Capítulo 6

511 58 4
                                    

En multimedia Drag Müller

POV's Drag Müller

Después de mucho tiempo vuelvo a Rusia, lástima que esta sea una visita de negocios.

Voy directo al Night Club de un viejo amigo y socio Sergey Rosberg, allí tendremos una reunión de negocios. Espero ampliarme aquí. En mi camioneta van el Perro, el Tiburón y Plancha; mis mejores hombres y a los que pondría mi vida en sus manos.

Me fascinaria quedarme a beber un buen whisky y disfrutar de una buena puta, pero mañana tengo una reunión muy importante con otro de mis competidores, el muy respetado Dimitri Romanoff, aun no se que clase de asociación quiere hacer conmigo pero si es provechosa para mi sin duda alguna aceptaré.

Si algo tiene Dimitri es que es un hombre visionario, alguien a quien no le tiembla el pulso para hacerse respetar, alguien como yo.

-Eh Müller-dice el Perro sacándome de mis vacilaciones- deja de pensar en lo de mañana. Y más bien disfruta de lo que nos ofrecerán hoy-dijo mientras simulaba la figura de una mujer con sus manos.

-Si jefe-dice Plancha- donde Sergey seguro habrán muchas putas con las que nos podremos descargar.

-Que va- dice Tiburón- yo prefiero ver la pelea de hoy. Dicen que va a estar Ángel, y una pelea con ella, es sangre segura.

-Ella? Una mujer?- digo incrédulo- en el ring? Acaso te estas metiendo algo?- pregunto molesto.

Pese a que este metido en el narcotráfico, no tolero que ninguno de mis hombres consuman algo, esa vaina jode todos tus sistemas. Los únicos vicios que acepto son las mujeres y el alcohol.

-No señor- dice asustado, sabe que cuando me molesto soy peor que el mismo diablo, de ahi mi apodo- pero si, hay una mujer que a parte de ser extremadamente hermosa es muy buena peleando. Ninguna derrota, un empate.- temina diciendo con voz de presentador, haciendo que todos reíamos.

-Si Müller, aunque no lo creas hay mujeres que saben como moverse fuera de la cama- dice el Perro con arrogancia.

-Bah, eso es imposible- digo aburrido por el rumbo que esta tomando la conversación- ninguna mujer es buena peleando, ellas sólo...

-Sólo sirven para la cama.- termina Plancha por mi.

-Exacto. Asi que dejen ese tema.

-Lo siento señor pero cuando la vea va a opinar distinto-dice Tiburón.

-Eso- digo pero soy interrumpido por el Perro que nos avisa que llegamos a nuestro destino al tan aclamado Night Club.

He de admitir que el club esta mejor de lo que recordaba: muchas mesas ocupadas en su mayoría; varios tubos donde las bailarinas realizan sus bailes moviéndose de forma provocativa y con un diminuto traje; a los lados estan los bares donde sirven cualquier bebida que pidas y otras cosas. Y en el centro un gran ring de boxeo. Supongo que es ahi donde se presentará la supuesta Ángel de la que mis hombres no paran de hablar. El edificio consta de tres pisos, el primero donde están todas las personas, el segundo donde estan las zonas VIP y los cuartos de atenciones especiales, y el tercer piso, donde esta el despacho de Sergey y donde tienen la mercancía.

Entramos y nos llevan a la zona VIP, en eso aparece Sergey.

-Por fin!-exclama con su típico acento ruso- Tengo ante mi al mismísimo Señor de la Droga, al mismísimo Diablo, al único Drag Müller.- finaliza con un abrazo hacia mi.

-Basta de tanta payasada Rosberg- a pesar de que me gustaban los halagos a veces me parecían innecesarios, como ahora- vamos a lo que nos importa! Como esta mi...

-Shhh- dice interrumpiendome- primero disfruta del espectáculo y luego los negocios. Mira que hoy mi Ángel peleará!

¡Otro más que me viene con el cuento del ángel!

-¿Tú también? -pregunto- ya mis hombres me tienen mareado con esa estupidez.

-Ninguna estupidez, cuando la veas te vas a embobar al igual que todos.- dice guiandome a un reservado, con una vista perfecta directa al ring- mientras esperamos, te presento a Zafiro.- señala a una mujer que se me sienta en las piernas- Zafiro has disfrutar a mi amigo acá presente.

-Claro que si- dice guiñandome el ojo, mientras se acomada el diminuto sosten de color azul intenso que combina con sus ojos y su diminuta braga.

Es cierto que me gusta ver a las mujeres asi. Pero odio que alguien más se coma con la mirada lo que yo me voy a comer.

Sin embargo, acepto el ofrecimiento de la puta mientras me deja ver sus perfectos pechos, se notan que son operados.

En eso, escucho a una multitud enloquecer gritando Ángel. Y es cuando mi curiosidad aumenta en demasía.

Bajo la mirada y veo a una joven con una bata corta caminar con una elegancia digna de una reina seguida por un idiota cualquiera. Al quitar su bata por completo me deja anonadado con lo que veo.

El Ángel de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora