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Todo ha sido muy cómodo desde que me mudé con __________, ella trabajaba arduamente, al igual que yo, a pesar de que extraño a mi madre, intento llamarla siempre que puedo, sin embargo, el trabajo me ha tenido por lo bajo, realmente me han dado más trabajo, cada día me dan mas papeleo y mas cosas que hacer, aveces estoy hasta tres, cuatro horas después de la jornada normal de trabajo haciendo papeleo y más papeleo, antes cuando yo salía temprano, pasaba a buscar a __________ a su trabajo, pero ahora, apenas tenía tiempo para mi, siempre que llegaba, ella se encontraba ya durmiendo, a duras penas intentaba entrar en las sábanas para no despertarla, aveces me preguntaba, como puedo amar tanto a alguien, esta mujer es todo lo que yo siempre soñé.

*Llamada entrante*

- dime Craigh -. Sonaba cansado.
- no me digas, ¿acabas de despertar? -. Preguntó gracioso.
- si, amigo -. Bostecé. - ¿quién te llama a las siete de la mañana un día domingo? -.
- bueno, bueno, ¿estás con _________? -. Miré a mi costado, ella dormía como un ángel.
- por supuesto -. Dije.
- bueno, lo que te diré no te gustará -.
- ¿que ocurre ahora? -. Intenté sonar calmado.
- bueno, la chicha psicópata no se llama Gisselle, su verdadera identidad es Holiday Mia Kriegel y dice que va en camino a tu casa -.
- no puede ser -. Dije por lo bajo.
- que esa chica no se acerque a mi, ni a _________, es mi ex novia, le hizo mucho daño a mi cielo en un pasado, evitaré todo para volver hacerlo otra vez, no quisiera perderla, hablamos después, Craigh -. Me decidí a levantarme, pero con aquel movimiento desperté a __________.
- ¿Milo? -. Dijo tallándose los ojos.
- tranquila, cariño, iré a hacer el desayuno -. Dije dándole un tierno beso en la frente.
- ¿te ayudo? -. Se sentó en la cama.
- no, cariño, no te preocupes -. Salí de la habitación al baño y tomé una ducha de cinco minutos y me cambié allí mismo, corrí a la cocina.

Llamaron a la puerta, decidí a abrir.

- hola, Manheim, ¿cuánto tiempo? -. Decía ella, lucía mayor, no puede ser, esta mujer esta loca con todas sus letras.
- dime, ¿a qué vienes? -. Dije de mal humor.
- a visitarte, cielo, ¿no me extrañas? -. Pasó su dedo índice por mi pecho, lo quité enseguida.
- no, vete, por favor -. Dije señalando afuera.
- realmente no me apetece irme, ¿por qué no me sirves un trago y hablamos? -. Intentaba pasar.
- no, vete Holiday, enserio -. Dije serio.
- ah, ya entiendo -. Se detuvo a mirar por mi hombro hacia dentro del apartamento. - estás con una chica, ¿verdad?, pues no soy celosa, ahora déjame pasar, amorcito -.
- olvídalo, me estás haciendo enfadar -. Bufé.
- así mejor -. Sonrió pícaramente.
- olvídalo -.
- ¿qué tal si te lo recuerdo con esto? -. Se acercó y me besó.
- ¿Milo? -. Escuché la voz quebrada de __________ a mis espaldas.
- ________, yo... -. Intenté explicar.
- espera, ¿__________ Smith? -. Decía Holiday incrédula. - ¿después de todos éstos años siguen juntos? -. Preguntaba disgustada.
- así es, Holiday, ella es la mujer de mi vida, así que olvídalo, debes dejar de molestarme -. Dije enojado.
- lo siento -. Habló __________, e hizo espacio entre mi y la entrada y salió corriendo.
- ¡____________! -. Intenté salir para perseguirla, pero ella había tomado el elevador, a lo que me fui por las escaleras lo más rápido que pude, cuando llegue al primer piso, ella había escapado, no pude detenerla, con sumo fracaso subí al apartamento y Holiday seguía allí en la puerta mirándose las uñas.

- por tu culpa, el amor de mi vida escapó, y sabes, prefiero no molestarla porque se sentirá peor y tampoco tengo tantas posibilidades de encontrarla, eres una asquerosa zorra, así que vete por donde viniste -. Dije enojado.
- ay, Milo, Milo, Milo -. Respondió coquetamente. La miré confundido. - esa mujer es muy poco para ti, quédate conmigo, yo si soy una mujer para Milo Manheim -.
- olvídalo, ya vete -. Entré al apartamento y cerré de un portazo en su cara.

Me senté en el sofá agarrándome el cabello con desesperación, ¿dónde podría estar ahora?, y yo idiota que creí poder controlar la situación, soy un imbécil, pero no puedo perderla, aunque ella es adulta y mucho mas astuta que yo, dejaré que tenga su espacio y si no vuelve más tarde, la buscaré, ahora me pondré a hacer los deberes y el trabajo pendiente.

Habían pasado las horas y faltaba muy poco para que se oscureciera el día, tomé mi chaqueta y salí.
Busqué por todos lados, centros comerciales, parques, incluso su trabajo, a su antigua casa, en todos lados, la desesperación se transformaba en sudor que se deslizaba por mi rostro.

Hasta que pasé por aquella cafetería, allí estaba ella, riendo con un hombre, esperen, ¿un hombre?
Me entró el ataque de cólera y me decidí a entrar al lugar. La campana sonó indicando que yo había llegado, caminé hasta llegar a la mesa de ambos y me detuve con cara de pocos amigos.

- ¿____________? -.

This could be (Milo Manheim y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora