felicidad que me encontraba, me sentía enérgico, animoso.
Me dirigí a la recepción.
- hola, la señora Lockwisse dijo que buscará aquí las llaves de la oficina 73 -.
- si claro -. Buscó entre sus cajones. - aquí tienes, y bienvenido al equipo, Milo -.
- gracias, señor -.
- soy Logan para ti, espero que seamos buenos amigos -.
- claro que lo seremos -. Le guiñé el ojo y me fui de allí.
Lo primero que pensé a todo esto, es marcarle a mamá.
- ¿Milo? -. Preguntó.
- si, mamá, te llamo para decirte que pude alcanzar el empleo -. Dije emocionado.
- ¿de verdad, hijo? -. Hizo una pausa. - ¡estoy muy orgullosa de ti!, ¡felicidades!, me encuentro muy feliz de que hayas cumplido tus sueños -.
- bueno, mamá, nos vemos en casa -.
- claro hijo -. Dijo. Colgué.
Luego le marqué a Craigh.
- ¿amigo? -. Preguntó el.
- Craigh, solo llamaba para decirte que alcancé el puesto -. Dije con la misma emoción que antes -.
- vaya amigo, llegaste completamente lejos, ¡estoy muy orgulloso de ti! Me alegra tanto que mi hermano logró sus metas -.
- gracias por eso, amigo, bueno te colgaré a ahora, le avisaré al amor de mi vida -.
- esta bien romeo, que tengas éxito-. Dijo y esta vez colgó el.
Le marqué a _________. Demoró bastante en contestar.
- ¿_________? -.
- ¿si? -. Dijo, se notaba ocupada.
- soy Milo -.
- oh, ¡Hola Milo! -. Dijo emocionada tomando el teléfono del todo.
- ¿qué tal? -. Pregunté.
- bien, analizando un caso, ¿y tú? -.
- pues bastante bien, tengo noticias -.
- ¿ah si? -. Preguntó un poco distraída. - bueno Milo, debo irme ahora, ¿puedes venir a buscarme mas tarde y contarme de esa noticia que tienes? -.
- si, claro -.
- bien, nos vemos, besos -. Y colgó.
