El Ángel de la Muerte

Capítulo 51

Multimedia Natasha Brawn

Entramos a regañadientes a la oficina del director Asper, un poco despeinadas pero nada grave o raro.

-Y bien, ¿qué tienen qué decir en su defensa?-pregunta el director.

Yo no tengo que decir, sé qué diga lo que diga la insulsa lo usará a su antojo y dado a mi expediente, el director le creerá.

-Señor director, yo iba pasando tranquilamente por el pasillo hasta que ella me abofeteo y yo simplemente me defendí.-dice haciéndose la víctima.

-Y, ¿usted Romanoff, no agregará nada?

-Sólo pediré qué se vean las grabaciones de seguridad, y con audio.

La cara de la mustia fue perfecta.

-Director, no tiene por que verlo. Lo que yo le digo es verdad.-apresura a defenderse.

-Entonces no hay problema en verlo.

-Jonás-llama por el teléfono a su asistente-traeme la grabación del ala norte, donde se encuetran los casilleros, de hace treinta minutos.

-Enseguida señor.-se escucha que responden.

-¿Asustada Brawn?

-Ya quisieras Romanoff.

Pasan quince minutos y llega Jonás con el vídeo. Debo admitir que esta situación tiene algo bueno, no estoy en esa aburrida clase.

-Bien, ya veremos ahora quien dice la verdad. ¿Algo que decir antes de iniciar la grabación?

-Eh, yo, no-dice Natasha.

-Me da igual.-respondo.

Inicia la grabación y vemos todo. Joder debo mejorar mi postura, parezco un mono caminando. Y ese derechazo estuvo patético, si hago eso en el ring estoy muerta.

Finaliza el vídeo y la cara de Asper es un poema. Primero porque yo no le caigo bien, segundo porque su protegida (Brawn) le mintió en su cara y tercero porque mami tiene razón.

-Bien. Viendo que ambas actuaron mal, las dos quedan suspendidas para el baile de fin de cursos.

¿WTF?

Ah no, yo no me tardé horas eligiendo el atuendo perfecto para que este resentido y esta promiscua lo arruinen.

-Director, ¿no cree qué es una medida muy drástica?-digo lo más civilizada que puedo.

-No. Actuaron mal, y ese es su castigo.

-Pero director, ella empezó-dice Brawn.

Los dos la miramos tipo ¿en serio?

-Mire señor director, esta es mi última fiesta en el instituto. Y por nada del mundo me la perderé. Iré a esa fiesta con o sin su consentimiento, así qué, decida.-digo muy segura.

Creo que al andar cerca del Diablo tanto tiempo se me pegaron sus ganas de amenazar para conseguir lo que quiero.

Qué influencia tiene tu prometido en ti.

Shh, si con eso vamos a la fiesta nom problem.

-¿Está usted amenazándome señorita Romanoff?

No vale, ¿usted qué creé?

-En lo absoluto. Pero solamente le quiero recordar que tanto mi padre Dimitri Romanoff y mi prometido Drag Müller-tanto Brawn como Asper se impresionan por el último nombre- hacen donativos muy sustanciosos a este instituto. Sería una pena que ya no lo hicieran, ¿cierto?-digo tristemente.