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El trabajo era agotador, pero me alegraba, ya que al salir, podría ver el rostro angelical de mi amada.
Estaba muy arrepentido por haberle hecho esa escena el otro día, sin embargo ella pudo entenderme, amo a esa mujer con todo el orgullo de mi corazón.

Al fin pude terminar mi papeleo.

- señor Manheim, ¿aún sigue aquí? -. Preguntaba la secretaria de la jefa.
- si, tuve mucho papeleo -. Decía acomodando los papeles en la mesa para llevármelos. - ¿sigue la jefa aquí? -.
- no, de hecho no hay nadie aquí, ¿se va a su casa ya? -. Preguntó acercándose un poco.
- si, estoy bastante cansado, por cierto, ¿qué hace usted aquí? -.
- tuve trabajo que hacer, sabe es complicado, la jefa es muy exigente -. Hizo una mueca de decepción. - bien, señor Manheim, no lo molesto más -. Quitó la mano del escritorio en el que se encontraba apoyada, en un desliz vi un moretón en su brazo, se veía horrible.
- ¿pero qué le pasó? -. Me asusté al verlo, y por un momento la recordé, cuando vine a la entrevista de trabajo, me la topé en el elevador, se encontraba muy triste, decepcionada, se notaba sufrida, dañada, y aquel moretón en su piel alarmó mis sentidos.
- oh, esto -. Intentó sonreír falsamente. - no es nada -.
- sabe señorita, sé que no me corresponde, pero sé bien que es eso -. Soné lo más amable posible. - por favor, dígame, no soy una mala persona, intento ayudar -. No me gustaba ver a nadie triste.
- no se preocupe, señor Manheim, estoy perfectamente -.
- se qué no, ¿qué le pasó? -. Dije estirando mi mano. - y no me diga así, soy Milo -. Le sonreí.
- solo me pegué con la puerta -. Excusó. - soy Alexis Ren -.
- un gusto conocerte Alexis -. Le tendí la mano. Ella se demoró en dármela, pero finalmente lo hizo.

*Llamada entrante*

Miré mi teléfono.
- lo siento, debo contestar -. Le dije.

Contesté.

- ¿Milo? Es tarde, ¿te encuentras bien? -. Preguntó __________ desde la otra línea.
- si, sólo que estaba hablando con una colega y terminando el trabajo faltante, volveré de inmediato a casa -.
- esta bien, estaba preocupada, cuídate, te amo -.
- yo también -. Colgó, miré a Alexis.

- bueno, creo que otro día me contarás lo que te pasó allí -. Apunté a su muñeca con el moretón.
- ya le dije, señor -. Se apartó un mechón de cabello que le molestaba en el rostro.
- pues no te creo nada, y dime Milo, nada de formalidades -. Le tendí la mano. 
Me despedí y salí casi corriendo de allí.

Conducí hasta casa y entre busqué las llaves en mis bolsillos, cuando las encontré abrí la puerta y vi allí a _________, estaba en pijama viendo películas en la televisión, corrijo estaba viendo una serie, dejé las llaves en la mesa y fui a sentarme junto a mi novia. La rodeé con mi brazo por sus hombro.

- hola, cariño -. Sonrió al verme y le di un tierno beso en los labios. 
- hola, cielo -. Le respondí. - ¿qué estás viendo? -.
- bueno, encontré una serie muy buena, se llama "The chilling adventures of Sabrina", es genial, sabes, me he quedado flechada -. Decía emocionada.
- ¿de qué trata? -. Pregunté.
- de brujería y cosas, a pesar de eso, está muy interesante, aunque todas esas cosas son muy interesantes -.
- ¿no tiene terror o algo así? -. La miré. - sabes que no me gustan mucho esas cosas -.
- creo que si, hay satanismo y esas cosas por lo que tengo enterado, aguarda que no he llegado ni al segundo capítulo -.
- ¿éste es el primer capítulo? -.
- claro -.

Nos quedamos viendo aquella serie y luego optamos por ir a dormir, mañana ambos teníamos trabajo, cuando me acosté a dormir esa noche, recordé la primera noche que dormimos juntos.

*

- ¿estás segura de que quieres dormir junto a mí?, puedo pasar la noche en el sofá -. Dije nervioso.
- tonterías, Milo, somos pareja, vivimos juntos, eso es lo que hacen las parejas que viven juntos, ¿no es así? -. También tenía un poco de nerviosismo.
- ¿segura?, si no estás lista, yo entenderé -. Dije.
- ay, Milo, es solo dormir, aparte ya dormimos juntos antes, ¿recuerdas?, cuando solíamos tener diecisiete -. Solté un suspiro, ella se acostó.
- ven -. Dió golpecitos en la cama. - te pido que duermas junto a mi -. Con nerviosismo me acosté junto a ella y ella reposó su cabeza en mi pecho, me sentí mas calmado, jamás había dormido con una mujer en la misma cama, supongo que cuando es con la mujer que amas, nada mas importa.

This could be (Milo Manheim y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora