El Ángel de la Muerte

Capítulo 30

Narrador Omnisciente

Actualidad

Todos los invitados estaban llegando a donde se realizaría el tan aclamado y esperado evento. Pese a que la invitación recibida era válida para una persona, ninguno de ellos se negó a la posibilidad de una trampa, y por tanto, cada uno trajo consigo su escolta personal. Algo pequeña la mayor era la del Fantasma con diez hombres, la de los demás eran cinco.

Obviamente en esta fiesta estaban invitadas más personas, como el Presidente de Rusia, todo el gabinete presidencial, los mayores magnates del mundo, los socios de los negocios lícitos de Dimitri, amigos de la familia. De más está aclarar que Drag era el invitado especial. Por parte de Samantha sólo había invitado a Ángel, nadie de su instituto merecía estar allí, eso era lo que opinaba la cumpleañera.

El primero en llegar a parte de los anfitriones, fue Drag, seguido por su escolta personal, sus tres hombres de confianza. Cada uno estaba vestido con unos impecables trajes de etiqueta, se habían tomado muy en serio el tema de la celebración. Y como no hacerlo, si esta noche Drag haría oficial su compromiso con la heredera.

Luego llegaron los hermanos Corvinus, seguidos de la hermosa y arrogante Viuda Negra. Más tarde llegaron el Demonio Italiano, el Turco, el Tuerto, el Árabe, el español, el norteamericano, y por último el Fantasma.

Y así, en ese pequeño lugar estaban reunidos en plan armonioso, las once mafias más influentes del mundo.

Hacía años que se tomó la iniciativa de organizar una junta, sólo los mafiosos más poderosos e importantes tenían el privilegio de estar en el y de poder participar.

Esto se realizó con el motivo se evitar una guerra entre los bandos, pues, cada uno quería más, aún quieren más pero se conforman con acuerdos o tratados.

En dicha junta, que posteriormente se llamaría Las Once Familias, se tomaron decisiones muy importantes, se impusieron reglas y aquel que no las acataba era exterminado.

Las principales reglas eran:

* La forma de obtener el puesto de líder era: por herencia, es decir, todo quedaba entre familia; casamiento, una especie de asociación perpetúa y por último la muerte del jefe de una família, aquel que matara a un jefe automáticamente todo pasaba a su control.

* Respeto ante todo, bien cierto es que todos querían más de lo que tenían, pero los acuerdos y tratados debían ser respetados, y aquel que incumpliera, las demás familias estaban en la potestad de disolver su mafia, y las pertenencias y dinero que poseía sería repartido en la junta.

* Si existía algún problema con otro mafioso, que no perteneciera a la junta, esta veia que tan grave seria la situación si esta persistiera y si era asi todos se pondrían de acuerdo en aniquilar al enemigo.

* Todos se debían ayudar, siempre y cuando la ayuda no afectara sus negocios.

Por varios años se respetaron esas reglas principales, pero con el pasar del tiempo y las nuevas generaciones todo iba cambiando. Lo que no cambiaría nunca es la manera de obtener el puesto de líder. Esa regla era de oro.

Últimamente se veía que las rencillas y los problemas cada día se volvían más y más peligrosos. Esa era una de las razones principales que tenía Dimitri, para con el matrimonio. Él sabía perfectamente la reputación que tenía Drag, pero también sabía que sólo un suicida se atrevería a dañar algo de él. Por eso ofreció a su hija, para salvarla de la guerra que se realizaría muy pronto.

Nadie sabe quién, cuándo y dónde iniciaría esa guerra. Pero todo indicaba que alguien de las Once Familias quería su cabeza.

Pues Dimitri en su juventud se encargó de hacerse de una reputación, incluso se dice que en su época llegó a ser peor que el mismo Drag. Por eso los demás le denominaron Rey de la Mafia. Era él el que presidía la junta. Todo lo que se relacionaba con problemas de la junta, él lo tenia que resolver.

Y como pronto le tocaría su bien merecido retiro, sabía que todos morían del deseo y avaricia de quedarse con el trono. Por eso decidió que El Diablo era el mejor candidato para mantener la junta unida y por sobre todas las cosas mantener a su mayor tesoro con vida.