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Changbin despertó pronto al día siguiente. Era sábado y tenían el día libre, pero no le importó madrugar, sabía que Hyunjin se levantaría pronto para hacer ejercicio y no iba a permitir eso, o al menos, que hiciera ejercicio solo. Si tenía que correr para que su amigo no se obsesionara, correría, aunque no le gustase.

Lo cierto es que cuando sonó su alarma estuvo a punto de apagarla y darse la vuelta para seguir durmiendo, pero se obligó a sí mismo a levantarse y vestirse. No le importó cambiarse ahí mismo, pues Jisung y Jeongin estaban profundamente dormidos —y de todas formas, no tenía nada de lo que avergonzarse. Se puso una simple sudadera negra, sacó una chaqueta vaquera porque intuía que haría algo de frío y unos pantalones rotos. Fue entonces cuando escuchó un ruido en la cocina y supo que su amigo estaba despierto.

Se apresuró a vestirse y preparar una mochila con ropa para después de hacer deporte y salió a la cocina para encontrarse a Hyunjin comiendo unos cereales. El rubio le miró confuso y él simplemente sonrió ampliamente, encogiéndose de hombros y acercándose para servirse otro tazón de cereales.

—¿Dónde vas tan temprano?

Hyunjin miraba al más bajito todo el rato, observando cada uno de sus movimientos. Changbin odiaba madrugar y él lo sabía mejor que nadie, básicamente porque era el encargado de arrastrarle de la litera casi todas las mañanas.

—¿Y tú? —el moreno se sentó frente a él y le sonrió de nuevo.

—Al gimnasio pero...

—Pues voy contigo.

Hyung...

Changbin observó como su amigo fruncía el cejo mirándole. Terminaron de desayunar en silencio y de dirigieron juntos a la salida. Hyunjin suspiró poniéndose los botines y salió de casa antes que él. ¿Por qué se empeñaba en acompañarle?

—¿Por qué te levantas tan temprano siempre? Ni siquiera ha amanecido todavía y solemos tener agendas apretadas. Debes acabar los días agotado —el mayor caminaba bastante detrás de su amigo que parecía querer evitarle a toda costa pero se aseguró de hablar lo suficientemente alto como para que no pudiese ser ignorado.

—Me gusta lo tranquilo que es este momento, no hay nadie por la calle y puedo salir sin que me reconozcan —explicó—, tampoco es que tengamos otro momento libre en el que pueda ejercitarme por mí mismo.

—Pero Chan y yo venimos a veces al gimnasio y nunca has querido unirte a nosotros.

Hyunjin suspiró: —No me gusta que me observen hacer deporte.

Changbin decidió mantenerse en silencio por el resto del camino. Cuando llegaron, saludaron amablemente a los entrenadores que se encontraban por allí y se adentraron directamente a la sala de máquinas, dejando sus mochilas en unos casilleros. Hyunjin rápidamente desapareció de la vista del moreno y este simplemente bufó. No le quedó más remedio que hacer su propio entrenamiento, aunque esta vez fuese sin Chan.

Lo cierto es que se aburría bastante y prácticamente se recorrió todo el gimnasio en busca de su amigo, pero no lo encontró. No lo sabía, pero Hyunjin le observaba a escondidas, disfrutando de las vistas de su hyung corriendo, haciendo abdominales o levantando pesas. Llevaba una camiseta de mangas cortas por lo que podía ver su tatuaje, pero sus ojos simplemente se enfocaban en los musculos que el chico tenía tan marcados en los brazos.

—Yo no tengo de eso... —se dijo a sí mismo, mirando sus brazos.

—Debes entrenarlos, Jin, no solo las piernas —sonrió el mayor. El rubio se giró alarmado y se encontró al chico sonriendooe ampliamente—. ¿Quieres que te enseñe?

A Hyunjin apenas le dio tiempo a responder cuando su amigo tomó su mano para llevarlo a la zona de las pesas. El mayor le hizo coger primero las más ligeras, aumentando el peso poco a poco para comprobar hasta cuanto era capaz de levantar su amigo. Hyunjin por su parte estaba concentrado y empleaba toda sus fuerzas para coger las que su hyung le daba, intentando de esa manera sorprenderle.

—Despacio, Hyunjin, te vas a hacer daño —rió el mayor—. Céntrate en el movimiento de los músculos de tus brazos y hazlo despacio, no tengas prisa por levantarlas. Haz series pequeñas si te cuesta mucho y ve alternando los brazos, es lo mejor.

—Gracias, hyung.

—Lo estás haciendo bien, Jinnie —sonrió el mayor y le despeinó suavemente antes de marcharse de allí, dejando a Hyunjin completamente sonrojado.

Hacía tiempo que alguien le decía que estaba haciendo las cosas bien y aunque no fuera para tanto, escuchar esas palabras de su querido hyung era demasiado... ¿especial?

—¡Espera, Changbin! ¡Vayamos juntos! —exclamó corriendo detrás de él.

—Vamos a ducharnos, voy a llevarte a un sitio. Hoy no vas a ensayar, Hyunjin, hoy vas a disfrutar del día de descanso.

El rubio bajó la cabeza algo avergonzado y solo siguió a su amigo a recoger las mochilas y encaminarse al vestuario para ducharse y salir de allí. No sabía donde quería llevarle su hyung y estaba completamente nervioso.

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¡¿¡¿Habéis visto las fotos del comeback?!?! Están todos preciosos e hiper mayores, no me lo creo, mis niñossssss. Estoy hiper emocionada, no puedo esperar a que por fin salgaaaaaaa. Va a ser impresionante, ya lo siento desde aquí.
Ya me calmo, sorry.

Por cierto, me cambié el user jeje.
¡Besos! 💞

tattoo // changjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora